Para No Olvidar. [OMEGAVERSE] BillDip.

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Enterarse de que aquel incidente no estaba en boca de nadie, o no del todo, era lo único que le alegraba a Dipper en aquel momento, su regreso al trabajo fue quizá tal como lo esperaba, algunos parecían más curiosos que preocupados por saber la causa de su estadía en el hospital, y para otros simplemente ya era más que molesto que los altos mandos lo tratarán con tanta complacencia, algo que no era del todo cierto.

La verdad era que, le gustaba conversar con los demás actores, aun cuando empezaban a indagar sobre su vida personal con insistencia, después de todo compartían su misma pasión, pero en momentos como este, en dónde sólo buscaban pretextos para hablar mal de alguien o esparcir rumores, el trabajo podía volverse un tanto incómodo.

Pero "incómodo" no era la palabra que podía utilizar cuando tuvo que asistir a un show televisivo con nadie más que con Joseph, de quién ya no esperaba nada bueno, y desde el momento en que lo vió, solo pensó en que deseaba que todo terminara lo más rápido posible.

Aquel show, trataba sobre un programa donde se realizaban varias competencias de habilidad, responder preguntas de cultura general, cruzar una pista de obstáculos, preparar un platillo, dibujar, bailar, encontrar un objeto, imitar y hasta maquillar a alguien del público, cada semana invitaban a un par de famosos que competían entre ellos, y si, el niño lindo e inocente se lució ante las admiradoras, no obstante, el omega no se quedó atrás, un simple alfa aparecido, grosero y que creía en cualquier cosa que le dijeran, no tenía permitido ni lamerme los zapatos, el castaño era amado y lo sería hasta que él mismo se decidiera a dejar de serlo, nadie podía negar su talento innato, y no le gustaba ser el centro de atención, pero la ocasión lo ameritaba.

Luego de salir de aquel entretenido lugar del que al inicio no quería ni saber, desapareció tan pronto como pudo para ir a visitar al rubio en el hospital.

Colin Fey y Dan Morgan, eran sus nuevos guardaespaldas, al estar frente a frente chocaron las palmas con Colin por su pequeño triunfo ganándole al alfa, quién diría que se iban a volver cercanos tan rápido, aquel pelinegro había resultado ser bastante gracioso y divertido, por otro parte estaba Dan, un hombre de pocas palabras, pero muy educado y amable.

Después de una rigurosa selección de personal que duró un par de días, y con la ayuda de su mejor amigo se decidieron por aquellos betas, Dan, alto y musculoso, de porte elegante, calificado, inteligente y atractivo, y Colin que en verdad anhelaba aquel puesto, pues no sólo estaba en la quiebra, sino que además era uno de sus admiradores, su descomunal altura de casi dos metros y su mirada asesina eran de seguro atributos que lograrían intimidar a cualquiera, eso sí no descubrían que en realidad era muy distraído y siempre se estaba riendo de todo.

—¡Eso fue magnífico señor Dipper! Ni siquiera un alfa puede con usted.

—Estás exagerando.

—Me pareció excelente que haya puesto en su lugar a ese actor, si hubiera visto lo enojado que se veía desde aquí ese chico, además es lo que hace entretenido este tipo de programas.

—Es cierto, creo que por eso no había aceptado venir antes, además soy un poco competitivo.

Colin no pudo aguantar la risa después de haber visto como el menor le había ganado al rubio en casi todos los juegos e incluso había hecho que se cayera en una ocasión, aunque no había sido con intención, el castaño también se rió al recordar y porque la risa del moreno era graciosa por si sola, incluso podía ver una pequeña sonrisa formada en los labios de Dan.

—Disculpe, lo llevaremos al hospital señor.

Interrumpió Dan.

—Si, ya es hora, gracias.