CAPÍTULO 8 Tarde... algo aburrida.

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Ahora leamos como pasaron la tarde Sinec y su amigo Malbon.

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Narra Sinec

(17:24 PM)

Estaba realmente impaciente y algo desesperado sentado en el sofá esperando a que Malbon viniera.

¿¡Qué el tiempo no puede avanzar más rápido!?

Ya me había puesto ropa para salir, algo no tan formal como una camiseta y unos jeans sin ningún tipo de abrigo porque tenía un plan que muy posiblemente iba a funcionar.
Tenía planeado ir sin protección contra el frío para que Malbon se quitara la chaqueta (que seguramente traería), que me la de y así poder contemplar su buen cuerpo...
Aquello quizá me gustaba y solo había una razón... yo so-

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Pero antes de tener ese pensamiento mi celular recibió una llamada interrumpiéndome y lo tomé algo molesto para ver de quien se trataba pero resultó ser Malbon.
Lo sabía porque había registrado su nombre a ese número hace poco.

Sinec:Hola Malbon.

Malbon:¿Cómo sabías que era yo?

Sinec:Registré tu nombre al número de tu celular.

Malbon:Cierto, qué tonto soy.

Sinec:¿Por qué llamas?

Malbon:¿Por qué lo hago? ¿Acaso no vendrás?

¿A qué lugar se refiere?

Sinec:¿Adónde? ¿Al cine contigo? Aún no es la hora.

Malbon:¿Cómo que aún no es la hora? Llegaremos tarde.

Alejé el celular de mi oído para ver la hora y efectivamente ya era tarde (17:36 PM).
Dí un salto del sofá y antes de ir a las gradas para así bajar del edificio me disculpé con Malbon por mi descuido.

Sinec:¡Ah! Perdón Malbon.

Malbon:Trata de apresurarte, ya estoy afuera esperándote.

Sinec:¿Cuándo llegaste?

Malbon:A la hora que debía 17:30 PM.

Sinec:Bajaré enseguida.

Malbon:No tardes.

Colgué la llamada y corrí hacia la puerta para salir del apartamento... pero justo al salir de éste recordé el favor que le pedí a Kenny, volví a entrar muy rápido a la habitación y me dirigí al escondite donde nuestros ahorros estaban ocultos, una pequeña caja de cartón llena de dinero escondida dentro del ropero en un compartimiento secreto que Kenny y yo construimos.
Saqué unos billetes y corrí a toda velocidad a la puerta para después bajar deprisa las gradas hacía la puerta de entrada del pequeño hotel.
Malbon estaba esperando afuera apoyado en su auto... y por suerte trajo la misma chaqueta café de siempre.

Todo va a la perfección.

Malbon:¿No te pondrías un abrigo?

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