내 아름다운 꽃

19. Intimidad

El menor se encontraba dándose un baño, su cuerpo descansaba en la bañera y sacaba su piernas del agua, observaba su cuerpo, ¿De verdad era tan delgado?. Salió de la bañera y se miró en uno de los espejos del cuarto. Comenzó a recorrer su mirada por su cuerpo en incluso sus manos también. Pero había notado algo, una vez su maestra de biología le explicó que los omegas machos podían poseer un poco el cuerpo de una mujer, los pechos podían crecer pero no tan exagerado, solo un volumen pequeño pero elevado. Observó también sus caderas, eran anchas, no tanto pero bonitas, una pequeña cintura y su vientre plano, y...se le ocurrió voltear un poco su cuerpo y con sus manos acarició sus glúteos, su piel ara suave y blanca.

- Creo que...soy bonito.-  se dijo a si mismo con una sonrisa en su rostro.

Se aproximo a secar su cuerpo y a salir a la habitación, seco su cabello y arreglo su rostro. De repente su mirada se poso en el piso, donde se veía la maleta rosa saliendo debajo de la cama. Se volteo de nuevo al espejo y se quedó pensando.

- ¿Debería usar un poco?...talvez no estaría mal, de hecho. No tiene nada de malo, ¿Que podría pasar?-

Se lavando de la silla, pero su celular comenzó a sonar por una llamada, tomo el aparato y observó que era el número de su marido, contesto la llamada y colocó el celular en su oreja para escuchar mientras abría de nuevo la maleta.

- Cariño.-

[Hola bombón. ¿Que haces mi lindo bebé?]

- Arreglándome...-

[Oh, de acuerdo, hablando de. Ponte muyyy elegante ya que iremos a una fiesta. Y también tardaré unas dos horas ya que la conferencia hay todo tipo de principes y princesas y cosas así.]

-De acuerdo...solo no te estreses mucho ¿Si?-

[Estaré bien, no te preocupes.]

-bien, adiós.-

[Adiós bombón, te amo.]

- Y yo a ti...-

Colgo la llamada y su mirada volvió a pisar en la ropa, habían varios paquetes con distintos modelos, sin embargo, ninguno le convencía ya que eran muy llamativos, siguió buscando y encontró algo que llamo su atención. Eran unas bragas ( calzones, tanga como le llamen), de un rosa muy pálido muy bonito, se lo coloco y lo observó desde el reflejo en el espejo.

Sus pompis se veían muy redonditos y la tela entre ellas se veía muy bien. Sonrió y como diversión hizo varias poses de las cuales el soltaba risitas. Se vistió dejandose la prenda, y siguió colocándose sus demás prendas y perfume  con un olor muy dulce.

Bajo al primer piso y se percató de que la noche se estaba acercando. Un hermoso atardecer decoraba el cielo, el sol estaba a punto de ocultarse en el gran océano, los delfines salían del agua y volvían a ella.
El Omega se quedó maravillado por aquel paisaje tan hermoso, que decidió tomar una foto y postearla en sus redes sociales.

De repente sintió unas manos posándose en su cintura, volteo asustado y vio el rostro de su esposo.

- Ah tonto, me asustaste.-

- Lo siento pequeño. Es bellísimo.- dijo al ver el paisaje.

- Si...-

- Pero. ¿Sabes que es más hermoso?-

- ¿Qué?...-

- Tu...-

El Omega se volteo sonrojado a otro lado con una sonrisita en sus pequeños labios, el alfa rodeo con sus brazos la cintura del menor y repartió besitos en el cuello, provocando que el menor se sonrojara más.