Capítulo I

6.4K 222 150
                                    

✦Accidente✦

Los leves rayos del sol indicaron al más pequeño de la familia que aún podia gozar de algunas horas más de sueño. Gracias al cielo que todavía no se encontraba cursando la preparatoria. Cerró sus ojos buscando descansar, pasados unos minutos una alarma molesta resonó en sus oídos, se levanto con pesadez sabiendo de donde pertenecía ese irritante sonido. 

Abrió la habitación de su hermana mayor, miró el despertador y lo apagó sin más. Procedió a avanzar hacía la cama de la chica y con desesperó comenzo a moverla. 

—¿Hiraki?, se hará más tarde —quitó su diestra para poder tallar perezosamente sus orbitas verdes—, Hiraki...

—5 minutos más, por favor —su voz aún se encontraba ronca, dando indicios de que recientemente había retomado conciencia—. Aún es temprano.

—Ya son más de las seis —respondió el pequeño.

La pequeña castaña talló su cara, miró al pequeño soltando un suspiro.

—Supongo que no hay de otra, por favor no crezcas —sonrió apenada, colocándose su calzado para tomar rumbo al sanitario—. Estaré abajo en unos minutos, si quieres sigue durmiendo. 

—Está bien —su blando cuerpo se dejó caer en el suave colchón de su hermana mayor.

Algunos minutos después, ya aseada y vestida se dió a la tarea de arreglar su mochila. Hoy daría inicio a un nuevo año escolar, realmente no la hacía alguna ilusión, pero tenía que admitir que le emitía un poco de emoción más que nada por sus amigos.

Salió de su habitación, bajó las escaleras y fue directo al comedor. Su estómago comenzó a gruñir a consecuencia del olor del desayuno que su madre había preparado, tomó asiento en una de las sillas disponibles.

—Buenos días —los labios de su padre se encontraron con el borde de la taza de café, mirando de inmediato a la mayor de sus dos hijos. Topandosé con unos orbes iguales a los suyos.

—Buenos días —respondió la castaña, a la par tomó en mano un vaso de plastico, su mirada buscaba la jarra de vidrio llena de jugo fresco.

—Hiraki, tú padre te llevará hoy a la escuela, ya sabes que es un poco empalagoso cuando son cosas nuevas —aclaró su madre, entregando el desayuno de toda la familia.

—No hay problema —brindo una sonrisa timida, sirvió algo de jugo en su vaso y en el de su hermano— ¿No llegarás tarde a trabajar? —preguntó esperando una respuesta por parte de su padre.

—No te preocupes, eres más importante mi familia que otra cosa —respondió.

—Buenos días —el más pequeño de la familia tenía en mano una almohada en forma de dulce, y con su mano libre tallaba sus ojos. Posiblemente el olor del desayuno lo despertó.

—Buenos días —su madre lo ayudo a sentarse. Después de todo solo tenía cinco años.

—Terminen rápido —su padre tomó más onigiris del plato más grande.

—¡Dejá que los niños tomen más! —la voz de la madre sonó algo enfadada—, no seas envidioso.

—¡Dejá que los niños tomen más! —la voz de la madre sonó algo enfadada—, no seas envidioso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al Fin Nos Encontramos [Tanjiro y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora