Capítulo 18

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Yanela y yo nos veíamos casi todos los días; cuando la llevaba a la escuela, en las noches en la biblioteca. Algunos domingos salíamos, pero no era muy frecuente, ella había conseguido otro trabajo los Domingos y bueno. Un día fui a su trabajo en la tarde. El dueño del local estaba de viaje, así que Yanela se encargaba por unos días sola de eso. Así que fui a acompañarla.

-Salgamos.

Ella sonrío.

-Amor este domingo tengo doble turno, lo siento. -Dijo cortes mente-

-Lo sé:

Entonces me miro curiosa:

- ¿En la semana? -Dijo sonriendo mientras terminaba de colocar una bandeja con panes de canela en el horno-

-El sábado. Sé que no trabajas los días sábados, salgamos.

Me miro sonriente, demasiado sonriente como juguetona.

-Está bien.

- ¿Esta bien?, ¿Así de fácil?

-Sí, ah, pero-Entonces se acercó- Yo decidiré a dónde iremos.

-Está bien.

Ese día nos quedamos aún después de cerrar la repostería, nos quedamos estudiando, y luego la llevé en mi auto a su casa.

Me encantaba acompañar a Yanela en su trabajo, aprovechaba para llevarle el almuerzo, traía para los dos, así era más fácil lograr que comiera.

¿Estas hablando conmigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora