Un mes después de la batalla en Magnostadt con el médium que traería la oscuridad en el mundo, Morgiana ha tomado la decisión de apartarse del Aladdin y Alibaba.
Antes de que Aladdin y Alibaba regresen a Sindria después de estar dos meses en Magnos...
Un mes después de la pelea en Magnostadt, Aladdin, Alibaba y Morgiana habían ido a pasar una noche divertida para relajarse en la tierra de los magos. Morgiana había tomado una decisión que agarró por sorpresa a sus amigos. Lo había pensado mucho desde ese momento, pero no se había animado a decirles, sólo hasta que estuviera cien por ciento segura, aunque eso significaba partir al día siguiente, haciendo que esa fuera su última noche juntos.
Al principio, Alibaba le costó asimilar la decisión de su amiga, porque eso significaba que se iban a separar otra vez y le resultaba doloroso. Sintió que su reencuentro con ella había durado muy poco luego del año que estuvieron separados, le hubiera gustado estar juntos más tiempo.
Morgiana se guardó la razón por la cual quería irse, no deseaba preocupar a sus amigos, especialmente sabiendo el gran cariño que ellos le tenían a Hakuryuu. Pero él ya no era el mismo con quien vivieron una gran aventura en el calabozo de Zagan. El olor le llegó de repente y fue fácil localizarlo: Hakuryuu estaba en el aire junto a Judar, y hubo algo que la preocupó de sobremanera. Se dio cuenta que debía de ir a ayudarlo. Sabía que, si les comentaba a Alibaba y a Aladdin lo que sintió, ellos de inmediato se apuntarían a acompañarla, pero intuía que era algo que sólo ella podía hacer; después del amor que Hakuryuu le confesó y no saber qué responderle en ese momento, se sentía culpable de que ahora su amigo tuviera esa aura oscura.
—¡Eh, Morgiana! —llamó Alibaba bastante contento por la bebida, tenía las mejillas sonrojadas—. ¿Crees que Aladdin usó algún hechizo para hacerse más alto?
—¡Ya te dije que no! Simplemente crecí y en poco tiempo estaré a tu altura, Alibaba-kun —rebatió Aladdin, contento.
—Creo que Alibaba-san se va a quedar de esa estatura el resto de su vida —contestó Morgiana.
—¡Eeeeeeh! ¡Pero qué cruel eres, Morgiana! —reclamó Alibaba, pero luego empezó a reírse.
Morgiana atesoró ese momento con sus amigos. Se olvidó por esa noche de la preocupación que sentía y se dejó llevar por la alegría, recordando la fiesta que tuvieron antes de despedirse la primera vez que fue en busca de su tierra natal. Esta vez no sabía cuándo volvería a verlos.
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Al día siguiente, Morgiana se despidió de sus amigos, sintiendo un hoyo en el pecho por dejarlos solos, pero sabía que estarían bien, siempre se cuidaban uno al otro.
• • •
Ya había pasado casi un mes desde que Morgiana se fue a rumbo desconocido. Aladdin y Alibaba estaban por irse de Magnostadt también. Así que decidieron pasar una de las últimas noches en un lugar que los dos, especialmente, Aladdin disfrutaban mucho.
Alibaba tenía un semblante deplorable, estaba besuqueado y magullado en varias partes del cuerpo. Maldecía su suerte internamente y sentía envidia de Aladdin. ¿Por qué él tenía la suerte de que le tocaran las chicas hermosas? En cambio, él tuvo que lidiar con una chica musculosa que casi lo mata con su "sensual" baile.
