XXI

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Desde aquella despedida, Dipper ya pasaba casi un mes sin ver al rubio, y más si sumaba los días que había tratado de evadirlo.

En su trabajo todo andaba igual que siempre, además, se había pasado algunas veces por el club, y todo seguía tan ordinario como antes, sin embargo, no era como si pudiera dejar de querer tener sexo, le encantaba, incluso lo disfrutaba, pero en realidad estaba muy lejos de sentirse satisfecho, Bill le había dado lo que él tanto buscaba, sin siquiera pedírselo, y no se refería simplemente al sexo.

A pesar de pensar que su vida empezaba a volver a su estado natural, la verdad era que, tanto física como mentalmente se sentía hastiado, impaciente, molesto, pues al parecer, alejarse de aquel alfa, de alguna manera le había causado demasiada ansiedad, luego de haber estado con él tantas veces, era evidente que su instinto omega anhelaba con locura estar al lado de su pareja destinada, o al menos, era lo que había leído en internet, y podía confirmar aquella información, pues estaba viviendo aquel martirio en carne propia. Y ni hablar de su celo, que para nada daba signos de mejora.

△△△

Mientras iba en el auto para el trabajo, Albert le habló sobre su itinerario, al ver sus lentes por el espejo retrovisor, llegó a su mente un asunto del que siempre olvidaba preguntarle.

—Albert, me parece que Bill y tú me incluyen con mucha frecuencia en sus temas de conversación ¿Me equivoco?
—Bueno, nos hemos hecho buenos amigos, y él pregunta mucho por ti...

—Y tú le cuentas todo de mi ¿No es así?

— Sabes que no puedo mentir y él sabe cómo sacarme la información que quiere, además siempre compra regalos para Emily.

—¿Como te dejas chantajear por cualquier rubio que se aparece?

Ya sabía que ese rubio tenía sus métodos para llevarse bien con todo el mundo.

—No es sólo eso, también es porque no me parece sea una mala persona, incluso me ha preguntado por ti en estos días.

El chico se sonrojó al escuchar aquello.

—...No le diré nada más si te molesta, pero ¿Acaso ha hecho algo malo?

— No en realidad, así que no te preocupes... Sólo tenía curiosidad.

△△△

—Es bueno vernos de día y fuera del club para variar.

Dijo su amigo.

Luego de salir del trabajo, le había pedido a Thomas que se encontrarán en una cafetería. Su amigo se quitó las gafas y él hizo lo mismo, también se quitó su gorra y tapabocas, el lugar tenía mesas privadas, así que estaba bien.

—Por dios Dipper, tienes una cara terrible ¿Así fuiste al trabajo?

Comentó el omega sentándose al frente. El menor parecía muy cansado, su rostro lucía pálido y tenía enormes ojeras.

—Con un café expreso y una estilista profesional he podido pasar desapercibido.

—Sé que solo me pides cita privada cuando se trata de algo serio, y viéndote así, es algo muy serio.

—Bueno, yo... No sé muy bien que pasa conmigo, a parte, desde ayer tengo mi celo, así que no pude dormir muy bien por el dolor de cabeza.

—No puedo hacer nada respecto a tú celo, pero puedes hablarme de tus otros problemas.

—Creo que el resto de mis problemas, tienen la firma de Bill.

El pelilargo sólo pudo cubrir su boca para soltar un grito, siempre sabía ser un dramático, además, desde que le había dicho que Bill era su pareja destinada, se emocionaba cada vez que lo mencionaba en sus conversaciones, aún si era para hablarle de lo irritante que era.

Para No Olvidar. [OMEGAVERSE] BillDip.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora