Capitulo 2

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Narra Max.

Me despierte, y me dolía mi cabeza, también un poco el cuerpo.
Comencé a ver al rededor y me di cuenta de  que no estaba en mi casa, me asuste mucho, no veo a mi mami ni a mi papi, quiero a Lu conmigo.

Estaba en un cuarto oscuro, no me  gusta la oscuridad, me da  miedo, así que comencé a cantar la canción de Hercules, me quita el miedo.

Estaba por la mitad de la canciónl cuando escuche un ruido, me asuste mas, pero luego vi una luz y una sombra de alguien alto.
Las  luces se encendieron y vi a esa persona.

X: Hola bebé, que bien que ya despertó mi chiquito hermoso.- Dijo con una sonrisa.

Max: ¿Señor Omar?.- ¿Por qué mi jardinero me decía así?

Omar: Es papi, bebé.- Dijo algo serio, me dio miedo.

Max: No es cierto.- Tenia mucho miedo.- ¿Donde están mamá y papá?.- Yo ya esta llorando.

Omar: No llores bebé, no me  gusta que llores.- Se acerco a mi y acaricio mi mejilla.

Max: S.señor o

Omar: Ya re  dije que no soy señor Omar.- Dijo muy serio.- Soy papi.

Narrador.

Max comenzó a llorar más, tenia miedo, no sabia donde estaba y se quería ir.

Omar: Tranquilo bebé, no hay que llorar, papi esta  aquí, no me alejare otra vez.- Dijo viéndolo con amor, pero Max tenia miedo.

Max: N.no so.y un b.bebé.

Max quedo son habla, y comenzó a llorar fuertemente de nuevo, ya que el señor Omar lo había  golpeado en la mejilla con puño cerrado.

Omar: CALLATE, tu eres mi bebé, eres mi Adrian, y te comportarás como tal. - Menciono con una sonrisa sádica en el rostro.- Ya no llores bebé, mejor nuerme, mañana hablaremos.- Dijo encajando una jeringa en el cuello del niño.

En casa de Lucrecia.

Los padres conversaban en la mesa a la hora de la comida, trataban de animar a su niña.

P.L: Cariño.- Dijo llamando la atención de Lucrecia.

M.L: Los trabajadores de la casa de... Max, vendrán a trabajar aquí.

La niña solo jugaba con la comida en su plato, su mirada era triste, sin ningún brillo, sus padres ya estaban desesperados, no les gustaba ver a su pequeña así.

P.L: Mi niña por favor, haré lo que tu quieras, pero ya no estés así.- Dijo su padre con desesperación.

Lu: ¿Me puedes prometer una cosa?

P.L: Dime cariño.- Respondió con esperanzas.

Lu: ¿Traerán a Max?, ¿Lo encontraran bien y volverá conmigo?.

Sus padres intercambiaron miradas, los oficiales les dijeron que las posibilidades de encontrarlo eran pocas, y en caso de hacerlo, el encontrarlo vivo y sin algún daño grabe eran casi nulas.

P.L: Hija... mi niña.- Fue interrumpido por Lucrecia.

Lu: No puedes... por más que quieras no puedes prometerme lo que no sabes si cumplirás.

M.L: Te prometemos, que  haremos lo posible por traerlo de vuelta.

La niña solo asintió y se  fue a su habitación, necesitaba a su amigo, y ella misma lo buscaría.

Meses después.

Ya habían pasado 6 meses, la niña paso su cumpleaños triste, llorando por su amigo, y el niño llorando solo y asustado en un lugar oscuro y frío, al menos donde pasaba la mayor parte de el tiempo.

Narra Max.

Me duele mucho mi cuerpo, el señor Omar me ha hecho llamarlo papi.
Ayer me castigó muy feo por no decirle así, y negarme a tomar de un biberón.
Me salio mucha sangre de mi espalda, y mis brazos tienen cortes que arden.

Extraño mucho a Lu, hace tiempo escuche en un radio viejo que mis papas habían ido al cielo, también escuche la voz de Lu, ella me busca, estaba llorando, no me gusta que ella llore.

Escuche una puerta abrirse y me  asuste.

Omar: Hola, bebé.- Me quedo mirando, sabia que quería respuesta.

Max: Hola, papi.

Omar: Aww, ¿Ami bebé le dolió su castigo de ayer?

Max: Si... papi.

Omar: ¿Seras un buen bebé hoy?

Solo asenti con la cabeza.

El me quito las cadenas, me caego con una sonrisa y me llevo al otro lado de esa habitación oscura.

El lugar donde estaba tenia 2 lados.

Uno con luz, un sillón, alfombra, una cuna grande y peluches.
El otro lado era frio, oscuro, y con las cadenas que usaba para atarme cuando se enojaba.

Se sentó en el sillón y me puso en sus piernas para poner una botella (biberón) en mis labios.

Narrador.

Lo que nadie sabia, era que Max seguía en su casa, en el sótano de la pequeña casa que tenia el jardinero en el patio trasero.
El había aceptado trabajar con la familia de Lucrecia, pero se negro a mudarse, diciendo que  seguiría  cuidando el jardín de sus antiguos  jefes.

Años más tarde...

¿SOY UN NIÑO BUENO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora