14 ; penúltimo

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A la mañana siguiente, Jimin probó la comida saiyajin por primera vez y pudo decir con toda certeza que esperaba nunca más pasar por ello.

Mira, no es mi culpa que el planeta tierra tenga mejor comida.

Jimin solo se rió ante el pensamiento de JungKook. Temprano JungKook había conseguido una audiencia con el Rey y Jimin estaba ansioso, pero siguiendo las instrucciones de su compañero, tenía que mantenerse a su lado y hablar cuando se le indicara, ya que el carácter del Rey no era uno con el que se podía jugar.

JungKook lo llevó volando hacia el palacio y Jimin quedó impresionado, a diferencia de toda la civilización, el palacio era enorme, de color blanco que estaba combinado con el rojo y el azul. JungKook le había explicado que el rojo era el color que representaba a los saiyajin debido a que este era el color del planeta, mientras que el azul era el color de la realeza.

Al aterrizar a las afueras del palacio, Jimin observó a JungKook hablar en un idioma raro y Jimin frunció el ceño en confusión. JungKook lo pudo ver a través de su vínculo.

— Era nuestro idioma de origen, aunque hemos comenzado a hablar los idiomas del planeta tierra, a veces adoptamos nuestra lengua de origen para cosas más importantes — JungKook le explica brevemente.

Cuando pudieron entrar al lugar, Jimin miraba todo impresionado, aunque la arquitectura era bastante diferente a los palacios reales del planeta tierra, mantenían una elegancia que solo la realeza podía tener. No tenían estatuas, ni objetos de valor como se acostumbraba en los lugares de esas características, pero sí tenían cuadros con leyendas saiyajin o con algunos gobernantes destacados.

Fueron guiados hasta un gran salón y cuando abrieron la puerta, Jimin vio a los reyes.

En un trono gigante al final del pasillo alfombrado, había un hombre de cabello azabache puntiagudo, llevaba una armadura como la de JungKook pero de color azul, en el pecho izquierdo de su armadura tenía una insignia rara de color roja y de sus hombreras salía una capa del mismo color, similar al resto de los saiyaji tenía una expresión fruncida y tosca, casi parecía que algo le molestaba constantemente. A su lado y en un trono más pequeño pero igual de imponente, había una mujer de cabello turquesa largo, llevaba unas túnicas que suponía que era ropa tradicional, era delgada con una figura impresionante, tenía unas facciones mucho más refinadas y tenía una expresión amable a diferencia de su compañero.

JungKook avanzó unos pasos y Jimin se quedó detrás suyo atento. JungKook al llegar al frente de los reyes se arrodilló en señal de respeto, hasta que le dieron la señal de levantarse.

— Habla — El Rey Vegeta dijo con voz aburrida.

— Deseo ser desterrado del planeta Vegeta y ser enviado al planeta Tierra.

Jimin pudo ver como la Reina parecía prestar más atención a la conversación que llevaba su pareja, suponía que la Reina al ser una terrícola aún se preocupaba por su planeta natal a pesar de vivir de forma permanente en el palacio.

— ¿Por qué? No es necesario ser desterrado para ir a la tierra — Bulma pregunta.

Jimin no se perdió la mirada de desagrado que le dio el Rey a su compañera y Jimin se preguntó si todos los saiyajin demostraban su amor de esa forma.

— Trabajo para el ejército del planeta Vegeta en la tierra, pero recientemente he adquirido un compañero que es humano y conociendo el estigma que se tiene entre los saiyajin, preferiría vivir con los humanos para que mi compañero se sienta más cómodo — Ante las palabras de JungKook los ojos de los reyes se posaron en Jimin, aunque los del Rey rápidamente volvieron al saiyajin, Bulma le dio una sonrisa a Jimin. — Sé que en el planeta Tierra mi compañero estará mejor, así que quiero ser desterrado, sino es así buscaré mis propios medios para lograr que me destierren.

Lo último lo dice con más convicción y capta el interés del Rey Vegeta, quien sonríe ante sus palabras. La única forma de ser desterrado era causar un atentado contra la civilización o atacar a la realeza.

— ¿Cómo dijiste que te llamabas?

— Jeon JungKook.

— ¿Jeon no es el apellido del guardia de Trunks? — La Reina pregunta asombrada.

— Mujer, ¿cuántas veces te he dicho que no te involucres en mis asuntos? — Vegeta ladra contra su pareja.

— Esto involucra a mi planeta, así que me dejarás hablar lo que se me plazca — Bulma mira duramente a su esposo. Jimin reprimió la risa que quería soltar y sintió la diversión de JungKook a través de su vínculo.

— Ese sería mi hermano — JungKook interrumpe con respeto.

— Entonces tú también debes ser un elite, pero trabajas en la tierra... — Vegeta afirma.

— Sí, tengo el poder de un elite — Los músculos de JungKook se tensan, incómodo por el tema que estaban abordando. — Luego que mi general se enteró de mis preferencias, me consideraron indigno de trabajar en el palacio, entonces me enviaron a la tierra.

— ¿Por qué nunca me entere de esto? — El Rey se veía claramente enojado, más de lo usual. Miraba a sus guerreros elite que estaban a un costado de la habitación, todos temblaron al pensar que luego tendrían que lidiar con un Rey Vegeta molesto.

— Entiendo que quizá este tipo de situación no se dé entre la realeza y por eso no hayan tenido conocimiento, tampoco nunca me quejé ya que es mi decisión y sé a lo que me enfrento por ser quien soy. Pero no voy a dejar que mi compañero sufra, prefiero ser desterrado antes que Jimin tenga que soportar las humillaciones de todos los saiyajin. Si soy sincero su alteza, si permanezco en este planeta, al corto plazo se quedaría sin guerreros.

Vegeta mira a JungKook meditando su decisión, había medido el poder del hombre a través del kí y había verificado un poder impresionante, casi tan fuerte como su elite más poderoso, sin duda ahora que sabía del saiyajin lo quería en el palacio. Pero también conocía los estigmas que se tenían entre la mayoría de los soldados, como desde pequeño entrenó y fue enviado a otros planetas, había visto de todo tipo de parejas, así que no era un problema para él, pero sabía que el hombre y su compañero nunca tendrían paz si permanecieran en el planeta.

— ¡Oh, vamos Vegeta! — La Reina habla conmovida por las palabras de JungKook. — Tienes muchos soldados, sin duda no te hará falta uno — Dice al saber perfectamente lo que su compañero pensaba.

— Ay, mujer, déjame pensar — Vegeta le regala una mirada de enojo, pero Bulma solo sonríe.

— Míralos, sabes que es mejor que no estén acá, si te soy sincera siempre me han parecido ridículos los estándares sociales de los saiyajin. ¿Piensan que el poder es lo más importante ante todo, pero aún así repudian a alguien solo por sus gustos a pesar de ser fuerte? Yo diría que es hipocresía.

Vegeta mira irritado a su compañera, pero sabía que si no cedía, Bulma estaría enojada con él por no ceder a sus deseos.

— Está bien, te destierro para siempre a la tierra, oficialmente ya no perteneces a las filas del ejército del planeta Vegeta — El Rey dice malhumorado. — Es una pena que un guerrero como tú se haya perdido en tareas de un tercera clase.

— No me molesta — JungKook hace un leve reverencia antes de ir hacia Jimin, quien sonreía. — Porque de no ser así, no hubiera conocido a mi compañero. 

Different planets →kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora