Capítulo 5(Tierno y amoroso)

286 27 8
                                    

En casa de Susana, Pancho y la pareja entraron encontrándose a la dueña de la casa llena de harina.

- ¿Qué te paso Susanita? -Preguntó ancho mientras los demás observaban el desorden en la cocina.

-Es que iba a hornear un pastel, pero algo salió mal-Bajo la mirada. -Perdón chicos enserio quería tenerles una sorpresa por su regresó.

-No pasa nada Susana-dijo Temo

-No tenías porque-Y le siguió el oaxaqueño

-Bueno, como no los veíamos desde hace un año, quería recibirlos bien

Se sentaron comer los cuatro ya que Sebastián se había ido con su papá.

-Te quedo muy rico Susana

-Gracias Temo, he estado practicando para cocinar como mi mamá.

-Pues lo estas logrando, esto está muy bueno.

- ¿Y cómo vas en el hospital?

-Muy bien hace poco tuve una Cirugía coronaria en un paciente y la hice yo solo como residente de planta.

- ¡Felicidades Temo! -Le felicitó Susana con una sonrisa.

-Es que mi Tahi es el mejor-Le dio un beso la comisura de los labios.

- ¡Hey! ¡Chiflando y aplaudiendo! Estamos en familia, compórtense-dijo con ''seriedad''.

Después de comer y charlar un rato con Pancho y Susana, los dos regresaron al hotel.

Ari terminó de abrir la puerta cuando Temo se le lanzó a robarle un beso, el rizado solo correspondió y pateo la puerta para que se cerrara.

Aris lo arrincono en la pared más cercana para seguir besándolo con pasión. Sus labios besaban al contrario con amor y lujuria como si nunca los hubiera probado en su vida, pero es que no importaba cuantas vece los probara siempre sería como la primera vez adictivos.

Se separaron solo unos segundos para aspirar aire, y después fundirse en aquel demandante beso, tomando entre sus dientes el labio inferior del castaño para luego morderlo suavemente, haciendo que el toluqueño gimiera, y, por consecuencia, entre abriera los labios y permitiera paso a la lengua del rizado para que explorara toda su cavidad bucal y encontrara la suya con desesperó.

Y, apenas estas se encontraron danzando entre ellas, intercambiando saliva, escuchando los jadeos ahogados en la habitación.

Volvieron a separarse por un poco más de tiempo, dejando un hilo de saliva que se rompió apenas el de ojos chocolate tomó con fuerza a Temo que tan solo chilló sorprendido, aferrando sus brazos al cuello del más alto, y enrollando sus piernas en su cadera.

Su espalda volvió a impactar con la puerta del closet que tan solo crujió cuando Aristóteles volvió a atacar sus labios dando pequeños besos, y explorando toda su boca con su lengua que parecía no dejar nada sin tocar.

Volvió a ahogar otro gemido bajo cuando esas manos pasaron de estar en sus muslos a su trasero. Dio un pequeño brinco aún en el aire aferrando sus dedos a los rizos de Ari cuando esté comenzó a amasar sus nalgas con sus dos grandes manos, dando uno que otro fuerte apretón que le robaron completamente el aliento.

A pasos largos, y algo torpes, Aris guío hasta la cama dejándolo caer, con cuidado en la cama para separarse por primera vez en el día.

- ¿Dónde está el lubricante? -preguntó quitándose su playera para volver a encarar a los ojos al mayor que tan solo agitó su cabeza, aún nublado por todas aquellas sensaciones que había causado el rizado en él.

¡Tenemos boda!(Aristemo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora