Capítulo 7.

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Evan

Por mi mente los recuerdos de aquella noche seguían repitiéndose.

La mañana siguiente la llevé de regreso a su departamento. Compartiendo un agradable ambiente en el auto; en donde no hacíamos más que tontear y cantar algunas canciones de alguna emisora al azar, sin embargo era notable como selene había vuelto a su actitud cohibida y tímida, no se había mencionado nada de lo que la noche anterior había traído, pero sabía perfectamente que ambos habíamos sentimos algo.

—Evan, ¿Que opinas del proyecto?— la voz de Bastián logró sacarme de mis pensamientos.

Todos los ojos estaban puesto sobre mí. Expectantes por una respuesta concreta para cerrar oficialmente el contrato en manos y hacernos socios de la compañía.

Agradezco haber leído un poco sobre este proyecto, no había estado del todo en está sala, mi mente aún seguía vagando en aquella pelirroja ojos zafiros que me tenía inquieto.

—Caballeros, esto es es algo que mi gerente general, Bastián Joyce y mi persona debemos de pensar arduamente. Agradecemos su presencia en dicha reunión, Tomaremos muy a fondo sus ideas expuestas hoy; y se les avisará, cuando se deberá concretar la siguiente reunión. Como saben, Somos una cadena hoterelera de prestigio, las decisiones que tomemos deben ser con seguridad y unánimes, únicamente pensando en el bienestar que estas puedan aportarnos, tanto actualmente como a futuro.—Me levantó abotonando los últimos dos botones del blazer negro de mi traje a la medida. Algunos ejecutivos imitan mi acción y se levantan estrechando mi mano.

La sala de reuniones quedó completamente vacía, con la única presencia de Bastián como compañía. Quien me miraba curioso, ansioso y a la espera de una respuesta con sus brazos cruzados sobre su pecho, recostado en la esquina junto a la salida de la sala. Alzó una ceja y rodé los ojos.

—¿Qué? —Alzó sus hombros al aire.

—No lo se Evan, tú dime. No solo desapareces sin más de tu exposición, sino que como si fuera poco en una importante reunión andas como en otro mundo; Porque en este te aseguro no estabas.

—Tuve un asunto que atender Tian, por eso tuve que irme antes de tiempo —recogí algunas carpetas y dipticos informativos que la compañía aliada dejo sobre con las ventajas que la construcción del nuevo hotel podía traernos.

Colocándolos en orden los dejé a un lado de el gran mesón. Rose se encargaría de llevarlas a mi oficina.

—Melanie me comentó que te vio irte con una pelirroja similar a la de tus pinturas, ¿es ella no es así?. —Asentí, saliendo de la sala con Bastián a mis espaldas siguiendo mis pasos.

De estos dos no voy a salvarme, eso asegurando que no falta absolutamente nada para que la cotilla morena llegué a mi con las mismas interrogantes y miradas cómplice que en estos momentos tian tiene.

—Sabes que vas a terminar contándomelo todo ¿no? —Se colocó a mi lado en la espera del ascensor.

La hora del almuerzo se avecinaba y mi estómago ya pedía a gritos algo que devorar. No estaba para soportar a mi insistente hermano con sus insoportables preguntas, solo queria ir a Ricky's y comer una sus deliciosas hamburguesas y tomar una seven up.

—¿Podrías callarte?, hoy no ando de humor como para soportarte —Las puertas de la caja metálica se abrieron permitiéndonos el acceso.

—¿Cuando andas tú de buen humor?, eres prácticamente un grinch andante todo los meses del año Evan, ni hablar de cuando cae la navidad. Eres aún más insoportable. —abotonó las mangas de su traje azul marino.

La chica de los auriculares violetas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora