𝗧𝗵𝗲𝗼𝗿𝘆 𝗼𝗳 𝗟𝗼𝘃𝗲 (CANCELADA)

Capítulo 8. Loco, estúpido, amor I

A pesar de estar en segundo año tenemos bastantes actividades en la facultad de artes. Los demás comentan que nuestro único propósito es organizar eventos y no estudiar. Especialmente este mes tenemos agendas bastante apretadas con horarios fijos para las exposiciones de arte, el festival de cortometrajes, la obra para la noche mexicana el 15 de septiembre y las actividades académicas. Debemos encontrar tiempo para todo y dar el cien en cada uno, es bastante cansando y ni hablar del estrés.

Antes, de la obra de la noche mexicana, debemos participar en una "Feria tricolor" todos estamos obligados a tener un stand con actividades para entretener a los estudiantes a cambio de dinero que es utilizado en la obra y el festival anual de teatro en noviembre, lo bueno es que puedes formar equipos para esto y, obviamente, los cuatro cholos tenemos el nuestro.

—¿Qué número de stand tenemos este año?— pregunta Diego mientras Niko recoge su cámara y demás material.

—B17, cerca del escenario principal. A la derecha están los de tercero enseñando a hacer origami y a la izquierda los de primero con hombre al agua.— Niko le suelta toda la información con tono de detective y Diego lo mira serio dándole asentimiento con la cabeza. Esos dos parecen niños jugando, son tiernos... a veces.

—Perfecto, bastante simplón. No podemos perder contra ellos.— Emilio sacando su lado competitivo.

En realidad todos estamos tomando seriamente esta competencia porque necesitamos estar entre los cinco primeros lugares que son decididos en base a cuanto dinero se logra recaudar. Este top no solo es presentando en los boletines de la facultad de arte (que son referencias a la hora de ser aceptado para prácticas profesionales) sino que tienen prioridad para usar el estudio principal. Tener acceso prioritario es un honor para un estudiante de arte.

—Hace un año el top cinco vendía bebidas, papas fritas, banderillas y el top tres tenían una cabina de fotos instantánea.— les comparto la información de manera solemne.

—No mames ¿qué podemos hacer para ganarle a las cabinas y la comida?.— Emilio centra su pregunta en mi y yo le respondo con un encogimiento de hombros mirando a los otros dos.

—¿Y si usamos el estilo cholo para hacer críticas de películas?— los tres me miran interesados después de escuchar mi propuesta.

—¿Cómo?— Diego y Niko preguntan al mismo tiempo, volteo a mirar a Emilio antes de que hagan más preguntas.

Mi querido sabe que hacer perfectamente sin tener que decirle una palabra, nos sonreímos para después subirme a una de las sillas, dándole a mis otros dos amigos una mirada astuta.

—¡Bienvenidos a todos! Me alegro de verlos en esta nueva edición de la famosa Feria Tricolor.— mis tres amigos se cubren los oídos, mis gritos siempre causan esa acción, miro a Emilio que, a pesar de seguir con las manos en las orejas, no deja de sonreír.
Es tan tierno.

—Fuimos a checar sus comentarios en nuestras redes sociales y, en base a la demanda general, decidimos hacer este juego que se llama...— hago mi voz lo más solemne posible, procurando dejar una pausa de suspenso antes de revelar el nombre del juego —¡adivina la película! Sólo tienes que pagar la módica cantidad de cincuenta pesos, aquellos que sean ganadores tendrán un hermoso oso de peluche y quienes no lo logren pues ¡suerte para la próxima! ¿Qué dicen? ¿Comenzamos?— termino mirando a Niko que se ve harto de mis gritos, me da risa su expresión.

—Si, si, comencemos pero deja de gritar. Me duelen los oídos chingada madre.

— Ok, entonces adivina la película que el señor Emilio va a contar, ¡comienza ahora!— todos se cubren los oídos de nuevo menos Emilio que corre hasta mi lado aún riendo.