Capitulo II

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Ciudad de México, México. Actualidad

                              Emilio

–¡¿Un bebé!?

Joaquín tenía que estar jodidamente loco, no, jodidamente loco no, ¡Demente! si, eso es lo que era. ¿De dónde diablos había sacado esa idea tan estúpida?

Ya lo sabía. Lo supe desde la noche en que lo conocí en la comisaría, que Joaquín estaba muy mal de la cabeza, y hoy lo estaba confirmando. En los años que llevamos de amistad ha dicho y hecho cosas tan estupidas, pero no a tal grado de decir que quería tener un hijo.

Tenía que ser una broma, y una de mal gusto.

–Sí, ¿Por qué te sorprendes tanto?, tú más que nadie sabes cuánto amo a los niños, me conoces mejor que nadie, Emilio. ¡Hasta me dedico a ellos!.– Entonces iba enserio.

–Joaco, no, una cosa es trabajar con niños tan solo 6 horas, darles un pequeño desayuno y almuerzo para que después sus padres vengan a buscarlos. ¿Sabes cuánto trabajo y responsabilidad requiere la crianza de un hijo?–cuestioné–. Ya no sólo lo vas a tener unas seis horas, serán veinticuatro ¡Y por toda tu vida!

–Emi, yo ya se lo que quiero, tengo 29 años y estos bastante grandesito para saber lo que está bien y lo que no para mí vida, esto es un ejemplo de las cosas que estoy seguro que van a hacer muy buenas.–no Joaco, no. Esa cara por favor no. Su labio rosado inferior sobresalía, tenía la mirada cristalizada y me veía fijamente, el sabía que conseguía lo que quisiera con esa maldita cara. Pero no, está vez era la excepción.

–Ni lo intentes baboso, está vez no funcionará.– Un no era un no, punto.– Por lo mismo que tienes 29 deberías pensar mejor las cosas, todavía tienes más tiempo de espera.

¿De dónde pensaba sacar a ese bebé que tanto quería? Hace unas dos semanas que no hablábamos por el trabajo y falta de tiempo, hasta donde yo recuerdo, Joaco ni tenía una pareja estable, ni siquiera salía con alguien. Capaz ¿Adoptaría?

Cuando me llamó para venir aquí me dijo que tenía algo que decirme y necesitaba de mi opinión. Me suponía que diría algo como: "Emi, compraré algunos nuevos sillones, ¿Que opinas?, tal vez podrían ser unos negros para que combinen con la mesita del centro", después de eso veríamos unas cuantas películas en Netflix, mientras comíamos pizza y bebíamos algún refresco hasta que sea muy tarde y llegue la hora de irme.

–¿Al menos ya has pensado en como lo tendrás? Tu sabes.... Los "medios".–hice comillas con mis dedos. Ojalá no me salga con otra estupidez.

–Primero pensé en adoptar pero no, tal vez suene un poco egoísta pero siento que no seria lo mismo, quiero que el bebé sea mío, que esté dentro de mi, Emilio.–dios, si que de veía ilusionado. Me gustaba la alegría que le causaba hablar sobre este tema, su sonrisa era diferente al igual que el brillo de sus ojos.–Hice una lista de opciones..... Ten.

Sacó una hoja doblada y escrita del bolsillo trasero de sus skinny jeans -no es por nada pero se veía increíble con eso puesto-. Decise los varios dobleces mal hechos que tenía y, oh, en verdad había hecho una lista. Ocho años de conocerlo y aún me seguía sorprendiendo.

Seguidamente leí el contenido. El banco de esperma era algo aceptable al igual que la adopción, que era la segunda opción pero arriba de la palabra estaban unas líneas indicando que aquella estaba descartada. La tercera opción excedía los límites, era absurda, ¿Un polvo? No, eso era muy riesgoso, podría contraer cualquier enfermedad por medio de ese método, además de que, en estos tiempos nadie tenía un polvo sin protección. Por el amor de Dios, estamos en 2020, siglo XXI.

❁ Babies for Joaco || EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora