—¡Sejeong!
A Jisung siempre le sorprendía la casa de su hermana, limpia y ordenada, ninguna partícula de polvo sobre los muebles o en el piso y todo parecía estar en armonía, a diferencia suya que ni recordaba muy bien como lucía su departamento ya que las pocas veces que estaba allí no se molestaba en prender las luces y se iba de frente a dormir, si es que no estaba tan cansado, otras veces caía sobre el sofá o en el suelo sin evitar el agotamiento de su cuerpo.
"Soy doctor se supone que debo estar saludable" se reclamó mientras llamaba una vez más a Sejeong.
La clínica en la que trabajaba quedaba convenientemente cerca a la casa de su hermana y no era porque él mismo haya elegido trabajar allí con las intenciones de mantenerse cerca, solo resultó ser una coincidencia... para la mala suerte de Jisung, él era fiel creyente de que el universo planifica como para que un par de casualidades den una vaga excusa. Dependiendo del turno en el que salga, Sejeong estaba acostumbrada a ver a su hermanito en la casa y ya habían cesado los sustos que se llevaba en un principio al ver una sombra alta de espaldas.
—¿Sejeong? —. Empujó la puerta de su habitación asomando su cabeza sin encontrarla y ahí se rindió con la búsqueda. Miró su reloj confirmando que ya había debido salir de su trabajo y simplemente salió de su casa.
Pensó que sería una buena idea ir a su departamento para por fin ver la condición en la que estaba y no se sorprendió cuando éste parecía un desastre, con tan solo ver todo lo que debía acomodar la pereza invadió su cuerpo haciéndolo tambalear para cerrar la puerta detrás suyo. Jisung no solía recibir correo por lo que le asombró cuando notó un par de sobres en el suelo de diseño sencillo y con su nombre escrito en la parte posterior con una bonita letra cursiva.
"Estimado Park Jisung:
Lo invitamos a que se reúna con nosotros el día 23 de agosto a las 20 horas en el bar NEO CITY con el motivo de ofrecerle una oportunidad que a muy pocas personas se les puede dar. Contamos con su asistencia.
-W"
"Corrección con respecto a la anterior carta, el encuentro será a las 21 horas ya que no creemos estar disponibles a las horas anteriormente mencionadas.
-W"
Una broma, eso debía ser. Además ¿Qué se supone que significa W? Y ¿Cómo sabían que vivía ahí si rara vez estaba en su departamento? Por donde lo viera señalaba que lo habían seguido por un tiempo considerable y habían investigado sobre él lo cual lo aterraba de cierta forma. Era culpa de Dejun que se haya vuelto paranoico en mínimas medidas, mientras el chino analizaba todo a su alrededor, Jisung le daba vueltas a un mismo tema correspondiente a su vida personal sin llegar a una explicación en concreto.
Le dio un vistazo más a su departamento y salió. Podía limpiarlo luego.
Había decidido no asistir a dicha reunión sin embargo, ahí estaba él preguntando por tal bar y la dirección ya que no había sido especificada en ninguna parte de la carta. Solo podía preguntar a personas cercanas a él que no vayan divulgando rumores que se acercaban muy poco a su realidad. Obviamente llamó a Dejun como su primera opción, sorprendentemente el chino aclamaba no conocer tal lugar.
—Es inusual que tú no conozcas un establecimiento en el cual se haga venta de alcohol —habló con un tono de voz sarcástico.
—Insinúas que soy un alcohólico —mencionó segundos antes de cortar la llamada.
—No, tú lo haces.
La curiosidad era difícil de evitar pero no sería la primera vez que Jisung se reprimía ciertos deseos. A pesar de que su vida profesional sea bastante agitada el doctor Park podía tener el tiempo libre que sea, no importaba el día o la hora, podía faltar a su trabajo y mandar a que pongan un reemplazo, el dinero nunca le iba a faltar debido a las buenas conexiones que tenía, una de ellas era Dejun.
Conoció el chino en un tiroteo hace un par de años, volvía cansado de su trabajo cuando el alboroto surgió de la noche y la neblina. Dejun había dicho que tan solo era un transeúnte que iba de paso cuando sucedió, sin embargo la verdadera historia era otra, un poco más complicada y organizada en la que si Jisung no aparecía por allí, el chino habría muerto y fracasado.
Dejun siempre le estaría agradecido, a diferencia de la mayoría de sus compañeros, él era leal y siempre tenía las mejores intenciones del mundo por esas razones siempre estaba el pensamiento en su mente de que era el peor asesino a sueldo y como esta categoría aún era reducida, prefería pensar que era el peor criminal en todo el mundo. Hacía su trabajo bien, la persona a la que le habían encargado siempre terminaba muerta pero de que valía si minutos antes de quitar una vida prefería abandonarlo todo y buscar a la policía, vender a todas las personas que lo habían contratado y entregarse él mismo. Así de cerca estaba de acabarlo todo y no solo para él, sino para las personas que alguna vez se vieron involucradas. No veía a su familia desde que empezó con ese particular trabajo pero ellos sabían donde vivían y sus nombres, quizás por el miedo a que les hagan daño Dejun persistía y peleaba consigo mismo.
No se preocupaba por Donghyuck, él era el mejor en lo que hacía, confiaba en sus métodos. No existía persona que pudiera hacerle frente.
Jisung ingresó al bar con un extraño presentimiento. Miró alrededor y trató de encontrar algo fuera de lugar, algo que le grite que tenga que irse y huir de allí en ese mismo momento pero al contrario, su curiosidad lo guiaba hacia una mesa vacía en un rincón, dispuesto a esperar por sus futuros contratistas. Las ofertas como ésas le llegaban a menudo, nunca por carta, pero mensajes a su celular o correos electrónicos, criminales pidiendo por asistencia médica privada prometiéndole cantidades enormes de dinero y protección; gracias a Dejun. Jisung, por supuesto, aceptaba, aún si perdía su puesto en la clínica tendría de donde sacar ingresos sacando el pequeño detalle que todo ese dinero con que le pagaban era ilegal.
Dinero es dinero, el mismo que mata también puede traer a la vida, capaz de dar felicidad y agobiar a la gente por eso eran adictos a papeles con valor ya que éstos tenían tanto poder que no era necesario diferenciar entre lo bueno y lo malo.
Al poco tiempo un hombre de su tamaño se sentó al frente suyo, con la cabeza agachada y arregló su saco. Llevaba unos lentes de sol pero éstos en ningún momento impidieron que Jisung sienta su mirada suplicante a través y un completo regocijo se colocó en su pecho. Era abrumadora la sensación al saber que las demás personas podían llegar a rogarle por sus servicios. En efecto, aceptó ignorando el dinero que le prometían porque Jisung no lo hacía por esas razones, no le interesaba, era mucho más satisfactorio tener una vida pendiente colgando de sus dedos y ser capaz de decidir el rumbo de ésta.
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toxic [nct/wayv au]
Fiksi Penggemar"Tienes que ser cuidadoso a quien miras, a quien tocas y sobre todo, si sus labios te rozan. Un solo beso puede ser tan venenoso como para matarte". Una historia de nueve chicos con el alma envenenada. angst, muerte de personajes capítulos: 22/22 es...