𝗧𝗵𝗲𝗼𝗿𝘆 𝗼𝗳 𝗟𝗼𝘃𝗲 (CANCELADA)

Capítulo 20. 10 things I hate about you [ten]

Entre los descansos puedes ver a todos acostados directamente en el piso, es entonces cuando el equipo de logística comienza su trabajo, repartiendo botellas de agua y snacks a todos. Desde mi lugar los observo ir y venir precipitadamente, esperando acabar antes de que lo haga el tiempo de descanso, pierdo la concentración cuando el recién seleccionado actor masculino se sienta a mi lado, entregandome un contenedor con fruta y un vaso con jugo de naranja. Observo su rostro en silencio y luego a las cosas en sus manos.

—¿Son para mí?— sin decir nada, asiente con la cabeza —eh, gracias.

Para no exponerlo frente a los demás, acepto las cosas pero no pienso comerlo, Emilio es amable con todos estos días, no quiero tomar por el lado equivocado su acción para terminar enojado de nuevo. Pongo los recipientes a lado mío y vuelvo a mirar al frente. Unos minutos después mi acompañante se digna a hablar.

—¿Por qué no comes?

—Ahorita no tengo hambre.

—Si no te los comes, cuando te tengas que levantar, se los van a robar.

—¿Qué no repartieron lo mismo a todos? ¿Qué tanta urgencia para que coma?

—Has estado trabajando duro todo el día.

—Todos hemos trabajado igual, no tengo antojo de fruta.

—¿De qué tienes antojo, entonces? Lo que se te antoje lo voy a comprar— Osorio se sienta más cerca mío y yo tengo que alejarme de su efusividad.

—No tengo antojo de nada— me acomodo mejor para poder jugar a gusto con mi celular.

Sólo unos minutos duró el precioso silencio, de nuevo Emilio estaba sobre mi costado intentado meter sus pelos de maruchan en mi campo de visión.

—¡Quítate wey! ¡tus pelos pican!

—Joaco, es Candy Crush y no puedes pasar de nivel? Yo lo paso por ti, dame— el imbécil junto a mí trata de quitarme el celular de las manos, alguien quitemelo a él de encima.

—No, Emilio, déjame— forcejeamos por el aparato, este hombre se comporta como niño pequeño, ahora intenta hacerme cosquillas y yo necesito ayuda —mira, mira, ya empezaron las actividades ¡ya empezaron las actividades de los actores!— por fin, Osorio me deja en paz mirando al grupo juntarse en el escenario.

—Sí es cierto, ya me voy pero, pero, guarda esa partida yo la pasaré por ti— me guiña el ojo mientras sale corriendo con los demás.

¿Por qué Emilio se comporta de esta manera? Desde que se metió a mi habitación, el ambiente que nos rodea se ha vuelto incómodo. No quiero ser paranoico, ni pensar que esto sea la llamada "calma antes de la tormenta", no quiero descuidarme y, cuando me de cuenta, todo sea ya un torrente de lluvia y truenos abrumadores. No quiero pensar en eso, me costó muchísimo salir del bache donde me dejó hundido este amor, es por eso que cualquier cosa que tenga que ver con Emilio no me interesa, no quiero pensar en ello ni ahora ni nunca.

Estos días han sido sumamente cansados que no he podido dormir bien, entre hacer las tareas normales y los arreglos de la obra, no me alcanza la noche. Tengo mucho sueño, me acomodo en el piso entre las filas de los asientos y, cuando me doy cuenta, caigo dormido.

Cuando despierto trato de encontrar el celular, me levanto de golpe cuando me doy cuenta que son más de las nueve de la noche, mi estómago ruge de hambre. Busco alrededor a algunos de mis amigos, los actores siguen ensayando, Niko tomando fotos mientras Diego le ayuda. Genial, no podré pedirles que me acompañen a comer algo. Pero aún tengo un as bajo la manga: la fruta que me trajo Emilio. Me pongo de pie para buscar, no lo encuentro por un buen rato hasta que miro bajo los asientos y ahí está, el jugo fue reemplazado por una botella de Pepsi y, aparte de la fruta, hay un unicel con tacos.
¡Dios, la gente de logística es preciosa! Les beso los pies, como con prisa mientras las actividades del día han terminado ¡al fin! Lo único que quiero es irme a casa rápido, estoy quedando plano de estar aquí sentado sin hacer nada.