Capítulo 11: Necesito un trago... AHORA

230 22 21
                                    

Y ahí se habían quedado, mudos, con la mirada perdida. Yaoyorozu en definitiva quería matar a Todoroki.

Lentamente el bicolor retrocedió por donde vino.

— Oh, no... tú no te vas de aquí.— Con un tono de voz que daba miedo. Lo agarró del brazo y el chico sintió el verdadero terror.— ¿¡Te das cuenta de lo que acabas de hacer!?-

— Ehm... ¿Si?— Dudoso y asustado.

— Acabas de humillarme.— Exclamó.

— Eso es mentira, te acabo de defender y ni siquiera me das las gracias.— Ofendiéndose.

— Ok, GRACIAS por eso. Pero, por tu último comentario me acabas de arruinar.— Replicó.— Ahora, vas a ir donde Saiko y le dirás que no es cierto lo que dijiste.—

— No....— Dijo pensativo.

— Entonces iré yo.— Dirigiéndose para donde se había ido el grupo de chicas.

— ¡Tampoco!— Gritó y la tomó por detrás para que ya no avanzara. Un brazo lo puso en su abdomen y el otro encima de su pecho. También la iba cargando un poco para atrás.

— ¡Todoroki suéltame!— Luchando por zafarse.— ¡Te voy a morder el brazo!- Amenazó y el chico se seguía negando.

Mientras tanto al otro lado de la calle una madre con su hijo iban pasando viendo la escena.

— Mami ¿Qué están haciendo esos chicos?— Señalando inocentemente.

— No los veas, hijo, no los veas.— Caminando más rápido horrorizada y volteando la cabeza del niño.

Regresando con los chicos.

— Yaoyorozu. ¡Cálmate, por favor!— Impidiendo con todas sus fuerzas que avanzara.

Por unos segundos después de forcejear, Momo se "calmó".

— Entonces como voy a explicar mi ausencia en la competencia ¿Eh?— Retándole para ver si le daba una solución.

— No lo harás... porque yo tal vez si puedo ser tu compañero.— Se cruzó de brazos.

— ¿Es chiste verdad?— Incrédula.

— ¿Te parece ESTO un chiste?— Hizo un énfasis en "esto".

— Ahhh.— Enfurecida. El bicolor tomó eso como un sí. Vio seguidamente que de iba para otro camino que no era ni para su casa, ni para la pista.

— ¿A dónde vas?— Preguntó.

— Al bar, necesito reexaminar mi vida.— Un poco irritada.

Decidió seguirla, no podía dejarla sola ¿Y si terminaba en medio de la carretera?

De todas formas no tenían mucho problema de estar ahí, ambos chicos tenían dieciocho años bien cumplidos.
Así que, se sentaron en medio del mostrador y esperaron a que el mesero del frente le tomara la orden a Yaoyorozu.

— Si no me hubieras seguido, habría estado bien.— Soltó la azabache.

— ¿Por qué lo dices?— Dijo el chico.

— Hubiera acabado todo de una vez, y lo afrontaría mejor.— Uniendo sus dedos en su entrecejo.

— Yaoyorozu.— Suspiró.— Entonces, ¿Quieres decir que te habrías conformado a esto?- Se quedó callada.- Entiendo que fue una locura lo que dije pero... ¿Por qué no lo intentamos?-

— No creo que sea buena idea.— Expresó sin mucha emoción.

— ¿No estás cansada de todos esos comentarios? ¿No quieres demostrarles de lo capaz que eres de rebasar a todos?—

¿Tomas mi mano?|| ❤Todomomo❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora