Capítulo 24

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POV ELLIE

Me estanco. Me quedo viendo a Lydia como si en verdad ella no hubiera gritado, que esto solo era una broma de mal gusto, pero no. Sabía que no me podía mentir a mi misma, el momento que más me aterraba había llegado.

Al igual que Allison.

Derek no dijo nada, y cuando se escucho el llanto de los niños yo no me podía mover. Quería hacerlo, pero mis piernas no me respondían, no podía dejar de mirar a Lydia, ver como poco a poco salía de su trance y volvía en sí.

Siento los pasos de Derek alejarse, yendo al cuarto de arriba y es ahí donde Lydia se da cuenta en donde está y enfoca su atención en mi pálido rostro.

— Ellie... yo... —da unos pasos hacia mi y siento las lágrimas caer por mis mejillas. La pelirroja me abraza y yo le correspondo, sintiendo como mi cuerpo se mojaba.

— Estas empapada —susurro con la voz quebrada y carraspeo intentando mejorar mi voz—. Ven, cambiate por algo seco y te ire a dejar, me imagino que debiste venir a pie.

La hago pasar intentando olvidar lo que había pasado hace algunos segundos y le paso ropa limpia a mi amiga, mientras que a la vez yo me visto. Derek aún seguía arriba intentando calmar a los niños y yo no me sentía capaz de ir allá. Así que ir a dejar a Lydia era mi manera de alejarme y poder procesar lo que paso.

Ya en el vehículo, ninguna de las dos dijo alguna palabra, pero sabía que Lydia se sentía culpable. Quería decirle que ella no tenía la culpa, que lo que le sucede a Derek ya se venía venir y que ella no podía ir en contra de su naturaleza. Quería decirle, de verdad que quería hablar con ella y desahogarme, pero no podía, porque el nudo en mi garganta cada vez  se sentía más asfixiante y sabía que no podría hablar.

— Encontraré una forma de solucionar esto, Ellie. Todos nosotros ayudaremos —me dice antes de bajarse y yo solo pude asentir. Ella no dijo nada más, así que yo solo conduce de vuelta al loft.

A mitad de camino tuve que detenerme, ya que fue mi oportunidad para poder llorar con libertad y sacar todo el maldito dolor, rabia, coraje e impotencia que sentía dentro de mi. Golpeé el volante llorando con fuerza, recordando el momento en que Lydia grito prediciendo la muerte de Derek. Luego la de Allison, y así me mantuve, llendo de un recuerdo a otro. Odiando un poco ese grito de Banshee. Me daba pánico y terror en estos momentos. Por más que Allison me dijera que todo iba a estar bien, en estos momentos sentía todo lo contrario.

Me di un momento de llenarme de negatividad, maldecir a Kate, a Allison, a Lydia, a todos los que no pudieron evitar la muerte de Allison, al mismo Derek y a mi misma. Sobretodo a mi misma.

¿Cómo pudimos llegar a este punto? Solo somos adolescentes, que lo único que queríamos era terminar la escuela, salir a fiestas, conquistar corazones y a la vez al mundo. Recuerdo que al principio lo único que deseaba Scott era entrar al equipo de lacrosse, Stiles conquistar el corazón de Lydia y yo... pues, estar rodeada de mi familia. Pero todo cambio cuando Scott fue mordido y entramos en este mundo sobrenatural.

Maldito Peter.

Suspiro pasando mis manos por mi rostro húmedo por las lágrimas y tomo un respiro para intentar calmarme.

Desde ese entonces, se nos fue imposible no involucrarnos. Más cuando descubrí que pertenecía a una familia de cazadores.

¿Por qué no podemos ser normales?

Imagine que todos éramos normales, cada uno concentrándose en sus estudios, pero yo fui madre a temprana edad, así que tuve que independizarme e irme de casa para mudarme a la de Derek y juntos criar a nuestros hijos. Solo teníamos que preocuparnos por ellos, ya que ambos teníamos suficiente dinero como para mantenernos a los 4. Luego, cuando termine la escuela, nos mudariamos a la ciudad para que yo termine mis estudios en la universidad y viviríamos normal, como una familia cualquiera y con una mascota. Pero la realidad era horrible y cruel.

Tú más que Nada (Teen Wolf 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora