- Segura que estarás bien? - Me pregunta mi padre un poco preocupado.- Papá, tranquilo. Estaré bien... - Le digo sonriendo y abro la puerta del auto.
- De acuerdo, pero cualquier cosa me llamas. - Me dice un poco preocupado y yo asiento con la cabeza. Le doy un suave abrazo y bajo del auto.
Camino dentro de la Universidad y veo la oficina del director. Toco la puerta y escucho un adelante, por lo que entro en la oficina.
- Buenas tardes, joven. En qué puedo ayudarla? - Me pregunta con tono simpático y yo sonrío levemente.
- Buenos días...eh, soy Mía Wood y vengo porque me aceptaron la beca. Quería saber todo al respecto. - Le digo un poco nerviosa mientras me siento frente a él.
- Oh! Muy bien, felicidades. - Me dice con una enorme sonrisa. - Bueno, Mía. Yo soy el director Darren y con respecto a sobre tu beca, quiero decirte que no te tienes que preocupar por nada. - Me dice mientras entreleza sus manos.
- De acuerdo y cuando sabré mi horario? - Le pregunto temblorosa.
- Aquí lo tengo todo listo. Comenzamos el lunes, así que muchísima suerte. - Me dice sonriendo mientras me entrega unos papeles.
Observo mi horario con una enorme sonrisa y volteo a mirar al director.
- Muchas gracias, por todo. - Le agradezco sonriendo.
- No es nada, jovencita. Cualquier duda, puede venir hasta mi oficina. - Me dice asintiendo con la cabeza ligeramente.
- De acuerdo, muchas gracias. Hasta luego... - Le digo mientras me levanto de la silla, pero en eso se abre la puerta de la oficina.
- Oh disculpe, no quise interrumpir. - Nos dice una señorita que tiene pinta de ser la secretaria.
- No te preocupes, Lindsay. - Le dice el director y ella me sonríe. - Que tal si le das un recorrido a la señorita Wood? Así conoce las instalaciones. - Le dice el director sonriendo y ella asiente con la cabeza.
- Con gusto! Ven, sigueme. - Me dice la tal Lindsay y me guía por el pasillo.
Caminamos por toda la Universidad y Lindsay me fué explicando donde quedaban los salones. No fué difícil de entender, rápido. Me enseñó los jardines, la piscina olímpica y un montón de cosas.
La Universidad era completamente hermosa y no quería irme jamás. Llamé a mi padre y me avisó que ya venía por mí, asi que me dirijo a unos banquitos que hay fuera de la Universidad.
En eso mi teléfono suena por una llamada entrante y cuando veo quién es, mi corazón se acelera.
Mi madre...
Bueno, hasta aquí llegó todo.
Contesté la llamada y solté un suspiro.
- Hola mamá... - Le digo lo más seca posible.
- Mía Wood...se puede saber dónde demonios estás!? Anoche no regresaste a casa y no contestaste mis llamadas. - Me dice enojada.
- Ah, si! Anoche me quedé viendo películas con papá. - Le digo con un tono de burla.
- Mía! No juegues con eso y dime donde estas! - Me dice molesta y yo me río.
- Ya te lo dije, mamá. - Le dije burlona.
- Te atreviste a desobedecerme!? - Me pregunta y yo ruedo los ojos.
- Si, mamá! Sabes por qué lo hice? Porque ya no te soporto. Toda mi vida me has tratado de lo peor y ya estoy harta. Haré mi vida cómo yo quiera y tú no me arruinarás mis sueños. - Le digo molesta y tranco la llamada.
Meto mi teléfono en mi cartera y me cruzo de brazos.
Ella no arruinará mi dia perfecto. No me quitará la felicidad que siento al estar aquí y me vale lo que piense.
Ahg!
En eso veo un auto parecido a el de mi padre y cuando baja la ventana, veo que es él. Corro hacia su auto y apenas entro, le doy un abrazo.
- Wow! Todo bien, cariño? - Me pregunta felíz y yo lo miro.
- Si! Ya tengo mi horario. - Le digo emocionada y él me mira impresionado.
- Genial! Para verlo. - Me dice y yo le paso la hoja. - Esto está muy bien, Mía. - Me dice sonriendo y me abraza. - Estoy orgulloso de ti. - Me dice cariñoso.
- Gracias papá. - Le digo sonriendo y él me guiña un ojo. - Por cierto, me acaba de llamar mi madre. - Le digo rodando los ojos y él se ríe.
- Qué te dijo? Se puso cómo loca? - Me pregunta divertido y yo asiento con la cabeza.
- Pero le dije que me tenía harta, que no soportaba que me tratara mal y que me dejara hacer mi propia vida. - Le digo seriamente.
- Muy bien, Mía. Nunca entendí porqué tu madre te trataba así y me disculpo por no luchar por la custodia de ti y de tu hermano. - Me dice triste y yo niego con la cabeza.
- No papa, tranquilo. No fué tu culpa...- Le digo tiernamente. - De verdad, ya olvidemos eso. Estoy aquí contigo y felíz. - Le digo sonriendo y él me imita.
- De acuerdo...entonces, qué te parece si comemos afuera? Así conoces un poco la ciudad. - Me dice mientras arranca el auto y yo me recuesto del asiento.
- Suena genial! - Le digo con emoción y él sonríe.
(...)
Llevaba unas cuántas horas haciendo videollamada con las chicas y mientras comía palomitas.
- Oh por dios! En serio le dijiste eso a tu mamá? - Me pregunta Carly asombrada y yo asiento con la cabeza. - Estoy tan orgullosa de ti. - Me dice secándose una lágrima falsa y todas reímos.
- La verdad es que me parece bien que le hayas dicho todo eso. Ella no te estaba dejando vivir! Por dios... - Me dice Madison con rabia.
- Madi, tranquila. Ya pasó todo, pero me preocupa Tim. - Les digo triste.
- Amiga, él estará bien. Estaré pendiente de él. - Me dice Madison sonriendo.
- Si! Estaré visitandolo y viendo que no se meta en problemas. - Me dice Carly riendo levemente.
- Gracias chicas, les debo la vida. - Les digo sonriendo, hasta que escucho que mi padre me llama. - Tengo que irme! Papa me llama. Les hablo luego. - Les digo rápidamente y corto la llamada.
Me puse mi pantuflas y corrí fuera de la habitación. Bajé las escaleras y mi padre me miraba divertido.
- Mía, no tenías que venir corriendo. - Me dice riendo y yo sonrío.
- Lo siento, qué ocurre? - Le pregunto mientras me siento a su lado en el sofá.
- Pues, quería decirte que mañana tengo una salida con algunos amigos, asi que no sé si quieras ir o te quieras quedar acá. - Me dice mientras me mira fijamente.
Creo que estaría mal ir a la salida con mi padre, ya que es su momento de relajación y para divertirse con sus amigos.
Por otro lado, quedarme sola no suena tan mal, pero no quisiera quedarme encerrada en Londres! Por dios, no.
- Prefiero que me dejaras en algún centro comercial. - Le digo mientras me encogo de hombros.
- Bueno, eso suena mejor. - Me dice sonriendo. - Entonces mañana después del almuerzo te dejo en un centro comercial. - Me dice dulcemente.
- Gracias papá. - Le digo mientras abrazo un cojín.
- De nada, cielo. - Me dice con dulzura y luego voltea a mirar el televisor.
Me levanto para irme a mi habitación y seguir ordenando mi ropa en el closet. Estaba bastante emocionada por comenzar clase, pero algo me decía que se viene algo bueno.
(...)
ESTÁS LEYENDO
Vidas Cruzadas ( editando)
Novela JuvenilTodos tenemos amores platónicos, cierto? Ya saben, de los que salen en series, películas o hasta son cantantes. Yo no pensaba que podía conocer a mi actor favorito, pero a veces la vida dá tantas vueltas, que siempre suceden cosas que uno no se espe...