12

1.4K 112 9
                                        


Con un giro brusco en la otra dirección, notas que se había formado una columna de extraterrestres.
Das palmaditas al cuello de Sleipnir.

—¿Estás listo para esto?– Sleipnir sacude la cabeza y te apoyas sobre tu espalda –Listo– Dijiste mientras ambos se acercaban a los perros gruñendo –¡Ahora!

Podías escuchar el giro brusco del ala de tu corcel y podías ver ese metal plateado de las plumas aladas que ha salido.

—Parece que estamos de vuelta en el negocio– Te reíste cuando una cabeza de color oscuro voló a tu regazo –¿Qué?– Dijiste mientras levantabas la cabeza de donde estaba –Eres callada y fea, ¿no?– Dijiste mientras inspeccionabas a la criatura asquerosa, la boca se abrió de repente y una sustancia oscura y pegajosa cayó sobre ti –¡Oh asqueroso!– Gritaste mientras te atragantaba el olor que desprendía.

Tratando de no vomitar y de alguna manera quitarte la sustancia pegajosa, escuchaste un rugido atronador como ningún otro.

Rápidamente volteaste la cabeza pero no viste nada.
Hasta que escuchaste la voz de Thor en el comunicador.

—Eira necesitamos... ¡necesitamos ayuda!

Escuchaste el rugido nuevamente y te volteaste para mirar detrás de ti.
Fue entonces cuando viste el más grande de todos.

Era significativamente más alto que cualquier hombre e inmediatamente se notaba que iba a necesitar mucha más fuerza que cualquiera de sus secuaces que ya habían sido decapitados y dispersados ​​en el campo de batalla.

En un instante giraste a Sleipnir y te dirigiste a donde podías ver a tus dos hermanos tratando de detener a la bestia.

—No vamos a morir hoy, ¿eh?

Gritaste cuando la bestia con la que estabas luchando te levantó y te arrojó a la tierra.

—Esto es más difícil de lo que pensaba– Suspiraste mientras recuperaste el aliento y corriste hacia la pelea.

Te deslizaste entre la tierra cuando uno de los puños con garras se abrió paso, dándote la vuelta tan rápido como para que cortaras la pantorrilla del ser monstruoso con tu espada.

En un instante, la bestia pareció estallar aún peor y fue entonces cuando se rompió todo el infierno.

Podías sentir tu corazón latir en tu pecho y los gritos ensordecedores del monstruo habían hecho que tu audición se amortiguara.
Podías sentir como la sangre se derramaba de tu lado.

Thor quedó inconsciente por un golpe debilitante y Loki fue el único que aún luchaba, pero incluso a través de su respiración superficial y su visión oscura se notaba que se estaba debilitando.

Al igual que tú, sus poderes solo podían ir tan lejos y con cada movimiento que intentaba hacer parecía que la bestia lo anticipaba todo. A través de la confusión de tus sentidos, podías ver cómo Loki había hecho un mal movimiento y así, la bestia había penetrado a Loki a través de su pecho.

—¡No!– Gritaste mientras observabas el cuerpo de tu hermano caer al suelo –¡Loki!–Gritaste intentando levantarte.

Viste impotente como la bestia empujaba sus garras en el estómago de Loki una vez más antes de voltearse hacia ti.

—T-tu.

La bestia solo parecía reírse de ti cuando te pones débilmente de pie. Podías sentir como la adrenalina comenzó a bombear a través de tu cuerpo a un ritmo increíble.

—¡Te mataré!– Gritaste mientras corrías hacia la criatura.

Era como si el tiempo se hubiera ralentizado y se estuviera acelerando todo al mismo tiempo.

Todo fue borroso. Las espadas chocaban con las garras y las ráfagas de plata volaban en todas direcciones diferentes.

Parecía que habían pasado horas, pero en realidad solo fueron segundos y con un último golpe sentiste cuando tu espada atravesó el cuello de la bestia cortando todas las arterias principales y finalmente terminando con su vida.

Fue en ese momento que todo finalmente se hundió.
Cayendo de rodillas, dejas escapar un gemido desgarrador y te arrastras hasta donde Loki yacía frente a ti.

—Hermano– Dijiste mientras agarrabas su cuerpo para acunarlo en tus brazos –Hermano, despierta. Por favor. Por favor no me dejes– Lloraste.

Mirando hacia el cielo, gritaste mientras sostenías a tu difunto hermano más cerca de ti, pero sin que lo supieras, el mismo tramposo de pelo negro estaba parado entre los árboles lejanos, observando mientras pequeñas lágrimas caían por su rostro.

Dedicado a Chadwick Boseman.
Wakanda 4 ever.

 𝑶𝒇 𝒈𝒐𝒅𝒔 𝒂𝒏𝒅 𝒗𝒊𝒌𝒊𝒏𝒈𝒔 | Ubbe Ragnarsson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora