¿SOY UN NIÑO BUENO?

Capitulo 4

Narrador.

Max veia como ese tipo, que lo hacia llamarlo "papi" se acercaba a el con  un martillo.

Max: No, Omar por favor.- Abrio los ojos tanto como pudo al notar lo que hizo.- P.pa.pi, lo siento... yo, yo no quería, perdón papi.- El terror lo invadió al notar la mirada oscura de Omar.

Omar: Pareces necesitas un castigo antes que seguir.- Menciono dejando el martillo a un lado.

Max: Papi, no... perdón yo lo.- No pudo terminar la frase ya que un golpe callo en su mejilla.

Omar tomo un pequeño cuchillo y alzó la camisa de Max, acercando este a su abdomen, donde ya había muchas cicatrices.

Omar: Yo.- Corto una línea en su abdomen.- Soy- Otra- papi- otra- no- otra - Omar.- Hizo una ultima línea profunda sin prestar atención a los gritos y llanto de el joven de solo 12 años.

Después de eso, se levanto, dejo el cuchillo en un traste que contenía agua y tomó un látigo con pequeñas bolas de hierro en las pintas de este.

Max lloro pero poco le importo.
Con su pie dio vuelta al chico, dejándolo boca abajo, y comenzó a golpearlo en la espalda.

Max: YAA AHG, PAPI POR FAVOR YA, DUELE MUCHO.- Gritaba y pedía dejara de golpearlo, mas no se detuvo hasta que la sangre brotaba de su espalda.

Omar sin decir nada, y aun con expresión seria, tomo el martillo y volteo al chico teniéndolo de frente.

Omar: Ya tuviste tu castigo bebé, ahora si... quedate quieto.

Tomo el martillo con firmeza y de un golpe rápido y sertero, rompió la pierna izquierda de Max, el cual soltó un grito desgarrador seguido de un llanto estruendoso.
Sin importarle en lo más minimo, hizo exactamente lo mismo en la pierna derecha, seguía con expresión tranquila, ignorando los gritos y llantos del chico.

Omar: Bien bebé, esta listo.- Sonrio, a pesar de que tuvo que hablar un poco alto por el llanto de "su bebé".- Cuando regrese de trabajar, me encargaré de lo ultimo.

Se levanto y salio de la habiatacion, poco importandole que Max termino desmayandose por el dolor y miedo que sentía.

Narra Lucrecia.

Llegue a casa, subí a mi habitación.
En ella note que las flores que siempre pongo junto a mi cama se están marchitando, las sigo poniendo por que a Max le encantan las flores.

Salí al jardín por unas nuevas, llevaba mis tijeras para cortarlas sin problemas.
Una vez a fuera corte 4 flores, de las cuales 3 eran rosas.

Cuando las tuve listas, decidí volver a entrar a casa... hasta que  lo escuche.

Presione las flores provocando que las espinas de las  rosas se clavaran en mis palmas, pero no sentí dolor en lo absoluto.
Camine un poco más, adentrandome en el patio trasero y vi al señor Omar, regando las plantas.
Más sin embargo lo que me hizo poner atención no fue eso, si no que el cantaba llegare a mi meta... esa era la canción que Max cantaba cuando tenia miedo, o estaba triste.
Se que pensaran que es estúpido sacar conclusiones así, pero en ese instante me sentí tan cerca de Max, que sentí terror de alejarme otra vez.

Ya que ni siquiera me noto, entre corriendo a casa, aun con las rosas en mis manos que  comenzaban a escurrir sangre.

Lu: MAMÁ, PAPÁ.

P.L: ¿Qué ocurre, cariño?

M.L: Dios, mi niña, tu mano.

Ni siquiera preste atención a lo que dijeron, cuando estaban cerca de mi, solo pensaba en el.

Lu: Max, Max, mamá, papá, ya se donde esta Max.- Las lagrimas ya caigan por mis ojos, había dejado caer las rosas.

P.L: ¿Qué? ¿Com- No lo deje terminar.

Lu: El señor Omar, el señor Omar lo tiene.

M.L: ¿Por que lo dices?.- Mi madre se trababa al hablar.

Lu: Lo escuche.- Las lagrimas  seguían callendo por mis ojos.- El cantaba la canción de Max, mamá, que el cantaba cuando tenia miedo.

P.L: Esa no es una prueba hija, es una simple canción.- Trato de acercarse a mi pero me aleje.

Lu: Tu dijiste que harías lo que pudieras para recuperarlo, que lo trairias de vuelta si era posible.- No dejaban de rodar las lagrimas por mis mejillas.-El lo tiene papá, yo se que el lo tiene.

No se si fue que vio desesperación en mi rostro o que  fue lo que ocurrió, pero termino por asentir.

P.L: Le llamare al ofecial, tal vez puedan actuar esta noche.

Mis padres salieron de la habitación, yo solo mire mi mano, la cual aun tenia mi sangre.
No podía esperar a que la policía actuara... lo haré yo.