Capítulo 23. Eterno resplandor de una mente sin recuerdos [fase 3]

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"Recuérdame. Haz todo lo posible. Tal vez podamos"

Tu lloraste primero, y aunque llegué a arrepentirme ya era muy tarde...

La noche del martes llega demasiado lento, desde la mañana he sentido un hueco en el estomago; todo lo que voy a decir es demasiado duro para mí, aunque son mis amigos, admitir que les mentí, que herí a alguien importante para ellos por miedo y egoísmo es aterrador. Me duele admitir que tenían razón en querer protegerlo de mí, de este Emilio que sólo sabe herir a los demás. Casi a las diez de la noche, el timbre suena y mi corazón se acelera mientras abro la puerta, y ahí están, ambos de pie mirándome.

—¿Tenemos changos en la cara o qué, Emiliano?— es Niko quién habla, rodee los ojos, sabe que me caga cuando me llame así.

Dejo pasar a ambos, nos sentamos en la sala, me sudan las manos pero sé que están esperando a que diga algo, yo fui quién los citó aquí. Tomo una respiración profunda y comienzo a relatar todo, que estoy enterado de que Joaquín está enamorado de mí, como le pedí a Talia fingir ser novios para tratar de hacer a Joaquín olvidarme; sin embargo no vi la reacción que esperaba, me miraban como si hubieran estado enterados de todo desde el principio.

—Voy a parar— me siento en la silla de mi escritorio mientras los otros dos están aún en el sofá.

—¿A qué te refieres con "parar"? ¿con qué vas a "parar"?— Valdés me mira receloso, Niko no habla pero sus ojos son como balas.

—Dejaré de acostarme con mujeres, jugar con ella, de perder el tiempo— por favor, estoy siendo muy serio con esto.

—Te escuché decir la misma mierda en preparatoria, aguantaste una semana antes de volver a jugar con alguna niña de por ahí y ahora ¿planeas que, después de todas las pendejadas que hiciste, crea tus tonterías otra vez?— Niko me reprocha lleno de rencor, eso fue sólo un impulso, estaba obsesionado con Talia y, creí, que estaba listo para intentar tener algo serio. Luego me confesó que era lesbiana y entendí que no estaba enamorado, nunca más pensé en amar a una sola persona... ahora es distinto.

—Estoy enamorado de alguien— luego de mi confesión un silencio se extiende en el cuarto, ambos me miran, Niko con el ceño fruncido y Diego como si estuviera viendo a un muerto.

Agacho la cabeza apenado, me da vergüenza, es la primera vez que lo acepto en voz alta; mi corazón y mente lo dieron por sentado hace unas noches en la playa pero, ponerlo en palabras es distinto, me hace sentir aún más fuerte el amor desconocido, hasta ahora, para mí y me asusta un poco.

—¿Quién es?— preguntan ambos al mismo tiempo, los miro de frente, suspiro tratando de calmarme pero mi corazón no coopera, se golpea con fuerza en mi pecho, el sentimiento corre veloz por todo mi cuerpo, dándome la seguridad de que es correcto, no estoy confundido, lo que siento es real, por eso no debo temer al decir, que, de quién estoy enamorado es...

—Joaquín.

—¿Joaquín? ¿Joaquín Bondoni?— Niko me pregunta como desquiciado, yo solamente asiento con la cabeza y me asusta la manera en que me mira, como si quisiera tomar el cuchillo de la cocina y apuñalarme hasta morir —¡ah no pendejo! ¡no lo voy a permitir, no, ni lo pienses, no te quiero cerca de mi amigo!

Nikolas intenta echarse encima mío pero soy más rápido levantándome de la cama, Diego reacciona sujetándolo antes de que pueda alcanzarme del otro lado de la habitación.

𝗧𝗵𝗲𝗼𝗿𝘆 𝗼𝗳 𝗟𝗼𝘃𝗲 (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora