Curando cicatrices (Lemon)

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El ojo de médico de Law no podía evitar analizar la piel que iba descubriendo con sus caricias, en el cuerpo de Lola había algunas cicatrices de garras, de su etapa con los Mink, alguna de plantas, seguramente de sus múltiples huidas, y, la gran mayoría, del roce de diferentes ataduras. El capitán no podía dejar de pensar en lo que ese maldito flamenco habría hecho a la muchacha, notaba como incluso su cuerpo temblaba de rabia.

Lola - Law... Estás bien?

La chica le miró, seguía subida sobre él y habían estado devorándose un rato, Law la miró a los ojos, sentía que quería retirarle todo el dolor que había pasado.

Law - Mh...
El chico empujó levemente a la muchacha haciendo que se tumbase, él se puso sobre ella y vió que temblaba ligeramente, la chica se debatía entre sus ganas de hacerlo con él y sus recuerdos.

Law - Me voy a tomar como algo personal que disfrutes de esto...

El doctor hundió su rostro en el cuello de su acompañante, lentamente besaba su cuello y lo mordisqueaba, la chica iba acelerando su respiración poco a poco, el moreno fue bajando por su cuello, besando sus clavículas, dejando un hilo de saliva que bajaba hacia su pecho.
No tardó en llevárselo a la boca, lamiendo y chupando sus pezones que se iban endureciendo con el contacto, la respiración entrecortada de la muchacha iba dejando paso a los gemidos mientras el chico seguía con su labor.

Lola - Law... N-no...

La chica solo alcanzó a decir eso mientras el doctor seguía bajando por su cuerpo, él la miró con una media sonrisa y ella se estremeció, ese hombre la estaba haciendo enloquecer lentamente, el capitán sumergió su rostro en las entrañas de la mediomink, que se empezó a estremecer bajo el contacto de su lengua.
Law sujetó con fuerza las piernas de la muchacha y las empujó para colocarlas en sus hombros, eso le daba acceso a todo lo que quería de ella, alzó la mirada y vió como su acompañante, sonrojada se tapaba el rostro.

Law - No te tapes...

Lola - Es que me da vergüenza...

El chico la besó con pasión, con su mano empezó a estimular la entrepierna de la muchacha que ya estaba muy húmeda con su saliva, los jadeos de ella le estaban volviendo loco pero quería asegurarse de no hacerle ningún daño.

Lola - Law yo... Me siento... Rara...

Law sonrío, seguramente esa mujer jamás había experimentado un orgasmo nunca, así que Law, algo encendido por la lujuria, volvió a hundir el rostro en ella, empezó a lamer y succionar su clítoris mientras sus dedos entraban y salían de ella, la chica se arqueaba y retorcía bajó sus manos, sujetaba la sábana con fuerza y jadeaba su nombre entrecortadamente.
Notó que la chica se estremecía con violencia, sonriendo, Law insistió ligeramente hasta que la chica dejó de temblar, la observó, perlada en sudor y con la respiración acelerada, le miró con sus ojos felinos y las orejas gachas.

Law - Podemos parar si no te sientes cómoda...

La respuesta de la chica fue levantarse y buscar los labios de su capitán, le besaba con deseo, el doctor notaba como la chica se iba soltando, iba perdiendo el miedo al contacto y iba disfrutando de sus sensaciones.

Lola - Eres demasiado protector...

La gata trepó sobre él, volviendo a estar sentada frente a frente, su cola se movía de un lado a otro mientras acariciaba el rostro del capitán.
Él acarició sus mejillas mientras la besaba, una parte maligna de él, hizo que subiera sus manos y acariciarse las sensibles orejas de la Mink, ella se estremeció y soltó un leve gemido.
Ahí la chica perdió el control, empujó al capitán tumbandolo en la cama, empezó a besarle con ansia, mordiendo su labio inferior, jugueteando con sus lenguas, con sus manos intentó quitarle la camiseta al muchacho y no lo consiguió, por lo que la hizo trizas con su fuerza.

Law - Lola-ya eres muy bruta...

La chica sonrío antes de dar cuenta también de sus pantalones, el deseo había despertado el instinto animal dormido en ella, el chico incluso intentó resistirse ligeramente cuando ella se llenó la boca con su enorme erección.

Law - mmmh... Lola-ya no hace falta que...

No pudo terminar la frase, la chica había empezado a subir y bajar a lo largo de él, lamiendo, chupando y devorando al capitán, él inconscientemente llevó las manos a la cabeza de ella, acariciando su cabello y sus orejas. El muchacho no aguantó mucho las atenciones de la princesa, intentó apartarla de él pero la muchacha hizo caso omiso y se llenó la boca de la semilla de su capitán, luego rudamente escupió todo al suelo y ke sonrió malignamente.

Law - Vaya...

El chico no tenía palabras, la rudeza de la muchacha era lo más excitante que había visto nunca, lo que había empezado prácticamente como algo clínico para que ella superase sus problemas, se estaba volviendo algo morboso, lascivo y animal.

Lola - Te he dicho, que no tenías que sufrir por mi capitán...

La chica se sentó sobre él, lentamente empezó a frotar su sexo contra el del capitán, tras haberse vaciado había perdido algo de dureza, que no tardó en volver al empezar a escuchar gemir a su compañera. Él empezó a acariciar los muslos de la muchacha, a subir por ellos, a agarrar su trasero, el roce con la chica cada vez era más húmedo e intenso, ella se sonrojaba y jadeaba, mientras él se estremecía con el eco del orgasmo que había tenido hace pocos minutos.
La chica de repente paró, sonrió a Law que hizo un mohín de queja, se alzó lo suficiente para poder posicionar al doctor en su entrada y lentamente se sentó sobre él. El capitán arqueó la espalda ligeramente, esa mujer era realmente estrecha, no llegaba a dolerle, pero sentía cada espasmo de su interior, ella en cambio había cerrado los ojos y gemía levemente justo antes de empezar a moverse sobre él. El chico se dejó caer de espaldas, las sensaciones que estaba sintiendo le enturbian la cabeza, observaba a su acompañante que subía y bajaba sobre él, tenía los ojos vidriosos y las mejillas encendidas, gemía sin control mientras sus pechos saltaban para delicia del doctor. No pudo resistir la tentación de apresar sus pechos con las manos, estrujar los y juguetear con sus pezones mientras la muchacha se retorcía sobre él, los gritos y jadeos llenaban la habitación, la cama golpeaba con violencia contra la pared, Law dudaba mucho que no le estuvieran oyendo también en el barco, pero poco le importaba cuando tenía a esa hermosa mujer temblando de placer sobre él.

Law - Lola-ya... No aguantaré si sigues así...

La chica acariciaba los abdominales del muchacho mientras le cabalgaba, sonrío y subío la intensidad de sus movimientos, Law se encendió y la agarró de los muslos, controlando él la velocidad y la profundidad de las embestidas, la chica no tenía donde asirse, de agarró al cabezal de la cama mientras su capitán envestia con fuerza contra ella, los jadeos de ambos eran desenfrenados y apenas podían respirar cuando llegaron juntos al orgasmo más fuerte de sus vidas, no sabían si se habían desmayado cuando cayeron uno al lado del otro con la respiración entrecortada.

Law - Pues anda que si no te hubiera dado vergüenza...

Lola - Calla!

La chica se acurrucó en su pecho, tiró de la sábana y los tapó, él la abrazó contra sí y ambos cayeron en un plácido sueño en cuestión de segundos.

Rugido de tigreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora