_Capítulo 10_ Doble Cara_

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Alerta +18 que a nadie le va a importar

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- ¿Para que me llamaste? -Susurró el paraguayo escondido en el baño para que nadie lo oyera- Ya te dije que no quería ayudarte más en nada.

- Solo necesito que digas algo por mí.

- Que no voy a hacer nada por vos.

- Si alguien te pregunta vos solo decí que la semana pasada Ecuador te pidió ayuda para matar a Vene y vos le dijiste que no. Es solamente por las dudas, si podemos incriminar a Ecuador mejor.

- ¡No voy a hacer eso!

- Ay Paraguay... ¿A quien preferís? ¿A Ecuador o a... Bolivia?

- ...

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- Llegamos... -Susurró Brasil abriendo la puerta de su casa algo incómodo junto a Uruguay. Se sentó en el sofá a pensar un poco.

¿Uruguay era sospechoso?
¿Por qué?

Era la persona más tierna e inocente que el conocía.
Entonces... ¿Por qué era sospechoso?

No entendía nada.
Tenía un dolor espantoso de cabeza.
Se sentía completamente mal.
Solo quería dormir...

- Brasil... -Se sentó sobre sus piernas- ¿Que te pasa? Estás raro hace rato...

- Estoy bien...

- Mentira.

- Uruguay... Hablé con el FBI...

- ... ¿Eh...? Y que te dijo?

- ... Eres sospechoso, Uruguay...

- ¿Yo...? ¿P-Pero por qué yo?

- Uru... Saliste un día completo y al otro Argentina apareció muerto... Y después lo mismo con Chile...

- ... ¿Y eso qué...? ¿No puedo tener un día solo para mí? ¿Me vas a inculpar por una coincidencia?

- ¡Si puedes tener un día para tí! Solo... Es raro...

- ¡Solo fué coincidencia! ¿Desconfías de mí? S-Si me coinciderás una amenaza me voy y ta' -Dejó caer lágrimas falsas.

- No-.

- Por favor, Brasil... N-No me acuses así, por favor...

- Precioso... Te amo...

- Yo más... Pero no me vallas a acusar así de vuelta porque me pongo mal... -Sonrió dándole un corto beso en los labios al de verde.

- Te lo juro.

- Ahora que ya arreglamos el problema... -Comenzó a desabotonar la camisa del más alto.

- Mmm... -Jadeó al sentir como le acariciaba el pecho- Me duele la cabeza...

- No te preocupés... Yo hago todo... -Sonrió tomando la mano a su novio y caminando hasta la habitación que ambos compartían.

Cerró la puerta con llave para que su novio no escapara y lo empujó levemente sobre la cama, logrando que su pareja callera de espaldas de sentó sobre sus piernas y le quitó la camisa, sintiendo algo entre sus propias piernas.

- ¿No que no querías?

No revivió respuesta. Acarició el torso de el más alto, bajando cada vez más, llegando hasta el pantalón del de verde. Lo desprendió rápidamente y se lo quitó, metiendo unas mano el el boxer blanco con corazones rojos de el de la constelación.

- ¿Por qué mierda te gustan estos cosos? ¡JAJA! Son horribles.

- Son cómodos... -Susurró mirando a otro lado, el dolor de cabeza seguía igual, pero ahora a demás de dolerle la cabeza le dolía ahí abajo.

- Dale, te los saco.

Mierda.

Le encantaba la cara que ponía Brasil cuando de una se lo metía en la boca.

Movió un poco la cabeza de arriba a abajo acariciando lo que no metía dentro de su boca. Pero mierda. Lo quería dentro ya.

Se puso sobre el estómago del Brasileño sin hacer ejercer peso sobre su novio y alinió el miembro de el que tenía dolor de cabeza y su entrada, haciendo presión y logrando que parte de este se metiera dentro.

- Uruguay... Te vas a lastimar...  -Puso ambas manos en el tracero de su novio.

- No importa... ¿Te sentís bien? -Se dejó caer sobre la pelvis del mayor recibiendo todo el miembro del brasileño de una, soltando un fuerte gemido.

Pero ya estaba algo acostumbrado a él.

- Mmm... Sí... -Acarició el trasero del menor apretándolo levemente.

- ¿Seguro? Si querés solo dormimos una siesta y ta' -Movió su pelvis de adelante a atrás lenta y castigosamente.

- No, no... Mmm- Q-Quiero seguir... -Miró hacia otro lado, había hablado en español para ser completamente entendido.

- ¿Seguro? -Sonrió comenzando a dar leves saltitos tratando de que su novio no quisiera dormir, comenzando a soltar leves gemidos que sentía que exitaban a su pareja.

- Sí... Seguro. Quiero seguir.

- Te amo mucho -Le dió un beso a su pareja mordiendole sus labios mientras gemía como podía.

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JajA gusises.
Me imagino que mi mamá venga y me lea lo que escribí y me cague a piñas por cochina ahr

Ta eso

No hay más nada

Los amo mua

«Asesinatos Safas»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora