Capitulo III

5.8K 560 163
                                    

Joaquín


Hoy era sábado y habia quedado con Emilio para ir a desayunar, hace ya varias semanas que no salimos, también le dije a Leo porque tenemos que preparar la bienvenida de Blas. Dilan me dijo que no podía ya que se quedaría como niñero de su sobrino Mateo.

Mateo es un bebé muy bonito y tranquilo, no tiene mucho parecido con Dilan pero si los vieras comer no dudarias en que son familia.

Me puse unos skinny jeans blancos, con una camisa negra, mi chamarra de jean y tennis Adidas negros.  Me gusta usar las cosas de esa marca porque resultan ser muy cómodas. Arregle un poco mi cabello sin mucho éxito y me miré al espejo, di tres vueltas para verme mejor, parecía perrito buscando mi cola.

Y hablando de perros....

–¿Emilio?–pregunté contestando el teléfono.

–Hola, Joaco, ¿ya estás ahí? Yo ya estoy por llegar.

–Aun no, pero no tardó, ya estoy listo.

Bajé las escaleras mientras seguía al teléfono con él, busque las llaves de la casa y las de mi auto que se encontraban en la mesa, la tomé y salí de casa. Emilio había colgado diciendo que me esperaba ahí.

Entré a la cafetería y Leo ya estaba ahí, se veía bastante bien a pesar de que hace unos días estaba algo enfermo.

No era mi cafetería favorita, pero la de Emi sí. Tenía grandes ventanas con un polarizado bajo, junto a ellas habían barras con bancas, Emilio decía que sólo la gente solitaria se sentaba ahí. Las mesas estaban esparcidas por todo el local y eran de madera a juego con las sillas, no había mucha luz, pero tampoco estaba tan oscuro, era algo así como tenue.

Primero me acerque a la caja para pedir un muffin de vainilla con una botella de agua, el café de aquí no me gustaba tanto, lo servían muy amargo.

Pagué y el chico me dijo que me llevaría mi pedido a mi mesa.

–Hola–saludó Emilio apenas me vio cerca de la mesa.

–Joaco–le siguió Leo.

–Hola, chicos. ¿Ya desayunaron, tan rápido? ¿Por qué no me esperaron?.–Los platos de la mesa estaban vacíos y con algunas migajas al igual con las tazas.

–No hemos ni pedido, lo que pasa es que la gente insuficiente de este lugar aún no se digna a limpiar la mesa.–dijo Leo casi gritando, luego de eso rápidamente se acercó un muchacho a retirar los utensilios sucios.–Y aún no traen nuestros roles de canela.

–¿Venden roles de canela aquí? La última vez que Emilio me trajo solo hacían café.

–Pues ya vez, han cambiado las cosas.

Veía muy sonriente a Emilio, si, él es así pero hoy algo excesivo, ya hablaría después con él. Los hoyuelos se le marcaban de sobremanera, ya me dolían las mejillas con tan solo verlo.

–Bien, tenemos que organizar algo para el pobre de Blas, el próximo sábado llega y nos conozco, aunque tengamos un mes para planearlo no vamos a terminar. Así que, den ideas.

–Yo doy mi casa–ofrecí. Prefería dar mi casa que gastar dinero en alcohol.

–Puedo conseguir el alcohol ya saben, con Ian, pero alguien me tiene que ayudar a pagar, no puedo con todo.

–Yo te doy la mitad de los gastos, también le vamos a decir a la gente que invitemos que lleven algo.–propuso Leo.

–Dilan definitivamente la comida, no se de dónde saca tanta comida buena y barata.

–Sí, pero todos me tiene que ayudar a limpiar mi casa al día siguiente. Me vale mucho que Blas esté llegando de Los Ángeles y que se sienta cansado, el también tiene que hacer algo.

–Sabes que sí, siempre te ayudamos.–Maldito mentiroso, solo estoy esperando que la nariz te crezca como a Pinocho.

–¿Siempre? Yo doy mi casa por voluntad propia pero con una condición la cual ustedes nunca cumplen, hemos hecho al menos diez fiestas en lo que del año en mi casa y me han ayudado hmmmm.... Nunca.

–Tranquilo, yo te ayudo si los demás haraganes no mueven el culo.

–Gracias, Emi.

Esperamos un poco más y nos trajeron nuestros pedidos, luego de 45 minutos ya estábamos dejando el local, Leo dijo que le iba a avisar sobre los planes a Dilan, así no andaba tan perdido. Emilio y yo teníamos que informarle a la gente conocida de nosotros y de Blas para que vayan a la bienvenida.

La última vez que vimos a Blas fue para las vacaciones de diciembre, vino a pasar la Navidad con nosotros y su familia. Él está estudiando mercadotecnia. Había dicho que al salir de la preparatoria se iba a tomar un año sabático, pero creo que se tomó unos tres o cuatro.

Emilio me estaba  siguiendo por detrás para ir a mi casa para hablar sobre el "asunto". Llegamos casi juntos a mi casa, lo espere en la puerta para entrar.

–Estás muy sonriente hoy, ¿puedo saber la razón?

–Quiero proponerte algo.–seguía con esa sonrisa.

–Mientras que no sea matrimonio, está bien.–reí levemente por mi norma al mismo momento que metía la llave por la cerradura y abría. Entré y Emilio están detrás mío quitándose su chamarra negra.

–Yo puedo ser el papá de tu bebé.

¿Qué? No, de el sería la última persona de la que me embarazaría, es mi mejor amigo, y los mejores amigos no tienen hijos, muchos menos se acuestan entre si, ¿No?

–Te quiero ayudar con esto y....

–No– lo corté. Miré por mi hombro para verlo, sólo estaba parado con las manos a los costados y las cejas juntas, como si no hubiera comprendido lo que le dije.–No, Emilio.

–¿Por qué no? Somos mejores, nos tenemos confianza, sabes todo de mi y yo todo de tí, soy el mejor candidato.

–Por lo mismo que somos mejores amigos no quiero. Aunque agradezco mucho tu oferta.

–Vamos, chiki.–avanzo hasta quedar frente a mí.–nadie más va a venir aquí a proponerte algo como eso.

–Yo no te pedí que lo hicieras.–dije más seco de lo que debería.

Alzó una ceja y me miró un rato luego bajo la cabeza asintiendo. Creo que fui muy rudo.

–Sí, tienes razón.... Tu no me pediste nada.–susurró.

–No, hey, no quise de muy raro y sonar así, pero....

–Dejalo así, tengo cosas que hacer, voy a mandar unas solicitudes de trabajo a un hotel. Hablamos después.

–¡No, Emi!

Muy tarde, el ya había tomado su chaqueta y salió por la misma puerta de donde entró.

La habia cagado, sí, pero no podía aceptar eso, si llegamos a tener sexo y yo quedará embarazado iba a ser un poco extraño e incómodo, y nadie quiere sentirse así con su amigo.

Quiero mucho a Emilio y se que es buena persona, de hecho, me gustaría que mi hijo o hija salga como él, es decir, tiene buena personalidad, es amable y carismático además de ser muy inteligente, pero es mi mejor amigo, esa es la gran razón por la cual denegue su ayuda.

  •••

¿Que opinan sobre la reacción que tuve Joaquín a la propuesta de Emilio?

















El jueves subiré un maratón bien suculento sikesi :v















































Bueno ia, les mando muchos besos y abrazados a la distancia, los amo un chingooo, chau chau 🤠👋🏼

❁ Babies for Joaco || EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora