Capítulo 23.

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*Narra Rika*
-Por supuesto, Jin, acomódate, siéntente como en tu casa.

Intentaba aguantar la risa, no sabía dónde estaba Saeran pero sólo me bastaría con una llamada decirle que trajera ya a ___ secuestrada para chantajear a Luciel. Todo iba a la perfección.

Me senté en el sillón de al lado de Jin dispuesta a comenzar.

-¿Dónde está ___?
Comenzaba a molestarme que preguntara tanto por ella, eso podría significar que cuando intentara hacerlo devoto de mí tendríamos que usar una poción más fuerte que la usual que utilizamos en la ceremonia de iniciación para evitar que su afecto por esa cría evite su fidelidad hacia mí.

-Ahora la llamo, supongo que estará descansando en alguna habitación... Mientras tanto, ¿Quieres servirte algo de té? Yo voy mientras a buscar en cuál sala es- un fuerte sonido me interrumpió.

-¡SALVADOR, SALVADOR!

Esa voz... Hacía tiempo que no la escuchaba así de alterada, creí que la medicina le mantendría un buen tiempo tranquilo, ¿A qué se debía aquella alteración?

Saeran abrió bruscamente la puerta de la sala donde estábamos, envuelto en sudor. Él prácticamente se tiró a mí, sin embargo antes de caer encima mía se quedó frente a mí de rodillas, hiperventilando y sujetándome de los brazos de forma nerviosa.

Sujeté sus manos para comprobar que estaba temblando, intenté guardar la compostura.
Maldita sea... Si Saeran está así... ¿Podría significar que...?

-Salvador... Salvador... Yo no... Yo no quería... Lo intenté, pero... La bomba... Y luego ella... Y ese maldito pelirrojo... De verdad que no quería fallarle, ella parecía indefensa y... Y...

-Saeran, Saeran- intentaba callarle.

Maldito inútil, como siguiera hablando podría desvelar todo a Jin.

-Estás un poco alterado, ¿Por qué no vas a relajarte un poco y te tomas... Eso?

-Sí, sí mi Salvador, por supuesto que iré...- Se fue igual o más ansioso que antes.

Maldita sea... ¿Qué sucedió? La misión salió mal, necesito arreglar esto pero sin tener aquí a ____ no funcionaría la amenaza. Debo utilizar a Jin, si tan sólo lo convenciera de unirse a Magenta...

-En fin, Saeran, Saeran... el pobre tiene a veces esas crisis... El pobre tuvo una infancia dura y le acogimos aquí. Le sigue dando algunas crisis de vez en cuando pero es mucho mejor que la primera vez que le vimos. Tengo la esperanza de que alguna vez supere todos sus problemas. Quitando eso, Jin, ¿Te gustaría tomar un té? Esto debe haber sido agotador para ti.

-No, gracias.

Seguía sin confiar del todo en nosotros, Jin era una persona precavida y astuta, pero nunca saboreó el sabor de la traición. Ya entendí entonces lo que le faltaba a Jin para comprender que debía unirse a nosotros era el dolor. Cuando fuera traicionado se uniría a nosotros para refugiarse entre mis brazos, pero entonces ahora dependo de ____...

Igualmente no tengo por qué esperar a que ____ le traicione, si tan sólo hubiera un malentendido... O un rechazo.

Debía dejar que ____ admitiera que no sentía nada por Jin, cuando él se sintiera destrozado será posible unirle a Magenta. A veces hay que caer al abismo antepara desarrollar las alas que te hagan volar.

Necesitaba una nueva estrategia, lo primero era saber qué había sucedido para que Saeran fracasara.

*Narra ___*
Estábamos aún en el apartamente de Rika, sin hacer nada más que estar en un silencio incómodo.
Luciel rompió con el silencio.
-Vámonos, anda.

Apuestas son apuestas. (707×___)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora