xiii. alfa está de vuelta

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VIEJOS DEMONIOS,
capitulo trece: alfa está de vuelta!


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          JOY NO PODÍA RECORDAR CUANDO FUE LA ÚLTIMA VEZ QUE ESTUVO EN POLONIA, ya sea estando en una misión de la Alianza o simplemente como una turista gracias a que sus padres finalmente se dignaron a llevarla a un viaje en el exterior de Norteamérica. La mujer de cabellos rubios podía admirar cierta belleza en ello, más en las calles de Polonia, donde un agente SOA pudo identificar al capitán perdido en acción Christopher Redfield. Piers y Fiona no podían haber sentido tanto alivio como lo sintió la rubia en ese momento; sin más perder el tiempo para tomar un helicóptero Osprey para llevarlos allí en cinco horas. Desde ese punto, Joy decidió dejar todo ordenado para que las personas que se quedasen con Zella a partir de ese momento (quien sería su madrina Jill) hasta que ella volviese después de la misión que la Alianza tomaría en el frente de un ataque bioterrorista en China. Zella quería ir también, pero eso era un rotundo no para Joy y si Chris estuviese allí, se habría negado completamente.

          —Pero quiero ver a Baba—protestó Zella de manera seria, con un semblante tan similar al de Joy (y también al de Chris en su gesto).

          —No, Zella, y ese va a ser el punto final—declaró la mujer empacando su traje—. Te quedarás aquí con Jill, asistirás a la escuela y esperarás pacientemente a que volvamos.

          —¿Y si tú tampoco vuelves?

          Williams se detuvo en sus movimientos, girándose para ver a la niña de piel morena, quien se abrazaba los brazos. Era inevitable no ponerse a pensar en la posibilidad de que tal vez ni Joy o Chris logren volver a ella, a pesar de que ellos fuesen los mejores de su división y carrera — todo podía suceder en un chasquido de dedos. La rubia soltó un suspiro antes de sentarse en la cama, palpando a su lado para que esa se sentase y Zella caminó hasta ella, sentándose a su lado.

          —No sé qué es lo que voy a encontrar ahí, Zella—admitió Joy mirándola antes de tomar su mano—. No sé si el Chris que encuentre allí siga siendo tu padre o mi marido. Él sufrió un golpe muy grave, lo cual supone que él no nos recuerde y no sé qué tan grande es—le dio un fuerte apretón—. No voy a exponerte a una situación peligrosa si él decide atacarnos para defenderse o si sus intenciones son...otras. Espero que pueda encontrar y trataré de traerlo de vuelta. Tú solo concéntrate en ser una buena niña, ¿de acuerdo?

          —Está bien—asintió Zella antes de abrazarla.

          Joy ya extrañaba esa cercanía con su hija y solo habían pasado siete horas. Ella se acomodó mejor en el Osprey mientras que miraba al frente, donde estaban Piers y Fiona; esta última utilizando el hombro de Nivans como almohada para poder tener algunas horas de sueño. El castaño de orbes verdes, mantuvo la mirada en la pelinegra, tomando su mano en un agarre ligero. Joy podría echarse a reír en ese mismo momento, ante la pura ironía que se mostraba frente a sus ojos. Sin embargo, la determinación que mostraba el semblante del teniente del equipo Alfa fue impresionante para los nuevos integrantes del equipo de Chris, pero también fue un acto de coraje para Joy — quien, después de todo, le había hecho pasar una gran tormenta debido a su fracaso de mantener a su marido a salvo. Tal vez, ella se dejó llevar por sus emociones y, tal vez, ella le debía una disculpa.

MORTALITY ━━ Chris Redfield ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora