Maratón 1/2Joaquín abre la puerta de su casa recibiendo a su madre acompañada de sus pequeñas hermanas. Vestía unos pantalones deportivos, calcetines de colores raros y una playera que en mayúsculas decía "Feliz navidad, abajo de la frase había un reno con Santa Claus muy sonriente.
–Hola, hijo. Te ves muy hermoso pero te recuerdo que aún falta para Navidad, estamos casi en octubre.
El castaño rodó los ojos ante el comentario de su madre.
–Hola, ma, igual me alegra verte –se acercó como pudo y la rodeo con los brazos –como te darás cuenta tengo cinco meses, casi seis y ya nada me queda, esto fue lo único que encontré en lo más profundo de mi armario.
–Tranquilo cariño, solo era una broma –su madre beso su mejilla, dulcemente y entró.
Las niñas saludaron con besos y abrazos a su hermano mayor, hace tiempo que ya no se veían.
–¡¿Ya llegó tu mamá, Joaco?!–pregunto Emilio desde la cocina.
–¡Sí, por desgracia!–contesto bromeando, seguidamente, recibió un golpe en el brazo de parte de su madre.
–¡Yo te parí! ¡Yo te tuve por ocho dolorosos meses en mi vientre! ¡30 horas en labor de parto! ¿Y así me lo pagas? –dramatizo Elionor.
–Es broma, mami ¿Ya quieren pasar a la mesa? Emilio debe estar por terminar la comida.–propuse.
Su familia asintió dirigiéndose al comedor.
Joaquín no sabía que es lo que había pensado su mamá al tener tantos hijos eran 7, como los siete enanitos, una exageración, el creía que con 3 era más que suficiente. No todos daban en la mesa, sólo cabían seis personas. Los grandes se quedaron en la mesa y las gemelas con los bebés comerían en la sala viendo televisión.
Emilio sirvió toda la mesa, desde platos y manteles individuales hasta la comida y bebidas. Era la primera vez que trataba a Eli como su suegra, en la última vez que vino aún era el amigo de su hijo.
–¿Ya les dijeron que serán?–pregunto la madre del más pequeño, poniendo un poco de queso parmesano en la pasta.
–No, de hecho mañana vamos a ir al doctor. Pero Emi quiere tener dos niñas –Joaquín sonrió viendo cómo su novio luchaba, con el celo fruncido, por enrollar bien la pasta en su tenedor.
–¿Ah? Sí, estaría bien tener dos nenas, aunque también suena bien un niño y una niña –comentó distraídamente el rizado siguiendo su tarea de enrollar.
–Amor, basta, come normal.–dijo Joaquín tocando levemente la mano de Emilio, este lo dejo de hacer y siguió comiendo normal – Sí, eso suena bien.
–Seria como que perfecto –opinió Eli. –asi ya no tendría que volver a embarazarte buscando formar la 'parejita'
Joaquín y Emilio asíntieron sonrientes.
–No es por ser chismosa pero.... ¿Cómo van Leo y Blas? –el menor río ante el comentario inoportuno.
–¡Mamá! –regañaron Sam y Gaby a su madre al mismo tiempo.
–¿Qué? Es solo curiosidad, además, no me digan que ustedes no quieren saber que pasa –a las adolescentes se les tiñeron las mejillas, delatandolas.
–Estan bien, decidieron que tendrían al bebé por separado, cada quien con su vida pero Blas se hará cargo de él.
–Mmmm....–asintió la madre del castaño.–que idiotas, a leguas se nota que se aman, imbéciles. –susurro lo último.
(....)
Al día siguiente, Joaquín se levantó muy temprano en la mañana para iniciar el día. Se sentó con dificultad en la orilla de la cama, estiró su brazos y soltó un bostezo profundo. Volteo y miró a Emilio descansando, él no se levantaría hasta las 9 am, aún faltaba mucho para eso.
Parándose de la cama sintió un leve mareo, las náuseas y mareos lo estaban matando. Entro al baño y tomó una ducha caliente relajando todos sus músculos, con mucho cuidado salió del baño y se vistió para dirigirse a su trabajo.
–Emi, Emilio.–Joaquín movía a su novio para avisarle que ya se iba, parecía ser molesto, pero el más alto me había exigido que lo haga cada mañana para poder despedirse de él como se debe – amor, bebé, despierta.
Emilio se removió y abrió un ojos solamente. Sonrió ante la tan tierna escena que estaba frente a él. Joaquín vestía un suéter morado que hacía resaltar su pancita, en conjunto a unos jeans negros y tenés color blanco. Suspiro y se apoyo en un codo para poder verlo mejor.
–Buenos días, amor.–saludo Joaquín, sonriendo y acercándose al rostro del otro para darle un beso en los labios.– es hora de irme, voy algo tarde –beso levemente los labios de su amado nuevamente y salió por la puerta, lo último que escucho fue un susurro por parte de su chico diciendo "ten un lindo día, cariño".
Emilio abrió los ojos casi dando las diez de la mañana, estiró su cuerpo y se acomodo mirando el techo, puso sus manos sobre su estómago, pensado.
¿Que haría ahora? La respuesta era: nada, o ir buscar trabajo. No le gustaba estar así y mentirle a Joaquín, hace una semana que lo despidieron por un problema insignificante el cual no le gustaba recordar. Según su lindo novio, a estas horas él estaría dirigiendo la cocina del hotel en el que trabajaba. Sabía que debió de haberle dicho al castaño desde el día que sucedió. Pero no pudo.Se paró para tomar una ducha y salir a buscar empleo. Ya vestido con pantalones negros, camisa roja con algunos botones abiertos y botas café, emprendió su camino hacia la calle en busca de trabajo.
Emilio suspiro cansado atandose el cabello, había entregado por lo menos unos cinco currículums en diferentes restaurantes y hoteles. Casi eran la una de la tarde, hora es que la Joaquín salía de trabajar, se suponía que él salía a las 3 pm, se sentía harto y cansado sus que decidió ir a casa y preparar un buen almuerzo.
El más pequeño al llegar a su casa sintio un olor delicioso a pollo y salsa, así que se dirigió directamente hacia la conocía y ahi está su queridísimo novio cocinando con un delantal blanco en la cintura batiendo algo suavemente en una olla. Joaquín sonríe, se siente tan afortunado de tener un novio chef.Frunce el ceño y mira su reloj de pulsera, apenas son la una con veinte, aún faltaba para la salida de Emilio.
–¿Bebé? ¿Que haces aquí? –se acercó al mas alto abrazándolo por la cintura.
Emilio tembló ante la pregunta.
–Joa-aco, tengo que decirte algo –se separó dr su novio y lo encaró.
–Claro, dime.
–Joa, hace como una semana tuve un problema en el tra-abajo, se resolvió –entrecomillo con los dedos la última palabra –Pero no se resolvió de una buena manera.... Porque me despidieron. –dijo en susurro, esperando el grito de Joaquín.
Escucho al mas bajo suspirar cansadamente y sintió sus nudillos en su pómulo. Acariciándolo.
–¿Por qué no me lo dijiste antes? –dijo Joaco calmadamente – ¿Creíste que me enojaría? ¿Verdad?.–el rizado asintió brevemente.– Bueno, ahora estoy molesto por qué no me lo dijiste antes, si me lo hubieras dicho en el momento te habría apoyado y ayudado en buscar algo para ti, Emi.
–Tenia miedo de que te molestaras y que te preocuparas por mi, no quería eso, el doctor dijo nada de estrés y esas cosas.
–Tienes suerte, el cocinero de la guardería hoy renunció, lleva tus papeles y veamos que pasa.
Dijo si con la cabeza y volvió a cocinar.
Joaquín subió a la habitación para cambiarse de ropa.•••
En el siguiente capitulo sabrán el sexo de los bebés 🤭
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❁ Babies for Joaco || Emiliaco
FanfictionJoaquín quería tener un bebé, y su mejor amigo Emilio le ofrece su ayuda, pero él no acepta. Contenido Homosexual Está historia es de universo alterno, en el cual el embarazo masculino es totalmente normal. 1# en emilioosorio (13-09-20)