Capítulo 17

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Mi cabeza me dolía cómo si me hubieran dado un buen golpe con un libro, por lo que solté un suave quejido. Me removí en la cama y me coloqué de lado para seguir durmiendo. Pasé mi brazo por una almohada y me apreté a ella. Estaba un poco dura, pero para mi, estaba bastante cómoda. De repente caí en cuenta.

Una almohada tan dura?

Abrí mis ojos lentamente y mis ojos chocaron con los de Tom.

Ay!

- Perdón... - Le digo tímida y él sonríe tiernamente. Siento su mano acariciando mi nuca y cierro los ojos.

- Cómo te sientes? - Me pregunta en voz baja y vuelvo a abrir mis ojos.

- Estoy bien. Sólo un poco de dolor de cabeza. - Le digo con una leve sonrisa y él sigue sonriendo.

- Eso es bueno, Mía. - Me dice mientras se acerca a mi y me quedo sin respiración. Siento sus labios en mi frente y deja un tierno beso. - Me alegra que estés bien. - Me dice mientras me abraza.

- Gracias por cuidarme, Tom. - Le digo con sinceridad y aprovecho que me abraza para acariciar su espalda.

Amo su espalda sensual.

- No es nada, Mía.- Me dice separándose un poco de mí. - Deberíamos de bajar para que comas algo. - Me dice sentándose en la cama.

- Ay no, estoy  tan apenada por lo de anoche. - Le digo jugando con mis manos.

- No tienes porqué, Mía. Más bien, los chicos quieren verte y mis padres no saben nada, obviamente. Simplemente les dijimos que llegaste cansada y con dolor de cabeza. - Me explica moviendo sus manos.

- Bueno, está bien. - Le digo sonriendo levemente.

Me siento en la cama y siento una punzada en la cabeza, pero no me moriría por eso. Tom me ayuda a levantarme y gracias a dios que lo hizo por que casi me caigo del mareo que me dió.

- Te tengo. - Me dice en voz baja mientras me sostiene de la cintura.

Ay, deja de ser tan lindo.

- Iré al baño... - Le digo tímida y él me sonríe.

- Déjame y te acompaño a la puerta. - Me dice ligeramente divertido y me deja frente a la puerta del baño. - Avísame cualquier cosa. - Me dice mientras rasca su nuca.

Awww.

- De acuerdo, lo haré. - Le digo sonriendo y entro al baño.

Hice mis necesidades y luego me lavé la cara con agua fría. Me peiné un poco el cabello y luego salí del baño.

- No puedo creer lo horrorosa que me veo. - Le digo a Tom con una mueca y él se ríe.

- Te ves linda, Mía. - Me dice con dulzura y yo ruedo los ojos.

- Claro que no, me veo espantosa. - Le digo avergonzada y camino hacia él.

- Que no, Mía. Ahora bajemos a comer que muero de hambre. - Me dice mientras agarra mi mano y me guía fuera de su habitación.

Dios, que no separe nunca nuestras manos.

Bajamos las escaleras poco a poco y cuando entramos a la cocina, nos encontramos con toda la familia Holland y bueno, también a Harrison.

- Cariño! Cómo estas? - Me pregunta Nikki mientras se acerca a mi y me abraza.

- Estoy bien, Nikki. - Le digo lentamente y  ella se separa de mi.

- Segura? Tienes pinta de que te duele la cabeza. - Me dice elevando una ceja.

- Sólo me duele un poco, pero estoy bien. - Le aseguro y ella suelta un suspiro.

Vidas Cruzadas ( editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora