Capítulo 03: Viaje a Sindria

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Los tres estaban cansados después de andar todo el día y gran parte de la noche paseando por Magnostadt. Como la chica no tenía a donde ir, tanto Alibaba como Aladdin no tuvieron problema en compartir su habitación con ella, además la cama era espaciosa y antes la habían compartido con Morgiana.

—La cama es muy amplia, espero que no tengas ningún inconveniente en dormir con nosotros —dijo Alibaba, acordándose cuando Morgiana recién se había integrado a su equipo y ella quería dormirse en el piso.

—Dormíamos con Mor-san sin ningún problema —añadió Aladdin aventándose a la cama.

—¿Con una morsa? —la muchacha pestañeó, imaginándose a una gran morsa durmiendo entre los dos chicos, luego quedó espantada—. ¡¿Dormían con una morsa?!

Los dos chicos se quedaron sorprendidos, hasta que Aladdin soltó una carcajada.

—No una morsa, es que tenemos una amiga que se llama Morgiana y Aladdin le dice Mor-san de cariño —explicó Alibaba también divertido.

—Por un segundo pensé que ustedes tenían gustos muy raros —suspiró ella, aliviada.

—Hoy fue un día muy divertido, ¿verdad, onee-san? —dijo Aladdin, soñador.

—Sí, a pesar de que todo esto para mí es muy extraño, francamente me la pasé muy bien en su compañía. Ha sido divertido, sobre todo al ver que los dos hacen magia, tú con esa esfera alrededor tuyo y Alibaba sacando fuego de sus manos, ¡ha sido impresionante! Pensé que vestías así por mera moda —señaló a Aladdin su atuendo—, no porque realmente eres un mago.

—Yo no soy mago —aclaró Alibaba, sentándose en la cama—. Sólo uso el poder del Djinn que está en mi espada —sacó su espada y señaló la estrella de ocho picos plasmado en la gema roja.

La joven de inmediato puso cara de no entender lo que Alibaba dijo. Entonces el muchacho estaba dispuesto a explicarle, pero ella movió la cabeza en negativa al igual que las manos.

—Estoy muy cansada y mi cerebro no se encuentra en condiciones para procesar la información sobre lo que me dijiste. Por favor, lo podemos dejar para otro día. Sólo quiero dormir —pidió, ya con ojos casi cerrados.

Ella se fue acomodando en la cama, dispuesta a dormirse sin quitarse la ropa. No tardó nada en quedar completamente dormida.

—Alibaba-kun —Aladdin se incorporó—. No podemos dejarla aquí. Al parecer nadie la ha buscado, bueno, sólo ha pasado un día, pero no ha habido noticias sobre la desaparición de una chica con sus características, además... —se quedó pensativo.

—Además qué, Aladdin —alentó el mencionado mirando a la joven dormir.

—Creo que no es meramente una coincidencia que ella esté con nosotros, tengo el presentimiento que el encuentro con onee-san tiene una razón —emitió Aladdin también observándola.

—A lo mejor es una chica que trabaja en el lugar que visitamos ayer y se cayó del techo —dedujo Alibaba.

Aladdin negó con la cabeza.

—Ella es muy bonita como para ser la servidumbre de ese lugar y a juzgar por las ropas que traía puesta, tampoco es para considerarla como las chicas lindas que atienden a los clientes —Aladdin cerró los ojos—. No pude ver su Rukh, Alibaba-kun, eso es muy extraño, todo ser humano lo tiene, aunque hayan caído en la depravación. Es lo que me intriga de ella. Me gustaría que fuera con nosotros a Sindria y pedirle a Yamu-san que la ayude a recobrar la memoria.

—Aladdin, podemos ir a la academia mañana mismo para que hagan eso —propuso Alibaba, pero Aladdin se negó.

—Alibaba-kun, si onee-san pertenece a Magnostadt o algún lugar cerca, lo de menos es que regrese aquí. Pero no quiero que se quede a la intemperie con una memoria vacía. Pueden aprovecharse de eso y no quiero que le hagan algo a onee-san que ella no quiera.

Magi: The New Magic AdventureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora