Capítulo 8: Primeras paradas

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Kiara's Pov
Había pasado un mes y medio desde que empezamos la expedición y las provisiones empezaban a agotarse.
Por otra parte, Jim y yo nos hicimos buenos amigos, a veces, sentía como si lo conociese de antes, pero me resultaba casi imposible, sería demasiada coincidencia.
- ¡Tierra a la vista!- Gritó Onu desde la cabina más alta del barco, sacándome de mis pensamientos.
Enseguida todo se volvió ruidoso con toda la tripulación preparándose para salir y conseguir provisiones, y si sobraba tiempo, entrar a algún bar y tomar lo más fuerte de la carta antes de volver al barco.
Yo supuse que no podría salir, como siempre, me quedaría vigilando el barco con Onu, fantástico.
Cuando el barco atracó, todos salieron a gran velocidad mientras yo miraba hacia el puerto en el que habíamos parado.
- ¿Tú no bajas?- Dijo una voz tras de mí que, al pillarme desprevenida, me hizo girar rápido y soltarle una bofetada a quien estuviera detrás.
- Qué agresiva estás- Era Jim, que ahora se frotaba la nariz con una sonrisa escondiendo su dolor.
- Oh dios, Jim, lo siento, no te he visto
- No importa, me extrañaba que en un mes y medio de viaje solo me haya golpeado una persona y hayas sido tú- Eso hizo que ambos nos riésemos.
- ¿Pero enserio no vas a salir?- Preguntó de nuevo.
- No creo que me dejen, solo he salido una vez en mi vida del barco y acabó mal- Dije recordando el incidente de Billybong.
- Bueno, pues entonces me quedo aquí contigo- Contestó haciéndome mirarle extrañada- No pongas esa cara, no creo que nadie más me quiera ver fuera.
Entonces, Silver salió de las cocinas como si hubiera escuchado toda la conversación.
- De eso nada, me quedaré yo aquí para arreglar ciertas cosas de la maquinaria, así que podéis salir-
Entonces Jim y yo nos miramos y corriendo salimos del barco para explorar el lugar.
La verdad es que era un sitio increíble, lleno de vegetación y con una montañas que no tardamos en escalar para verlo todo. Era simplemente precioso.

Jim's Pov
Es complicado de explicar, llevamos aquí un mes y medio, pero siento que a Lana la conozco desde hace más tiempo. Es como si una parte de mí me escondiese algo, algo que, no quisiera recordar.
Pero al pensar eso miraba a Lana a los ojos que miraban el atardecer llenándose de la luz que desprendían los soles del Planeta en el que habíamos atracado.
Entonces ella empezó a cantar de u a forma casi hipnótica:

"Dulce voz del mar
Hazme recordar
Esos viejos tiempos cuando el viento era vital.
La sirena azul con esos ojos de ámbar
Me acompañaran
Con su voz de sal
Y tendrán un niño destinado al alta mar
Y su canto añora cuando piensa en su mamá
Y su canto añora cuando piensa en su mamá"

- Perdona, me he emocionado- Dijo riendo al acabar.
- No importa, no cantas mal- Contesté con una sonrisa- ¿Dónde aprendiste esa canción?-
Ella miró hacia el suelo con melancolía, me sentí estúpido sintiendo también, que le había recordado una parte triste de su vida.
- Mi padre me la cantaba la noche de antes de irse a uno de sus viajes- Ella sonrió sin dejar de mirar al suelo- Él lo era todo para mí-
Ella me miró entonces, posando sus ojos ámbar sobre mí, haciéndome sentir una especie de cosquilleo extraño que no sabía descifrar.
- ¿Y qué hay de tí? ¿Qué relación tenías con tu padre?- Preguntó con una sonrisa leve, aunque los ojos amenazaban con soltar lágrimas que ella sabía controlar perfectamente
- Digamos que mi padre no era mucho de cantar- Contesté apartando mis ojos de los suyos- Era más bien de esos que se alejan y se van de casa- Entonces recordé el día en el que mi padre nos abandonó, cuando bajé por las escaleras y tan solo pude encontrar a mi madre llorando sobre una mesa, uno de los días más duros de mi vida.
Entonces sentí un peso sobre mí hombro, y miré la cabeza de Lana sobre mí, tranquila, segura, en paz
- Lo siento mucho Jim- Dijo con una voz plácida que me calmó y me hizo tan solo pensar en el momento que estábamos viviendo ahora, y en que lo recordaría para siempre.

Tras la puesta de sol, fuimos hasta un bar en el que se encontraba la mitad de la tripulación emborrachándose a base de ron y bailando con el personal, montando una verdadera fiesta.
Lana parecía disfrutar del ambiente, y , sin darme cuenta, me había puesto frente a ella tendiéndole mi mano
- ¿Me concede este baile Señorita?- Ella tomó mi mano riéndose y bailamos con el resto de la tripulación hasta que nos dolieron los pies.

Pero llegó un momento en el que noté que Lana observaba hacia una de las mesas del local, en ella había un gigantesco monstruo de tres ojos y color negruzco que intercambiaba su mirada con un brillo de odio en sus rojas pupilas.

Kiara's Pov
Aquella tarde pase uno de los mejores días de mi vida, se pasó muy rápido y al anochecer fuimos a un bar lleno de piratas borrachos que bailaban alegremente al ritmo de una canción marina, en cierto momento, acabamos uniéndonos a ellos en el baile.
pero en cierto momento empecé a sentirme observada, y cambié de dirección mi mirada hacia todas las mesas hasta que cruzó con el gigantesco monstruo que me perseguía en mis peores pesadillas.
Entonces recordé el día en el que Silver me salvo de aquellos piratas a los que me vendió mi madre, y noté como mi mirada y la suya, se cruzaban intercambiando odio, y haciéndome preguntarme por dentro, dónde estaría mi padre y si ellos sabrían algo de su paradero...

- ¿Lana, estás bien?- Preguntó Jim sacándome del trance en el que me encontraba- Hay que volver al barco-
Al decir eso, me tomo de la muñeca y salimos del bar.
En el trayecto hacia el barco no dije ninguna palabra, seguía pensando en aquella imagen que no paraba de rondar por mi cabeza.
Al llegar, Jim y yo ayudamos a Silver a preparar la cena, y mientras todos comían, yo salí afuera a respirar.

- A tí te pasa algo- Dijo una voz a mi espalda que fue fácil de distinguir- Te pasó en el bar-
Entonces yo respiré profundamente pensando que, tal vez, ya era hora de contarle a alguien de dónde venía.
- Vi a alguien...- Dije buscando las palabras correctas- A un...
- ¿Monstruo de tres ojos gigantesco que te miraba como si quisiera asesinarte?- Terminó el mi frase- Me di cuenta.
- Lo conozco- Dije sin desviar la mirada de la galaxia que surcábamos
- ¿De qué?- Preguntó algo alterado.
- ¿Alguna vez te he contado cómo llegué a la tripulación de Silver?- Él negó y yo volví a respirar profundamente- Yo entonces era una niña, la verdad es que mi situación no era la mejor, mi madre nunca me quiso, siempre decía que era escoria y que yo había sido su maldición. Por otra parte, mi padre era marino, y lo veía muy poco, lo justo como para que él y mi madre tuvieran discusiones por mi culpa. Un día, tras uno de sus más largos viajes, mi padre me llevó a Montressor, a una posada cuya dueña era su amiga. Aquel día lo recuerdo como uno de los más felices de mi vida. Pero al volver a casa, mientras mi padre atracaba su barco, fue atacado por piratas, piratas que mi madre había contratado para secuestrarnos. Yo escapé y Silver me salvó y me dejó formar parte de aquí, dijo que tal vez, con el dinero que ganásemos en ciertos viajes algún día, podría pagar una expedición en busca de mi padre. Aunque cada vez lo veo más difícil...
- Lana, Jim- Silver apareció a nuestras espaldas antes de que pudiéramos decir nada- Es tarde, y mañana tenéis que trabajar, iros a dormir ya- Al decir esto puso su mano en mi hombro y me llevó al camarote, dónde tras pelearme con las sábanas sin parar de ver a ese pirata, acabé durmiéndome.

Jim's Pov
Lana me acababa de contar su historia, la de cómo llegó aquí. Sentía que iba a explotar de la emoción, me parecía imposible, pero ahora tan real...
- Es ella- Dije para mí mismo en voz baja- ¡Es ella!-
Corrí hacia el camarote de Delbert, a veces dormía ahí porque él estaba muy ocupado con sus investigaciones. Cuando entré se acababa de poner su pijama y se disponía a leer.
- Jim ¿No sabes llamar a la puerta?- Dijo algo molesto.
- Delbert, acabo de descubrir algo increíble- Dije emocionado contagiándole la emoción- Es ella
- ¿Quién es ella?- Preguntó con una pequeña sonrisa pícara que me daba una idea de lo que imaginaba.
- Lana, es la hija de Percybal, la chica que desapareció- Dije sintiendo cada palabra que salía de mi boca- ¡Está viva!-
En ese momento sentí como Delbert palidecía y sus ojos se abrían creyendo pocas de mis palabras, hasta que después de un rato solo alcanzó a decir.
- Es imposible.
- Créeme, yo pensaba lo mismo, pero tiene muchísimo sentido- Dije manteniendo la emoción- Su aspecto, su voz, la historia de cómo llegó aquí, es increíble Delbert, es ella-
Mi compañero tan solo asimilaba las palabras, hasta que en un momento una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.
- Es ella

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