Eclaire estaba sentada en la sala de espera, con su cabeza recargada en el hombro de Yuri, ya no lloraba, pero su mirada se sentía completamente distante, faltaba poco para que el avión llegase y ellos dejaran América y solo en ese momento a Yuri se le ocurrió mencionar un detalle importante.
exclamó un "¿Ah?" al sentir uno de sus bolsillos, para después articular palabras a penas sacar algo del mismo bolsillo que había tocado hace un instante.
-Claire, casi lo olvido, este regalo estaba en tu camerino, me la dieron directamente los del Staff, dijeron que al ser tan pequeño era mejor enviarlo conmigo, no querían que se extraviara. -Le dijo al tiempo que le entregaba una pequeña caja de terciopelo color verde.
-¿Qué es esto Yuri? -Cuestionó confundida, ese color, le era tan familiar, pero...no era posible que fuera lo que ella creía.
-Un regalo, supongo, debes abrirlo para saber qué es, así funciona las cajas de regalo -Le respondió como si fuese lo más lógico, ante esa respuesta Eclaire solo atinó a reírse un poco empujar el hombro del contrario y luego abrir la caja, Yuri que se encontraba a su lado y observaba lo mismo que ella solo pudo sonreír ampliamente y soltar gritos de emoción, que rápidamente se le contagiaron a su mejor amiga.-Joder, Eclaire, no puedes simplemente abrir esto e irte, es tan hermoso.
-Ay Dios, Sweet Pea debe odiarme, ¿Por qué demonios tardaste tanto en entregármelo? — reclamaba mientras soltaba manotazos a su amigo.
A penas abrir la caja, en la tapa, con finas letras doradas se leía "¿Bailarías conmigo el resto de mi vida?" mostrando en la parte inferior de la caja un hermoso anillo con una esmeralda como piedra principal, ese era el color de su vestido en el primer baile que compartieron...
-Yuri...yo...-No encontraba las palabras para explicar lo que sucedía, no podía explicar como es que se sentía, ni si quiera se sentía capaz de reaccionar ante esa imagen.
-Haz lo que tengas que hacer, Eclaire, siempre tendrás mi apoyo.
-Dios... -Suspiró, miró el anillo y tomó su celular, marcó el número de Sweet Pea sin obtener respuesta alguna, caminaba de un lado a otro en la sala de espera.
Siguió intentándolo un rato, pero no hubo cambios, ella seguia sin obtener una respuesta vía telefónica, solo pudo escuchar un "Lo siento, Eclaire, es hora" de parte de su rubio amigo, ella solo logró abrazarlo fuerte y llorar, había llegado la hora de regresar a Rusia.
-Yuri, Eclaire, es hora de subir al avión - Informó Dominick, a los chicos que se encontraban algo apartados del grupo.
-Bueno, lo intentaste, Claire - Le intentó animar su amigo, ante la falta de éxito en sus llamadas
-No...No puedo Yuri - Las lágrimas comenzaban a juntarse, listas para salir en cualquier momento. -No puedo hacerlo, no puedo solo subir al avión e irme...
-Eclaire, Yuri, ¿no escucharón? es hora - Dijo algo molesto el chico que les- había llamado con antelación.
-Yu, lleva mi maleta a casa, yo llamaré a mi abuela y le explicaré todo ¿Bien?
-¿Estás loca? no te puedes quedar solo así porque si...
-Claire, no seas estúpida - Intervinó Dominick apretando los puños -¿Por qué carajo te quedarías en América? tienes una vida en Rusia, sube al avión. -Habló ya exasperado al tiempo que la tomaba de la muñeca.
-¡Sueltame! - Se soltó de un tirón de su agarre y le miró molesta. - También tengo una vida en América.
-No voy a dejar que arruines tu vida, tienes una carrera, no puedes solo tirarla por la ventana
-Mi carrera está acabada, mi tobillo está hecho trizas, no puedo hacer más ballet.
-Joder, entiende que te quiero, Eclaire... Tenemos que subir al avión -Le dijo firme pero con la voz suave, el shock en el que la dejó ni si quiera le dio tiempo para percatarse de que ya estaban por abordar aquel vehículo que se la llevaría como si nada.
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Te Volveré A Encontrar...[SweetPea]
Fanfiction"Te volveré a encontrar" fueron las últimas cuatro palabras que Sweet Pea le dedicó a Eclaire en forma de un Email. Ya han pasado cinco años, la promesa adolescente de Sweet Pea se ve desgastada, pero sigue presente, por otro lado, Eclaire tiene que...