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Días más tarde todo volvió a la normalidad. Luego de ese día JungKook estuvo más agradecido con Jimin, aparte de hacerle compañía ahora también lo había cuidado después de la pelea, pero su personalidad no le permitía verbalizar nada de lo que sentía. Lo único que podía hacer para devolverle la mano fue explicarle su ausencia y satisfacer su curiosidad.

— En un planeta cercano a este hubo una pequeña batalla y necesitaban a los guerreros más fuertes de la zona, así que tuve que ir — Esa fue su breve explicación y sabía que aunque Jimin tenía miles de preguntas, no podía contarle todo, después de todo era un simple terrícola. 

Su rutina volvió a ser la misma, pasaban las tardes juntos y Jimin le traía comida, el menor tomaba el control total de la conversación, hablando de su día o de la escuela, mientras que en su mayoría JungKook estaba callado y de vez en cuando aportaba algo. Como era el caso de ese día.

— No tengo compañera.

Sus palabras hicieron que el chico se callara de golpe. Jimin lo miraba totalmente asombrado por la nueva información que le acaba de entregar, ya se había rendido con esa área del mayor, no quiso arriesgarse a volver a empujarlo al límite, así que en vez de preguntar cómo haría de costumbre, se quedó callado y solo escuchó.

— No quiero una compañera... Quiero un compañero.

JungKook estaba completamente tenso diciendo todo eso, nunca hablaba del tema en voz alta. Era un tabú, algo totalmente prohibido que nunca se atrevería a hablar de manera tan abierta, la única vez que lo había hecho, pagó un alto precio. 

Pero Jimin hacía tanto por él que merecía saber y JungKook quería contarle. Había luchado mucho consigo mismo sobre si abrir su boca, noches enteras de preguntas sobre si estaba bien revivir esa parte de su vida, si decirle a Jimin la verdad era algo bueno y finalmente el chico con sonrisa brillante ganó en su lucha interna.

— Una vez besé a una mujer y no me gustó, pero me gustaba cuando veía a los guerreros con los que luchaba... Lo entendí rápidamente, pero se me ocurrió que era una buena idea decirle a los demás y desde entonces me repudiaron — JungKook apretó su mentón, enojado consigo mismo por su estupidez de decirle a sus padres sobre su orientación sexual. — Te dije que me llamaron para luchar en otro planeta hace poco y es porque tengo el nivel de poder de un elite, debería estar en el planeta Vegeta sirviendo al Rey, viviendo en el palacio, participando de los torneos que se hacen... Pero estoy atrapado acá. En esta bola de barro llamada tierra.

Era la primera vez en mucho tiempo que JungKook hablaba sobre el tema con alguien, de hecho, nunca lo había hecho. Cuando le quitaron su posición hace siete años atrás, se cerró al mundo. Nunca había sido una persona con una personalidad extrovertida o transparente, ni mucho menos una persona brillante, siempre había mantenido un perfil bajo acatando lo que le decía. Pero desde ese suceso su mal humor se acentuó y se aisló a sí mismo de toda sociedad.

Nunca dijo nada en voz alta y solo ignoraba cuando algún saiyajin se mofaba de su estado, muchas veces eso era lo que lo orillaba a pelear, incluso habían momentos que deseaba que alguien atreviera a insultarlo para tener una razón de iniciar una pelea y desahogar todo su enojo. Todo el enojo que llevaba reprimiendo durante años.

No se dio cuenta de los puños en sus manos hasta que Jimin lo tocó y todos sus pensamientos se fueron hacia el niño.

— Lo siento... Eso debió ser horrible, lo siento mucho — Jimin se veía verdaderamente afectado por la historia del saiyajin, en sus ojos se podía ver tanta tristeza, a diferencia de los ojos llenos de furia de JungKook.

— Yo no — Con fuerza, pero no la suficiente para hacerle daño, se aleja del toque del chico. — En el fondo todos saben que mi orientación fue una excusa para sacarme del camino, soy mucho más fuerte que la mayoría de mi raza... Ninguno soporta que yo, un saiyajin que gusta de los hombres fuera más fuerte. No son nada más que un montón de cobardes débiles. 

JungKook observó la mirada desconcertada de Jimin cuando escuchó sus palabras, pero no esperaba que lo entendiera.

La lógica de ambos era muy distinta, mientras Jimin funcionaba a base de sentimientos y emociones, JungKook trabajaba bajo la fuerza y la lógica, aunque no negaba que a una parte de él le afectaba toda su situación siendo repudiado, todavía podía soportarlo a un punto que lo transformaba en su fuerza para vivir. Mientras tanto sabía que Jimin en su lugar estaría totalmente devastado. 

Different planets →kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora