𝐌𝐎𝐑𝐓𝐀𝐋𝐈𝐓𝐘
❝El caos siempre estuvo a mi lado.❞
𝐉oy ya se había enfrentado al caos en la tierra, ahora, debía hacer todo lo posible para evitar que alguien más lo provoque.
☤ ━━ joy williams series & betra...
ESPECTRO, capitulo treinta: la verdadera corrupción!
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JOY OBSERVÓ CÓMO JILL VALENTINE ESTABA RECOSTADA AL LADO DE ELLA, su mirada fija en el techo, ambas en la cama que Chris y Joy compartían. La mujer de cabellos castaños permaneció en silencio, intentando de mantener sus ojos cerrados y su respiración acorde a la tranquilidad de la casa de su mejor amiga. A su lado, descansaba una taza de café que Joy le había servido hacía unos diez minutos, luego de perseguirla por la casa antes de encontrarla en la habitación matrimonial, recostada del lado de Chris. Silenciosamente, ella sonrió y caminó hacia su lado, entregándole la taza de café a Jill para luego recostarse y esperar. Valentine, siendo la mujer terca y rara que es, tomó un sorbo antes de dejar el vaso caliente en la mesa de luz donde Chris dejaba parte de sus pertenencias. ¿El resto de eso? Ambas permanecieron en silencio.
Valentine había vuelto de Croacia hacia unas dos horas.
(Juzgando por cómo estaba, no podía llegar a ser algo bueno.)
Cuando Joy la recibió en la puerta, sin anunciarse (algo que siempre hizo desde tiempos inmemorables, incluso antes de que ellos adoptasen a Zella), su rostro parecía estar completamente consternado y eso no tardó en producir efecto en Joy. Entonces, allí estaban ellas, admirando un techo que tenía muy poco para contar. De hecho, ese mismo techo parecía más interesante que ellas, pintado de color oliva combinado con las paredes blancas y empapeladas de la habitación. Joy sintió que Jill se acomodaba hacia un lado, justo para mirarla a ella, en completo silencio.
—Esta cama es muy dura—dijo Jill finalmente.
Williams parpadeó una, dos veces, antes de soltar una carcajada entre dientes.
—¿Es enserio?—añadió la rubia girando su cabeza para mirarla—. Vienes a mi casa, te acuestas en la cama donde duermo y tengo sexo con mi marido—Jill hizo una mueca de asco, provocando que su amiga soltase una carcajada más grande—. ¿Y te atreves a decir que mi cama es dura?
—Al menos cumple la misión con el sexo—admitió la castaña negando con la cabeza.
Joy simplemente se limitó a rodar los ojos.
Luego, volvió el silencio.
La mirada verde de Joy se mantuvo fija en la figura de su mejor amiga, sabiendo perfectamente que su anatomía había sufrido tantas intervenciones con el correr de los años. Ambas tenían la misma edad, pero la única que lo lucía era Joy, ya pisando sus cuarentas a lo grande. No obstante, Jill Valentine parecía estar padeciendo un mal el cual Joy no sufría hacía mucho tiempo — ni siquiera se acordaba cuando fue la última vez que lo sufrió antes de conocer a Chris. El mal de amores que tenía la castaña era todo un enigma, como también sus sentimientos alrededor de lo que sería cierta persona en su vida y ella podía entender perfectamente que eso afectaba e irritaba a su mejor amiga con creces. A pesar de no poder hacer nada para afectar las decisiones de Valentine, ella valoró cada consejo que la castaña le dio alguna vez.