Lágrimas

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Pov Omnisciente.

El de guadaña se adentró en los baños siguiendo el ruido, no le gustaba ser entrometido, pero reconocía la voz quebrada que se escuchaba entre sollozos.

Acabó frente a uno de los cubículos del baño, la puerta estaba cerrada; pero podía ver las piernas de Zim pegadas a esta... Decidió hablar.

Dib: ¿Zim? —La rápida inalacion sorpresiva que escuchó solo confirmó lo obvio. —Se que estás ahí...

Al otro lado del cubículo Zim se escondía detrás de la puerta, secándose las lágrimas y esnifando, aunque aparentemente no tuviera una nariz.

Zim: D-Dib, ¿Que haces aquí? ¿No es hora de clases? —Cuestionó aclarando la voz y limpiándose las lágrimas, mirando el suelo algo asustado.

Dib: Eso debería preguntarlo yo, normalmente yo me salto las clases. —Dijo en voz suave. —Que... ¿Qué pasó? —Preguntó apoyándose en la pared del cubículo.

Zim: No es nada solo... Los lentes de contacto lastiman a Zim. —Dijo en voz suave, abrazándose. —Quería... Quitarmelos para descansar la vista, no puedo dejar que nadie me vea sin el disfraz ja... Ah...

Dib: ¿Puedo pasar entonces? —Cuestionó notando la evidente excusa.

Zim: N-No, es solo... A-Alguien podría verme sin los lentes de contacto. —Dijo algo desanimado.

Dib: Pero están en clases, tu mismo lo dijiste, no oigo a nadie y... Estás hablando del tema en voz alta. —Argumentó mirando levemente la puerta, luego miró los lavabos frente a él.

El Irken se quedó callado unos momentos mientras pensaba, ¿Que debería hacer? Se estaba sintiendo de una forma terrible y no podía detenerlo. No se supone que fuera así, se supone que fuera lleno de felicidad, valentía, convicción y seguridad como todos los de su especie; para cumplir con su deber por el bien mayor del universo, para repartir amor, cariño y felicidad... ¿Pero como podía hacer eso si se sentía destrozado e inútil?

Su respiración se desestabilizó de nuevo y tuvo que taparse la boca con ambas manos, cerrando los ojos con fuerza y contando hasta... ¿Hasta donde tenía que contar? Dib estaba fuera del cubículo, tenía tanto miedo, solo quería desaparecer de la faz del universo.

No pudo actuar lo suficientemente rápido ya que Dib se coló por la parte de arriba, cosa que lo asustó y mucho, casi grita por ello, el de anteojos poso una mano en su mejilla.

Dib: Lo siento... —Se disculpó directamente, limpiándole las lágrimas salientes. —Se que actué como un tonto y talvez no quieras verme... Pero necesito que me digas que te hicieron los idiotas de Chunk y compañía. —Explicó poniendo las manos en sud hombros.

Zim: E-Ellos no hicieron nada... ¿Que te pasó en la cara? —Preguntó preocupado.

Dib: Yo pregunté primero, ¿Que te hicieron esos imbéciles? —Preguntó entrecerrando los ojos.

Zim: ¿Para que quieres saberlo? —Cuestionó mirando el suelo y encogiéndose de hombros. —No cambiaría nada...

Dib: Zim, los escuché y venían de los baños, por eso te encontré... —El de tez verde agrandó la mirada, sorprendido.

Zim: E-Eso no importa... Además estoy bien. —Dijo sonriendo suavemente, su labio tembloroso lo delataba y le dolía la garganta.

El de guadaña lo miró con tristeza, era más que claro que estaba mintiendo... Y todo se fue para abajo cuando las gruesas lágrimas comenzaron a surgir de los ojos del más bajo, acompañadas de los temblores del mismo como si se tratara del frío.

Tu, mi Dulzura | ZADR | Lovebug AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora