xxvi. el juego de lucas

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ESPECTRO,
capitulo veintiséis: el juego de lucas!


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          ELLA DEBIÓ HABERSELO IMAGINADO. O al menos predecirlo por cómo se estaba desenvolviendo la situación. Sin embargo, Joy se dio cuenta que ninguna de las dos eran una opción viable, ninguna podía sacarla de dónde estaba en ese mismísimo momento. Era como estar en un callejón sin salida en un laberinto que parecía casi interminable. Llegó a faltarle el aire, a cortarse de la misma manera como una mano se cierra alrededor de un cuello. Su pánico no era tan elevado, pero ella sabía que sus palpitaciones, según el casco que llevaba en su cabeza, habían aumentado de manera exponencial y se preocupó por haber perdido el aliento en ese exacto segundo. Spencer se había apartado con pánico, mirando en dirección a su muñeca como si alguien se la hubiese quitado y reemplazado por algo mucho más horroroso que eso. Su mirada verde volvió al frente, dónde Lucas Baker la miraba sin el casco que tenía puesto. Su expresión era más que aterradora, completamente tenebrosa ante la presencia de los cuatro soldados que estaban allí.

          Luego, su mirada volvió a su muñeca.

          (Ella no tenía que adivinar que tenía una maldita bomba en su muñeca.)

          ¿Cómo pudieron ser engañados para caer en la trampa?

          Lucas Baker sonrió de la manera más diabólica posible, que hasta Joy tembló ante la anticipación. Chris tenía su arma fija en la figura del hijo de los Baker y Joy no sabía si era mejor cortar su mano o simplemente dejar que el explosivo le quitase la vida de una maldita vez por todas. Ni siquiera alguna de las dos opciones parecían viables en ese momento, ya que Joy podía sentir cuales serían las consecuencias: perder una mano y continuar viviendo su vida como una mujer retirada o morir en el intento y dejar a un padre viudo con una hija de trece años. Ninguna de esas opciones era simple, ninguna de ellas significaba algo que fuese viable, las dos eran igual de desastrosas como ella lo era en ese momento. No había salida, Joy estaba absolutamente acorralada. ¿Volver? Esa ya no era una opción.

          Sin embargo, la maldita mierda no paraba de sentirse divertido.

          Parecía un niño.

          Un niño muy, muy estúpido, pensó la rubia.

          —Pues, me parece eso no va a poder ser—señaló el muchacho antes de reírse y Joy sacó su arma, dispuesta a volarle la cabeza—. ¡Ooooh!¡Yo que tú no haría eso!

          —¡Me da igual!—bramó la ex piloto enfadadísima—. ¡Las manos donde las vea!

          Lucas dejó el casco a un lado, mostrando un detonador en su mano, cosa que no solo le quitó el aliento a Spencer; sino también a ellos, a los dos comandantes, quienes ya tenían más que experiencia en aquellas situaciones, pero siempre terminaban sin palabras en la boca. El mayor de los Baker mantenía un firme agarre en ese detonador, como si se tratase de un maldito trofeo, un verdugo que estaba a punto de perpetrar su propio crimen — uno de los mejores que se hayan visto. El otro soldado que intentaron rescatar, que formaba a uno de los tres que desaparecieron, parecía rendirse ante la inevitable muerte que se avecinaba, sin importar qué más lo deparaba. Todos irían al infierno de todos modos, Lucas Baker, aparentemente, era la entrada a dicho infierno.

MORTALITY ━━ Chris Redfield ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora