Jaemin se había rendido desde hace mucho tiempo, se podría decir que fue días después de haber aceptado la muerte de sus padres porque al parecer el verlos ser asesinados no fue suficiente para que su cabeza pudiera procesarlo.
No recuerda exactamente cuando pero era cerca a su cumpleaños, puede que lo que más le haya dolido haya sido darse cuenta que nunca más le dirían un "Te amo" de forma sincera o que lo felicitarían sin esperar algo a cambio. Muchos padres pueden tener ese mal hábito de dar solo reprimendas a sus hijos, nunca notando sus esfuerzos o las cosas que hacen bien fijándose solo en los errores, de cierta forma es comprensible si ellos fueron criados de la misma manera en la que se siente como un delito decir "Lo hiciste bien" o "Te esforzaste". Jaemin cree que esas palabras nunca salieron de la boca de sus padres pero esto nunca significó que no se sintieran así. A veces hacía falta que le recuerden que estaba haciéndolo bien aun si los resultados no siempre eran los mejores. Por eso Jaemin esperaba con ansias su cumpleaños, le hacían una fiesta en casa e invitaban a otros niños de su edad, finalizando siempre terminaban dándole un abrazo y susurrándole su amor al oído, tan sutiles, como si esto no estuviera permitido. A Jaemin le hacía feliz saber que había personas que lo amaban.
Pero ahora no había nadie, ni él mismo.
Su boca estaba seca y a pesar de que había perdido cierta sensibilidad en su cuerpo éste le ardía. Han habido ciertas personas que le mencionaban que sus labios estaban resecos y Jaemin reía avergonzado, intentó humectarse los labios pero siempre se veían con rajaduras y a punto de romperse. Ahora que lo piensa, Jeno nunca le dijo eso. Se preguntaba si Jeno sentía raro sus labios, si le disgustaba o simplemente había decidido ignorarlo, quizás nunca consideró a Jaemin tan importante como para fijarse en esos detalles. Jeno había dejado bien en claro que quería tener una relación con él pero que tan cierto era eso y hasta que punto lo sería.
Las personas se aburren y dejan de querer cosas, es totalmente normal, son como niños que vieron un juguete en la repisa tan lejos de ellos que inmediatamente tuvieron el deseo de sostenerlo en manos, luego cuando se dan cuenta que lo tuvieron a su alcance y sintieron con sus propios dedos el material lo dejan de lado hasta que otra cosa se encuentra más alto en la repisa.
No tenía caso pensar en Jeno pero no podía evitar hacerlo. ¿Cuál sería su expresión cuando se enterara que había muerto? ¿Qué tanto lloraría? ¿Se rompería en publico o esperaría a estar solo para desgarrarse? ¿Qué clase de flores le dejarían? Jaemin no tenía amigos, quizás un par de conocidos y ese chico de cejas graciosas que solía pasarse por su estudio a quien no sabía como etiquetar, también estaba Jeno sin etiqueta alguna, le gustaría llamarlo aunque sea una vez su amante pero no podía mover sus labios y por ende era incapaz de sentir la palabra salir de su boca.
Sus párpados ya habían sido vencidos hace horas y las mujeres se habían esfumado luego de que dejó de sentir sus extremidades, lo supo porque antes la soga apretaba fuerte en sus muñecas y tobillos pero ahora ni siquiera estaba seguro de que sus piernas y brazos siguieran allí. Su rostro estaba tieso como congelado y le dolía el tratar de moverlo pero no era como si realmente lo necesitara.
No sabía como lucía en esos momentos y le aterrorizaba, las últimas personas que lo habían visto habían sido esas mujeres y ese tal Haechan, por la mirada disgustada que le dio podría adivinar que se veía mucho peor de lo usual. Jaemin siempre había estado consciente de su apariencia, realmente no se consideraba alguien de mala apariencia o "feo" como todos suelen decir, es más, varios le habían halagado por sus delicados rasgos y como se ve tan elegante serio. Jeno también le había dicho que era atractivo y él mismo en varias ocasiones se lo había repetido al frente del espejo pero por más que le dieran cumplidos solo él sabía lo que pasaba en su cabeza, nadie más podía ver lo horrible que él pensaba era. Al reflejarse en el espejo le daba náuseas el tan solo sonreír, así lo miraban otras personas todo el tiempo sin embargo esa sonrisa no parecía pertenecerle. Se encontró a sí mismo fingiendo su risa y otras expresiones con tal de que para las personas que lo vieran resultara como alguien normal, si no encantador.
Hasta respirar era difícil en su situación, podría obligarse a sí mismo a ahogarse pero eso solo resultaba en que su sangre corriera con pocas energías por todo su cuerpo y su corazón latiera rápido.
Si hubiera aceptado a Jeno ¿La situación cambiaría? No estaba seguro. Recordaba bien lo que le había dicho, Jeno sabía que Jaemin no lo amaba y aún así lo intentó, quizás esperó que el pelirrosa le mintiera para así ambos vivir en un cuento de hadas tan falso como él. ¿Qué haría Jeno si fuera él? Definitivamente no se habría rendido.
Si desde un principio hubiera sabido que al morir tu cuerpo se apagaba con tanta suavidad lo habría considerado e intentado muchas más veces de las que cree su psicóloga.
Parecía que flotaba en una piscina, sin la sensación molesta del agua entrando a su oído o el miedo irreparable de que una ola lo ahogue. Flotaba con tanta serenidad que imaginaba que tan larga debía ser esa piscina o puede que haya estado flotando en el mismo lugar todo ese tiempo. Su corazón se apaciguaba de la misma forma en la que lo hacía al sentir los dedos de Jeno al recorrer su cabello dando lugar a una sensación que causaba que su cuerpo se estremezca y le brindaba una calma inexplicable.
Si tuviera que pedir un deseo antes de morir sería decirle a Jeno que lo quería, mintiéndole como lo hacía todos los días, decirle que anhelaba pasar el resto de su vida a lado suyo y dormir acurrucado a su costado con la intención de sentirse amado.
No había a quien engañar y no valía la pena. Tenía miedo y pensar en cosas felices no le ayudaba porque se había convencido todo ese tiempo que la felicidad era una mentira y una parte más de la tristeza que confundíamos. Pero Jaemin fue feliz, aunque se tratara de una cadena de engaños a su subconsciente fue feliz y sonrió con sinceridad así que si tuviera que pedir un deseo en ese mismo momento sería... seguir viviendo.
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toxic [nct/wayv au]
Fanfiction"Tienes que ser cuidadoso a quien miras, a quien tocas y sobre todo, si sus labios te rozan. Un solo beso puede ser tan venenoso como para matarte". Una historia de nueve chicos con el alma envenenada. angst, muerte de personajes capítulos: 22/22 es...