Pirata oficial

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Lola estaba en el mascarón, se veía una gran isla con una montaña en el centro, alrededor había pueblecitos con un gran puerto.

Lola - Que bien! Un pueblo grande!

Nami- Tengo ganas de comprar algo de ropa

Luffy - Y yo carne!

Lola - Vaya!!

Pasasteis como una barrera de aire, de repente hacía un frío absoluto, se empezó a congelar la barandilla.

Nami- Noo es una isla de invierno!

Lola - Dios! Voy a abrigarme!

La gata fue corriendo al submarino, el ambiente calentito le encantaba, fue hacia el camarote del capitán y entró sin llamar.

Law - No sabes llamar?

Lola - Buenos días simpático! Vas a venir a tierra? Hay un pueblo...

Law - Mh... No me apetece mucho

Lola - Va... Quiero ir contigo

Lola iba buscando en el armario de Law, sacaba sudaderas, jerséis, bufandas, el doctor le miraba con una ceja levantada.

Law - Es una isla de invierno?

Lola - Vaya, que observador...

La chica se vistió, estaba más cerca del tamaño de Bepo que del suyo, el moreno se río y cogió un jersey, la muchacha sonrío y agarró el brazo del doctor.

Lola - Bieen! Vamos!

Lo último que hizo la chica fue esconder sus orejas en un gorro peludo de color negro, saltando alrededor del muchacho hasta que él bufó y tiró de su brazo para pararla.

Law - Basta!

La gata sonrío al chico, y él apretó su cuerpo, con todas las capas de ropa que llevaba ni siquiera intuía la piel de la chica.

Law - Estás segura que no quieres quedarte calentita aquí?

Lola - Bueno, ya entraremos en calor al volver...

Alzó los talones y besó al moreno, él sonrío y estrujó a la chica, besándola profundamente, enredando su lengua con la de la contraria, acariciando su nuca con sus largos dedos.
Al separarse la muchacha se quedó omnubilada, mirando los ojos grises del doctor y sonrojada. Él sonrío de medio lado y se apartó de ella, encaminándose hacia la puerta.

Law - Va, estos estarán a punto de irse...

Lola - Espera! Yo...

Law - Mh?

El chico se iba poniendo el gorro y el abrigo, se giró a ver a su nakama. Ella miraba al suelo y jugaba con el bajo de uno de los jerseys de Law con los que se había forrado, en un susurro empezó a hablar.

Lola - Bueno... Yo quiero ir solo contigo...

Law - Joder... No vas a ir a ningún lado!

El moreno se abalanzó sobre la gata, besándola y acariciándola, deslizó sus manos bajo las capas de ropa y empezó a acariciar su cintura y sus caderas.

Lola - Law! Law! Para!

La chica reía, para el chico estaba siendo misión imposible retirarle las prendas, varias sudaderas con el logo de los piratas corazón iban cayendo al suelo.

*Toc toc*

Sachi - Capitán! Capitán! Tenemos nuevas recompensas!

Law - No me interesa! Estoy ocupado!

La chica río ya que mientras hablaban a puerta cerrada, el doctor había metido la cabeza por debajo de las camisetas que le quedaban a Lola puestas.

Sachi - Lola tiene recompensa!

Lola y Law - Que?!

Salieron corriendo hacia la puerta, Law abrió y cogió el papel que Sachi traía. En la imagen aparecía Lola, en algún punto de la batalla con los marines habían sacado una imagen, estaba cubierta de sangre y sonreía, era terrorífica.

Law - Vaaaaaya... Das mucho miedo

Lola - Baka! Tu eres el cirujano de la muerte sabes?

Law - Ya bueno... Te llaman la tigresa sanguinaría

Lola - Buf...

Sachi - Bueno, ya eres una pirata oficial!

Lola - Arg!

La chica tiró el papel al suelo y salió del camarote, Law y Sachi se miraron con duda, la chica se había enfadado terriblemente al ver el cartel.

Sachi - Vaya, se queda con las ganas capitán, Ay!

Law dió un capón a su compañero, recogió el cartel y fue tras la gata, que intuía que había salido a la cubierta.

Law - Lola-ya... Que pasa?

Lola - Mh... Es una tontería

Law - Bueno, me la puedes contar si quieres

El chico se sentó sobre las tablas al lado de la muchacha, que estaba encogida abrazándose las rodillas.

Lola - Soy una pirata...Una pirata como...

Law se percató en lo que tenía fija la mirada la chica, entre sus múltiples cicatrices, tenía una profunda marca de una atadura recorriendo le el brazo izquierdo, por desgracia, él sabía a qué se refería perfectamente la gata.

Law - No, no eres como él Lola-ya...

Lola - Pero si sigo así... Yo no soy buena Law... Yo...

El doctor pasó el brazo por los hombros de la chica y la abrazó contra su pecho, notó como empezaba a sollozar y apretó más su abrazo, él, con los ojos cerrados, sólo deseaba quitar todo el dolor de la muchacha y que fuera feliz.

Law - Yo... Creo que eres maravillosa y...

La gata levantó la cabeza y miró al doctor, con los ojos llorosos y las mejillas rojas del llanto, el chico suspiró y la besó cariñosamente, al separarse se volvió a perder en los ojos de la chica y sin pretenderlo dijo las palabras que habían estado en su pecho desde hace semanas y que había reprimido.

Law - ...te quiero

Rugido de tigreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora