Pasé la Navidad con mi familia, luego de eso salimos de vacaciones.
Al regresar la vi, una vez más en la biblioteca.
-Hola- Dije cortes mente sentándome a su lado-
-Jamsen- Dijo feliz-
- ¿Cómo has estado? ¿Qué hiciste en las vacaciones?
-Bien, bueno en las vacaciones estudiar y prepararme para la universidad-
- ¿Universidad?
-Sí... ¿Qué?; ¿Por qué me miras así? -Dijo sonriente-
-No lo sé.
-mmmmmm tú Fuiste?
-Sí, pero nunca la termine.
- ¿Cómo así?
-Estudié sí, pero me dedicaba más a escribir y conseguí un trabajo y varias oportunidades gracias a eso, se presentó un trabajo que me importaba y dejé la Universidad.
-Amm eres muy inteligente Jamsen, tal vez debiste haberla terminado.
-Sí, soy inteligente, por eso tengo un trabajo ahora, es una idea de la sociedad hacerte creer que necesitas a la Universidad. Hay otras maneras, y a mí en lo personal me gusta donde estoy. me esforcé si solo que no en la universidad exactamente.
-Bueno eso sí.
-Pero si tú quieres ir es genial.
-Ni tanto, me postularé a una estatal, es complicado sabes, hay....hay mucha competencia- Dijo algo triste-
-Hey mírame yo creo que tú puedes, créeme estoy seguro que podrás, eres la chica más inteligente que conozco lo vas a hacer bien.
-Se postulan muchos chicos inteligentes.
-Tienes la inteligencia, te falta un poco más de fe en ti misma.
-No es eso. -Se quedó callada-
-Yo creo en ti.
Con los ojos sollozos sonrió.
Empecé a estudiar muchas tardes con ella, a tomarle incluso exámenes.
La feria había venido a la ciudad, así que decidí invitarla a salir.
Ella aceptó, aunque debo admitir que fue difícil lograrlo.
En la feria vimos un montón de cosas. Nos subimos a la montaña rusa, ella pagó ese juego y yo otro. comimos un montón, Nos decidimos a experimentar algo aterrador como subirse a un globo volador juntos. Cuándo estuvimos volando tomé su mano. Ella solo me miró.
Ese día se rio mucho con todas las cosas locas que vimos, a mí solo me daba risa verla feliz.
Teníamos algunas salidas como esas mientras la feria se quedó en la ciudad.
Un día saliendo de noche de la biblioteca, esteba apunto de despedirme, pero no pude, quería hacer más, decirle más.
-Yanela espera-Dije deteniéndome en una esquina de la calle-
- ¿Qué sucede?
-No lo sé, solo quiero decirte algo.
Me miró con mucha serenidad y algo de preocupación en su rostro.
-Yanela, es solo que no sé si puedo.
- ¿Si puedes? ¿Con qué?
Me acerque a ella haciendo que bajara un poco la cabeza.
-Me gustas, me gustas Yanela y no sé si pueda verte solo como una amiga- Le dije algo triste-
Entonces ella levantó su mirada, perdida en mis ojos con preocupación.
-No sé, si es amor, si es pasajero o insignificante, pero me gustas. Lo lamento.
Su mano estaba rosando delicadamente mi mejilla izquierda, y ella estaba perdida en mis ojos. Lo cual me hacía sentir tan confuso y frustrado.
-Pero no.......no quiero que lo lamentes- Dijo con la suavidad de su voz-
Cuándo termino de decir esas palabras la abracé envolviéndola entre mis brazos. Era más pequeña que yo, me llegaba al cuello. Fue la primera vez que la abracé, me sentí completo. Mi abrazo hacia ella no fue tan fuerte sino más bien exasperado pero suave. Es tan frágil que prefiero ser delicado para no lastimarla.
Entonces la suelto mi abrazo para tomar sus brazos con mis manos:
-Yanela- Dije-
Ella aún con los ojos cerrados, sin querer abrirlos todavía los abre, como esperando lo que voy a decir.
- ¿Quieres estar conmigo? ¿Te gustaría ser mía, mi enamorada? -Dije intrigado, amable, controlador.
Levantando su mirada, sonrío.
-Sí, si si si si. -Dijo entusiasmada y tranquila-
Nos volvimos a abrazar, la acompañé a su casa, y volví a la mía.
Esa noche en mi apartamento y en mi cama estaba pensando en ella. Me sentía tan feliz de que que aceptara, pensé que nunca lo haría, sobre todo después de algunas insinuaciones que hice en el pasado en nuestras salidas y siempre parecía rechazar todo tipo de elogió o sonrisas o detalles que tenía con ella. Por eso no me atreví hasta ahora a pedirle que estuviera conmigo en una relación. Estoy tan entusiasmado, porque estaba a punto de decirle que tal vez no deberíamos ser más amigos porque ya no podía verla solo como mi amiga, pero al ver su reacción me atreví. Otra de las cosas que me detuvieron fue pensar que ella estaría asustada porque le llevo por cuatro años, y aunque no lo parezco por mi excelente físico, tenía miedo.
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¿Estas hablando conmigo?
RomantiekEsta es una historia basada en el siglo 20. Trata sobre como un conductor de televisión inteligente, carismático, codiciado por muchas jóvenes de aquella época, y algo mujeriego. Cree que el amor es solo una especie de estereotipo, algo irreal, u...