Capítulo 1: La vez que nos conocimos

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Era una cálida mañana de verano en una pequeña ciudad de Japón. La gente ya estaba realizando sus labores diarias, o recién se dirigía a hacerlas, las señoras se juntaban en los cafés para contar quién sabe qué chismes; también se encontraba una niña pequeña dando pequeños saltos agarrada de su madre. Se dirigían a lo que parecía ser una pista de patinaje sobre hielo, ya que llevaba unos patines en la mano.

— Bien Momo, llegamos.— Dijo la madre de la niña dulcemente.

—¿Segura?.— Ella solo asintió y se adentró al lugar.

Ambas observaban el gran lugar.

— ¿No es lo que querías, mi niña?.— Le preguntaba.— Te aseguro que con práctica te volverás muy talentosa.—

— Claro que si mami. Gracias a ti y a papá podré patinar como los famosos.— Se le iluminaba la cara de la emoción.

— Aquí es tu clase tesoro, vengo por ti al terminar recuerda.— Se despedía.

— Está bien... ¡Adiós!.— Se despidió también de manera fuerte, lo que hizo que sus demás compañeros la miraran raro. 

Aún no llegaba la profesora así que tenía tiempo para tratar de hacer amigos en su clase.

— Hola, soy Yaoyorozu Momo ¿Puedo ser su amiga?.— Dijo en tono amigable, a lo que solo la ignoraron y la dejaron con la pregunta en el aire. Su mirada se puso triste, no quería estar sola.

— Buenos días niños.— Dio unas palmas.— Yo soy Nemuri Kayama, su nueva maestra de patinaje, pero me pueden llamar Midnight-Sensei.— Se presentó.— Tomen sus patines y a la pista. También vayan eligiendo un compañero, por favor.—

— Oh, genial.— Dijo sarcásticamente sacando un puchero, pues la habían ignorado. En eso volteo a ver una pequeña figura en una de las bancas del salón. Era un niño con capucha y la cabeza agachada. Notó que su mirada era triste y estaba solo. Decidió acercarse, porque no se movió.

— Hola....— Saludó dudosamente.

El niño se levantó la cabeza y pudo verlo mejor. Tenía cabello de dos colores, específicamente rojo y blanco. Al igual que sus ojos, lo cuales eran dueños de una heterocromía. Ella no dijo nada, solo lo examinaba. El chico la interrumpió respondiendole.— Hola... ¿Tú también... vienes a burlarte?.— Dijo decaído.

— ¿Burlarme? ¿Por qué?.— Dudosa. Acto seguido el niño se bajó la capucha donde se notaba que tenía una cicatriz en el ojo izquierdo; se llevó la mano hasta ella.

— Porque varios niños me han mirado mal o se han burlado de mi apariencia... soy raro.— Comenzó a lagrimear.— Escuché que dijeron que deba miedo... todos dicen eso.— Se encogió en sus piernas.

Momo se sintió impotente. Para su corta edad no soportaba ver a personas tratando mal a otras personas.

— P-pues están muy mal... tu no das miedo... darías miedo si fueras un monstruo.— Levantó sus hombros. Trataba de consolarlo.

— ¿Lo dices en serio?.— Sorbía su nariz. Las palabras de la pequeña azabache lo hacían sentir mejor.— ¿Cómo te llamas?.— Dijo ya calmado, comenzando a caminar donde Midnight-Sensei les había indicado.

— Yo soy Yaoyorozu Momo... ¿Y tú?.— Replicó.

— Y-yo soy Todoroki Shoto... mucho gusto.— Extendió la mano tímidamente, al presentarse. Y Momo le imitó el gesto.

—Entiendo... o-oye Todoroki-Kun... ¿Quieres ser mi compañero en clase hoy?.— Dijo apenada mientras se sobaba un brazo, esperando su respuesta.

¿Tomas mi mano?|| ❤Todomomo❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora