내 아름다운 꽃

3. Búsqueda

El rumor del escape del principe ya había llegado al pueblo de Daegu.

Toda la ciudad se dedicaron a buscar al Omega, todos amaban a su dulce príncipe y no dudaron en ayudar sin alguna recompensa a cambio. Yoongi amaba su pueblo porque les daba lo mejor y todos son realmente humildes.

La policía había llegado al palacio, investigaron si habitación tratando de buscar pistas sobre su desaparición. Los perros no identificaban el olor del Omega, ya que este ocupo supresores y eso dificultaba todo.

- ¿Alguna otra cosa que podrían olfatear? Alguna de sus pertenencias que falte o algo más- pregunto el agente de policía hacia la familia.

- Talvez...- el alfa estaba apunto de hablar cuando el cuidador de los establos apareció en la habitación.

- Mi rey, si no es molestia tengo algo que informar.-

- ¿Ahora que sucede?- el alfa ya harto pregunto, masajeando su frente.

- Uno de los caballos falta.- pronunció con algo de nervios, sabía que el rey se enojaría por ello.

- Sombra.- pronuncio el hermano mayor.- seguro escapó con ella, eligió a la peor. Creo que se dónde está, pero no estoy seguro.- volteo a ver a sus padres y el alfa solo sonrió.

- Pues llévanos- pronunció serio

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El Omega se encontraba sentado a la orilla del río, hidratando con el agua cristalina y fresca la garganta de su hermosa yegua, hace unos minutos llegaron y decidió descansar. Después de su gran plan, ya no sabía que hacer, vio a su yegua terminar de beber y se fue a la sombra de un árbol de dejarla un rato ahí, la amarro a una rama muy baja que no se lastimar y se dejó caer en el pasto. Se sintió tan tranquilo y libre, las aves cantando y el viento fresco.

Inhaló muy profundo y después dejo salir el aire con un suspiro y se relajó, no escuchaba el "un Omega, jamás le contesta de mala gana a un alfa", "un Omega no grita", " un Omega no dice palabras altisonantes (groserías, majaderias etc.), " un Omega tiene que ser femenino y delicado.", "Un Omega tiene que obedecer a su alfa, si intentas ser como ellos, ellos te castigarán".

Se levantó y comenzó a correr y saltar. No más clases de baile, no más clases de música, no más clases de modales ni de escritura perfecta, no más!.

- Vayase a la mierda señora Kang!- grito con alegría y soltó una breve carcajada.

Y comenzó a volver a correr, hizo una marometa y se volvió a dejar caer en el piso. Su estómago gruño y se sentó.

- Vaya, espero y no se haya dañado algo de mi comida.-

Se levantó y fue hacia la legua dónde en su lomo reposaba su mochila. Saco un sándwich y una manzana, con la manzana en su mano, se la dió a su única compañera y está la tomo gustosa, mientras el comía en pocos bocados su almuerzo para disfrutarlo.

Unas horas después siguió con su camino, se lo tomó con calma, esta vez no se montó en la yegua para dejarla descansar su espalda, camino tranquilo, no hasta que escucho demasiado ruido a sus espaldas.

Volteo y claramente se escuchaban pisadas de caballos, eran ellos, estaba jodido. Se montó en sombra y está comenzó a correr.
Las nubes comenzaron a hacerce grises, el viento se hizo frío, y los truenos comenzaron a sonar , la lluvia se estaba acercando.

Sintió el sonido de los caballos aproximándose detrás de el. Entro en pánico, si lo atrapaban era su fin. No sabía si era su padre o los saqueadores, pero no quería quedarse con la duda. Volteo destraba suyo, y vio la fría mirada de su padre, este lo observaba con enojo, su hermano también estaba ahí, serio.