Capítulo 28 (despistados)

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Unos días habían pasado y nadie se había percatado del hermoso anillo que reposaba en el dedo anular del toluqueño, la familia era despistada.

Aunque también era que la pareja no había querido decir nada, porque conocían a sus familias, no querían que se apresuran a planear la boda, ni ellos sabían todavía que querían.

....

Aris estaba en la sala del departamento Córcega platicando con Eugenio y Robert sobre temas de interés para os tres, entre esos la carrera musical del rizado.

- ¿Y cómo está todo con tu disco? - preguntó Robert en dirección hacia el oaxaqueño.

-Muy bien, como les decía está planeado para antes de navidad, es una sorpresa para mis fans y para Temo, la canción está especialmente escrita para él. Respondió Ari con una sonrisa en el rostro, sus canciones siempre estarían dirigidas al amor de su vida.

-Ah, que hermoso detalle Aristóteles, siempre es bueno tener primero a la persona que amas- halagó Eugenio posando su mano en el hombro del mencionado.

-Sí, mi tahi es lo mejor de mi vida y juntos vamos mejorando, por eso decidí escribirle esa canción- habló el de ojos chocolate orgulloso de su nuevo proyecto.

-Que bien, primo. Es fantástico que te este yendo bien y que tú y Temo estén muy bien- habló Robert sonriéndole al de ojos chocolate.

- ¡A comer! - gritó doña Blanca desde la cocina, llamando la atención de los hombres en la sala.

-YA vamos, mamá- respondió Robert encaminadose a la cocina junto a los otros dos.

-Umm que rico se ve todo, tía- alagó Aristóteles viendo el mole en la mesa.

-Bueno, no todo el crédito es mío; también Temo me ayudo- sonrió Blanca al mencionado, viendo como este se sonrojaba por la atención.

-Oh, entonces, que bien cocinas, tahi- felicitó Ari viendo al toluqueño sentado al lado de él.

Todos comenzaron a comer, disfrutando de los ricos platillos preparados por Cuauhtémoc y doña Blanca, tan sumidos estaban en la plática que ni cuenta se dieron cuando Pancho y Susana entraron al departamento.

- ¡Buena tardes familia! - saludó Pancho con su característica risa.

-Pancho, ni cuenta nos dimos que llegaron- habló Eugenio tomando un vaso de agua.

-Veo que están comiendo el mole de Doña White- dijo Francisco y la mencionada entendió lo que quería.

-Siéntense a comer- pidió señalando dos lugares en la mesa- ya les sirvo.

-Oh, muchas gracias Blanca- agradeció Susana que hasta ahorita no había dicho nada.

- ¿Y cómo han estado? - cuestionó para sacar plática- porque a los Aristemos no los he visto.

-Es que hemos estado ocupados, Papancho. No es que no hayamos querido verlos- dijo Temo explicándole a su progenitor.

- ¿Haciendo qué? - preguntó insinuando otras cosas, Francisco los miró acusadoramente a la joven pareja.

-Yo respondo eso Pancho. Como Diego y Mateo están aquí, hemos salido en citas dobles- mintió, aunque no del todo- para mostrarle a Mateo lo hermoso que es Oaxaca- dijo Aristóteles mientras acariciaba el anillo en la mano de Temo, nadie se había percatado de la joya en el dedo del mayor, bueno eso querían pensar.

-Umm que bueno, así Mateo sabrá lo que se ha perdido por no venir antes- le dio la razón Pancho a Aris.

Luego de esa corta charla, todos continuaron en una amena y alegre plática sobre distintos temas, hasta que terminaron y se fueron a la sal para continuar.

-Tahi, ya es tarde, deberíamos irnos- le dijo el toluqueño al rizado en voz baja para que solo ellos escucharan.

-Te apoyo tahi, bueno hay que despedirnos- el de ojos chocolate se levantó para ir a despedirse de su familia- Bueno, ya es tarde, así que ya nos vamos. Gracias por todo, fue un gusto comer con ustedes.

-Lo mismo digo Ari- comentó Susana abrazándolo y dejando un beso en su mejilla.

Por el otro lado Temo se despedía de doña Blanca y don Eugenio- gracias, estuvo muy rico todo. Y fue agradable estar con ustedes.

-Sabes que esta es tu casa temo, cuando quieras- habló la mujer sonriéndole.

-Nos vemos luego, Cuauhtémoc. Gracias por venir a vernos- agradeció Eugenio dándole una palmada en el hombro del castaño.

-Creo que eso es todo, nosotros ya nos vamos- habló el toluqueño tomando la mano de su novio.

- ¡Calmantes, montes pájaros cantantes! ¡Cuauhtémoc! - gritó haciendo que los dos jóvenes se detuvieran- Naranjas que ya me voy, tú y el Aristófanes nos tienen que decir algo.



¿Qué va a decir Pancho?

Cuídense y besitos en sus frentesitas😘💛

¡Tenemos boda!(Aristemo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora