Cayendo en la trampa

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Al abrir los ojos Law miró alrededor, su acompañante no estaba, saltó de la cama y corriendo se empezó a vestir.

Law - Mierda, mierda!

Se puso los pantalones y las botas y salió así corriendo, sabía que la chica intentó seducirle para no explicarle sus secretos, habrá atacado a alguien? Habrá robado algo?

Salió por la escotilla y subió al barco de los mujiwara que estaban en la cocina, entró como un torbellino para quedarse estupefacto en la puerta.
En el centro de la sala mientras Sanji terminaba su labor, Lola y Luffy bailaban alegremente al son de la música de Brook, la chica sonreía y se divertía hasta que desvió la mirada hacia el ojeroso, al verle tan agotado entendió rápido que lo primero que había pensado el pirata era que la había traicionado.

Su gesto cambió y se quedó sería, cuando sirvieron la comida apenas dirigió una mirada al moreno, que se había sentado a su lado.
Nami y Bepo conversaban animados de que en pocas horas llegarían a una isla pequeña en la que estirar las piernas.

Law - Oye Lola-ya...

Lola - No sigas hablando, se lo que has pensado, si piensas tan rápido que te puedo traicionar no debería estar en tu tripulación...

Law - Pero oye...

Lola - Calla! Me quedaré en la próxima maldita isla en la que paremos, déjame en paz

La chica salió a cubierta, el moreno se quedó en la cocina, nadie sabía bien que había pasado, excepto Zoro que estaba sentado al lado.
El espadachín se puso de pie, dió un golpe en el hombro a Law dando a entender que él se encargaría y fue tras la muchacha.
Miró alrededor y no había nadie, un extraño ruido metálico llamó su atención, reconocía el ruido de sus pesas al moverse, la chica estaba en el gimnasio.
Cuando abrió la puerta vio a la muchacha cargando sus pesas con furia, el sudor le perlaba la piel mientras gruñía del esfuerzo. El peliverde se relamió inconscientemente antes de cerrar la puerta tras él y alertar a la muchacha.

Lola - Que quieres? Te envía Law?

Zoro - No... Vengo a entrenar

Lola - mpf

Zoro cogió otro juego de pesas y se puso al lado de la chica, ella se cargó el peso en sentadilla dejándole al espadachín una gloriosa vista de su trasero.

Zoro - Oye, así te harás daño...

El peliverde le corrigió la postura con amabilidad, la chica se estremeció un poco ante el contacto de sus dedos callosos por las espadas, bajó ligeramente la guardia y Zoro se dió cuenta.

Zoro - Que te ha pasado con Torao?

Lola - Piensa que escondo algo y le puedo traicionar...

Zoro - yo también lo creo

Se miraron duramente, la chica había dejado las pesas para darse algo de magnesio en las manos, el peliverde con los brazos cruzados frente al pecho la miraba desafiante.

Lola - Y se puede saber porque?

Zoro - dicen que Mejor prevenir que curar...

La chica bufó, el muchacho se acercó a coger magnesio para empezar sus ejercicios, la morena llena de rabia saltó sobre su espalda inmobilizandolo contra el suelo.

Lola - MALDITO!! CREES QUE SI YO QUISIERA ACABAR CON VOSOTROS NO LO HABRÍA HECHO YA?!

La morena tenía inmovilizado a Zoro boca abajo, agarrando su brazo tras su espalda, el muchacho se retorcía y gruñía de dolor, la chica bajó poco a poco hacia su oreja y lamió suavemente su lóbulo, sacando un ronco gemido del espadachín.

Zoro - Mh... Que haces?!

La gata se rió y soltó al peliverde, al ponerse de pie vió que la morena se iba hacía la puerta lentamente meneando sus caderas.

Zoro - Responde!

La agarró del brazo atrayéndola hacia él, la chica sin aflojar la sonrisa miró al espadachín que sofocado le pedía explicaciones.

Lola - Mira guapo... La sangre Mink es así, a veces los instintos me nublan un poco la cabeza...

La morena acarició los abdominales del peliverde, él le soltó el brazo con un gruñido y ella soltó una risita.

Zoro - Es verdad que te quedarás en la siguiente isla?

Lola - Tsk... Y qué más te da?

Esta vez fue Zoro quien se lanzó a por la gata, estrujandola cara a la pared con su cuerpo y susurrándole en la oreja.

Zoro - Te haría mía si supiera que no te volveríamos a ver... Si viajas con nosotros no haría peligrar la alianza por una mujer...

Lola - Entonces no me interesa, si te planteas la opción de que no pase nada es que no me deseas suficiente...

Zoro - Mpf...

El espadachín se apretó más contra el cuerpo de la mediomink, clavándole su dura erección en del trasero y acariciando suavemente sus caderas mientras mordía ligeramente su cuello.

Zoro - Al revés gatita... Te deseo tanto que dejaría de ser racional una vez te probase...

Luffy - POR FIIIN UNA ISLA!!!!

Los gritos del capitán les alertaron, la chica se zafó del agarre del espadachín y le guiñó un ojo justo antes de salir por la puerta, el peliverde bufó, tendría que aliviarse antes de bajar del barco de lo duro que le había puesto esa mujer.

Rugido de tigreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora