El cuerpo de una princesa

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Law esperaba la explicación de su nueva nakama, ella le miró a los ojos y lentamente empezó a deshacerse de su ropa.

Law - Oye qu-que haces?

El capitán desvió la mirada, escuchaba como la ropa caía al suelo.

Lola - Mirame Law...

El muchacho avergonzado, hizo lo que le pedía la mujer, frente a él tenía el escultural cuerpo de la mediomink en todo su esplendor, como Doctor que era intentó no verla cómo la mujer hermosa que era sí no como una paciente, examinó lo que le mostraba. La piel de la chica estaba casi más tatuada que la suya propia, los tatuajes de sus piernas ya los había visto, una especie de enredaderas tribales que ahora podía ver que subían por su torso y se enredaban a su cintura, haciendo el símbolo de una luna bajo su pecho, en su espalda también estaba el símbolo de Nekomamushi.

Lola - El anillo es mío

Law - Eres la hija de Nekomamushi no? El es tu padre Mink

La chica desvió su mirada, alargó el brazo y cogió la sábana de la cama de Law cubriéndose el cuerpo, se sentó en el colchón cerca del capitán y le enseñó de cerca su piel. Examinando a la chica, sobretodo su espalda, pudo ver que entre el entramado de tinta, había cientos de cicatrices, algunas bastante antiguas, sin pensar, el chico acarició una especialmente marcada en un costado, la chica se estremeció y él rápidamente retiró la mano.

Lola - Me abandonaron, cuando descubrieron que mi padre había tenido una hija bastarda con una humana nos dieron caza, los mink más tradicionales pensaban que yo no debía existir, intentaron acabar conmigo desde que era una niña pero siempre aparecía mi padre para salvarme, me reconoció, estos tatuajes era para darme un aspecto más animal pero de nada sirvió, un día apareció mi Padre y nos dijo que debíamos irnos o nos matarían, mi madre y yo nos subimos a un barco y nunca volvimos... Eso sólo fue el principio de la pesadilla...

La muchacha se encogió, Law se imaginaba por todo lo que había tenido que pasar pero no estaba listo para escucharla, pero sabía que era probable que después de esa charla, la chica desapareciese.

Lola - Mi madre y yo llegamos a un pueblo que parecía muy amable, yo llevaba el sombrero que viste... La gente nos aceptó y nos trató bien... Un día, pasados un par de años unos piratas atracaron la ciudad, eran sanguinarios y quemaron todo, secuestraron a las mujeres, intenté luchar con ellos cuando vi que tenían a mi madre... Les dije que me iría con ellos y haría lo que quisieran si las liberaban y eso hice...

Law se estremeció, podía imaginar una banda terrible como la de Teach o la Eustass Kid haciendo lo que quisieran con esa chica y se le ponían los pelos de punta.

Lola - Me pusieron unas cadenas al cuello y a las nuevas y subí al barco, mi madre salió corriendo tras de mí, el barco se adentró en el mar y cuando nos alejábamos... Toda la ciudad explotó.
Me tiré dos años ahí... Luego lo que viste, fue porque alguien acabó con el maldito pirata que me secuestró, los que llevaban la feria habían sido vasallos suyos... Yo... Sólo seguía obedeciendo porque había más gente ahí, no quería salvarme yo y que el resto sufriese...

Law - Acabaron con el pirata... Sabías quien era?

Lola - Claro que se su maldito nombre! Me hacía decírselo cuando dormía con él, era un depravado asesino, pero había tomado no se qué fruta del diablo y me controlaba... Su nombre era...

Law - Doflamingo...

La muchacha se giró ante lo que había dicho el pirata, se puso a la defensiva, erizada como una bestia salvaje.

Lola - Maldito!!!! Trabajabas para él!!! Perteneces a esa banda???!!! Cómo eres capaz!!!

Law - No, NO!!! Escúchame!!!  Nosotros acabamos con él, el mujiwara acabó con él

La había sujetado de los hombros, la chica alzó su mirada llena de lágrimas al rostro de Law, el chico sonrió intentando reconfortarla.

Law - De verdad que no va a volver a hacerte daño.

La mediomink volvió a saltar sobre el capitán, este no se lo esperaba, ella le miró fijamente a los ojos y volvió a besarle dulcemente. El moreno no sabía cómo reaccionar, no movía sus manos ni creó su room a pesar de que podía acerlo, correspondió lentamente el beso, la muchacha empezó a besarle las mejillas, el rostro, el cuello y de nuevo los labios, el pirata notaba que iba a perder el control de un momento a otro.

Law - Detente Lola-ya, no tienes que hacer esto...

Lola - Pero es que... Creo que es la primera vez que quiero hacerlo...

El chico la miró a los ojos, la sábana que la cubría se había deslizado por sus hombros, dejando ver su hermoso cuerpo levemente, su melena caía por sus hombros y sus ojos estaban enrojecidos por el llanto, pero brillantes como la luna, estaba ligeramente sonrojada y su respiración estaba agotada, cualquier hombre habría sido incapaz de resistirse a esa vista.

Law - Lola-ya... No quiero que te sientas mal, o presionada, o...

Volvió a besarle, esta vez con algo de rudeza, el capitán intentó apartarse pero la chica le sujetó el rostro con las manos, él se incorporó, quedando sentado en la cama, la chica no le dejó escapar y se mantuvo sentada a horcajadas sobre él.

Lola - Law... Es que no te gusto?

Law - Al contrario...

El chico resiguió con sus dedos la línea de la mandíbula de su nakama, bajó los dedos por su cuello acariciándola, la chica se estremeció, lentamente llegó con sus gráciles dedos a sus pechos y acarició con suavidad uno de ellos, sacándole algún suspiró a la mujer.

Lola - Law...
Law - Lola-ya...

Rugido de tigreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora