La muchacha abrió los ojos, no sabía dónde estaba, miró alrededor y reconoció la gran espalda del espadachín.
Lola - Zoro... Eres tú?
Zoro - Tranquila, no hables, casi os ahogais
Lola - Y Law?! Donde esta Law?
Law - Ey ey, estoy aquí.
El muchacho estaba sentado en un butacón, la gata saltó a sus brazos para abrazarle, el ronroneo hizo sonrojar al doctor y al espadachín.
Lola - Me has asustado
Law - Es complicado acabar conmigo...
Zoro - Eres una luchadora impresionante por cierto...
La ojiverde miró al espadachín, le sonrío y se levantó para abrazarle. El muchacho estrechó a la gata entre sus brazos pero notó la mirada glacial del doctor que también se levantó.
Lola - Gracias por salvarnos
Law - Si Zoro-ya, te debemos una
Zoro - Bueno, cualquiera de lanzaría por un nakama...
El pelo verde salió de la habitación para dirigirse hacia las pozas de los ríos cálidos, Law sonrió tiernamente a la gata que le miraba de soslayo.
Law - eres una caja de sorpresas...
Lola - Mh... Y tú también no? Lo digo por la capitana de los marines...
Law se quedó helado, la chica le fulminó con la mirada y se encaminó hacia la cubierta, el doctor bufó y empezó a seguirla.
Law - Bueno tuve un rollo con ella mientras fui shichibukai...
Lola - Ajá...
Law - Y cuando me fui a acabar con Doflamingo, me escapé por su ventana en medio de la noche...
Lola - Muy caballeroso
Law - Venga no me digas que estás celosa
La chica se giró fulminandole con la mirada, tenía las mejillas sonrojadas y bufaba entre dientes.
Lola - Los Mink no hacemos eso...
Law - Aaah...
Law abrazó por la espalda a la muchacha, ella bufó para zafarse, pero él apretó su abrazo.
Law - No eres débil por tener sentimientos humanos sabes Lola-ya?...
Lola - Callate!
La chica se soltó y fue hacia el gimnasio, el doctor sonrío de medio lado, sabía que se había pasado y mejor dejarla sola, así que se fue hacia su camarote a leer tranquilamente en lo que la muchacha se desahogaba.
Lola abrió la puerta del gimnasio de una patada asustando a Zoro que meditaba en una esquina.
Zoro - Aaarg! Pero que haces?!
Lola - Tú no estabas en las pozas?!
Zoro - Que va! Iba a aprovechar la tranquilidad para meditar, y has venido tú como una elefanta
Lola - Grrr
La chica se acercó al muchacho, él volvió a cerrar los ojos para seguir con su meditación. Escuchó como la gata se ponía a hacer dominadas en una barra, el espadachín abrió sutilmente el ojo para ver a su compañera ejercitarse.
Zoro - Ha sido bastante impresionante como has acabado con esos marines
Lola - Bastante impresionante? Soy una máquina
Zoro - Vaya, que creída... Que ha pasado con el doctor?
Lola - Grrr No tengo que contarte nada, no me molestes
Zoro - vaya, que suceptible...
Lola - Bff perdona...
La chica se bajó de la barra de ejercicios y fue hacia el peliverde que la miraba divertido.
Zoro - Estás celosa de la capitana marine no?
Lola - Grr, los Mink no somos celosos
Zoro - Ah... Está bien saberlo, pero sigues algo tensa sabes?
Lola - Bah... Yo no... Oh vaya...
Zoro se había acercado por detrás a la muchacha, que se había sentado en un banco de pesas y había empezado a masajearle los hombros.
Zoro - Quieres que pare?
Lola - No... Me gusta
Lola empezó a ronronear, Zoro deslizaba sus manos por los hombros y cuello de la muchacha, el chico sonrío al notar como se estremecía bajo sus dedos.
Lentamente los dedos del espadachín fueron bajando por su espalda, acariciando suavemente su cintura y acercándose lentamente a la muchacha. Un suspiro salió de la boca de Lola cuando el peliverde posó sus labios en su cuello y bajaba sus manos por sus caderas.
Poco a poco las manos de Zoro subieron por dentro de la camiseta de Lola, hasta llegar a la altura del sujetador y las deslizó hacia sus pechos.Lola - Escucha... Yo no...
El peliverde había levantado su sujetador y rozaba sus pezones mientras mordisqueaba el cuello de la muchacha.
Zoro - No... No a que?
La gata intentó separarse, al quererse ir el espadachín la agarró de la muñeca y la atrajo hacía él. La tigresa le gruñó y lanzó un bocado al aire, Zoro se separó y sonrió mirándole a los ojos, la chica le miraba fijamente cómo un animal enjaulado a punto de atacar a su domador. De un salto se encaramó a las caderas del peliverde, rodeando su cuello con las manos y fundiéndose en un beso desesperado.
Zoro agarró el trasero de la muchacha, sus lenguas se enredadoron hasta quedarse sin aire.Lola - Zoro... No...
Zoro apoyó la espalda de la muchacha en la pared, se frotaba contra ella mientras mordía su cuello, la chica intentaba reprimir los gemidos que le provocaba el peliverde.
Zoro - Porque me dices que no? Es obvio que lo quieres...
Lola - Ya... Pero...
La voz ronca de Zoro en el oído le erizaba los pelos de la nunca, notaba su entrepierna humedecerse con el roce del muchacho.
Zoro - Mh... Está bien...
Lentamente dejó caer a la muchacha para que tocase con los pies en el suelo, acariciando sus caderas pero separándose poco a poco.
El peliverde sonrío antes de darse la vuelta y empezar a alejarse, la chica con la respiración agitada seguía mirando la musculosa espalda del espadachín.Lola - Oye...
La gata agarró el fajín del segundo de abordo, el río levemente antes de girarse para mirarla de nuevo. Antes de poder contestar, Zoro se citó arrollado por el cuerpo de la mediomink, cayendo ambos al suelo del gimnasio enredados en un beso animal.
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Rugido de tigre
FanfictionEn medio de su travesía por Wano de repente una extraña chica aparece, decidida a acercarse a cualquiera de los supernovas que se encuentran en el Thousand Sunny. Luffy intenta que sea su nakama con todas sus fuerzas, Zoro cree que oculta algo, Sanj...