Capítulo 16: El otro Magi

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Había pasado un poco más de una semana desde que Alibaba partió hacia Balbadd. Aladdin se había quedado a dormir en la habitación de Ari desde entonces.

Ari estaba con Aladdin, curioseando entre las cosas que había en la Torre Negra, pero se le cayó uno de los rollos y rodó por debajo de la mesa, mientras que Aladdin realizaba su lectura con unos lentes redondos y enormes que abarcaban media cara del Magi, pero estas salieron flotando ante la sorpresa del pequeño.

—Veo que estás muy ocupado, Aladdin —habló Yunan que flotaba en el aire y tenía los lentes puestos

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—Veo que estás muy ocupado, Aladdin —habló Yunan que flotaba en el aire y tenía los lentes puestos.

—¡Yunan-san! ¡Qué alegría verte! —sonrió Aladdin, emocionado.

Ari se golpeó la cabeza bajo la mesa por la prisa de saber quién era el invitado, tirando varios rollos de paso.

Yunan se le quedó viendo extrañado, descendió lentamente.

La chica estaba apurada juntando los rollos que había tirado, pero por ver a Yunan, se le caían otros.

—Hola, soy Yunan —saludó a Ari mostrándole una cordial sonrisa.

—También es un Magi como yo —indicó Aladdin, señalándose.

—Soy Ari, que diga, Arisha, mucho gusto —la joven le tendió la mano al Magi, tirando los pocos rollos que cargaba.

Yunan apretó la mano de la joven, sonriendo divertido por la torpeza de la chica.

—Yunan, ¿a qué debemos tu visita? —preguntó Aladdin.

—No tuvimos oportunidad de platicar en Magnostadt, por eso he venido para hablar antes de la reunión que se llevará a cabo en poco tiempo —respondió Yunan regresándole los lentes al pequeño.

—Oh, esta es una conversación entre Magis, así que mejor me voy. ¿Va a acompañarnos a comer, señor Yunan? —le preguntó Ari, amable.

Yunan le sonrió, pero luego sus ojos se enfocaron en un ave que estaba en uno de los pisos altos.

—No estoy dispuesto a que escuches lo que tengo que decirle a Aladdin, Sinbad —habló Yunan, serio.

—¡Maldición, Yunan! Estás en mi reino y tengo todo el derecho de escuchar lo que se diga dentro de él —respondió Sinbad a través del ave.

—Es una conversación entre Magis, no te metas, Sinbad —recalcó Yunan hacia el ave—. Vamos, Aladdin, tú también puedes acompañarnos Ari.

—¡No es justo, porque ella si puede escuchar lo que tienes que decirle a Aladdin y yo no! —reclamó Sinbad, notablemente molesto.

—Porque no confío en ti, Sinbad —respondió Yunan con un tono similar al del rey.

Aladdin y Ari se sorprendieron al escuchar la respuesta de Yunan, los dos se miraron, pero Aladdin asintió levemente y su mirada se volvió ligeramente desafiante.

Magi: The New Magic AdventureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora