_Capítulo 9 _ Sospechoso #1_

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El brasileño río a carcajadas por última vez ese día al escuchar el chiste del venezolano.

La risa falsa de Uruguay hacía contraste con esta.

- ¿Quieren vino? Bueno -Se levantó y caminó hasta la cocina sirviendo 5 copas de vino, no sin antes poner en la copa destinada para el venezolano un poco de veneno, el mismo que había hecho para Perú en un futuro cercano.

Puso todas las copas en una bandeja y con balance digno de un mesero llevó dicho instrumento hacia la mesa.

Solo fué cuestión de minutos para que Venezuela calleran muerto sobre su comida.

Fué tan gracioso ver las caras de preocupación de sus compañeros.

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«URUGUAY»
«MIERDA CONTESTA»

«Que querés?»

«QUE MIERDA HICISTE?»

«Tenés que ser más específico»

«MATASTE A VENEZUELA»

«Yo no fuí»
«Fué Ecuador»
«Si te preguntan decí que él ésta loco»

«URUGUAY»

«Qué querés?»

Tardó un poco en ver qué el paraguayo escribía.

«Donde estás?»

«En el hospital»
«Esperando a que confirmen que Venezuela está muerto»
«No me mandés más mensajes»
«Ya viene el FBI»
«Voy a borrar la conversación»

«Esto se te está saliendo de las manos»

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- ¿Qué fué lo que pasó? Lo más claro posible.

- E-Estábamos comiendo y-... D-De la nada Venezuela se- calló de la silla y... -Comenzó a llorar aún más sus lagrimones.

- ¿De la nada?

- ... Sí... -Susurró Colombia abrazando por sobre los hombros a Ecuador el cual lloraba desconsoladamente.

- ¿Y ustedes?

- ¿Nosotros qué?

- ... Uruguay... ¿Puedo hablar contigo?

- ... Sí.

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- ¿Que querés?

- Siéntate.

- Nah, estoy bien.

- Que te sientes... -La orden fué cumplida- No tengo pruebas, pero estoy cien porciento seguro de que fuiste tú.

- ... ¿Entendés lo que estás diciendo? -Dijo riendo- Es una acusación grav-.

- ¡Entiendo lo que digo! Y no dudes que ni bien encuentre una prueba tú y quién sea tu complice estarán encerrados en la cárcel más oscura y pudrefacta que encuentre.

- ¿De dónde sacaste la conclusión de que tengo un cómplice?

- Eres pequeño, mataste a-.

- No lo afirmes.

- ... Eres pequeño, y digamos que mataste a alguien solo, ¿Cómo? Es obvio que tienes algún cómplice por ahí.

- No tengo ninguno porque no eh matado a nadie -Sonrió- Ahora, si me lo permites, voy saliendo, tengo un novio con problemas que me nesecita -Se levantó de su asiento despreocupado y salió de la sala, caminando hasta la sala de espera en dónde estaba su pareja, con las lágrimas más reales que pudo largar.

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«Asesinatos Safas»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora