15. DIMPLE

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SEOKJIN

A la mañana siguiente me desperté con muchos ánimos. Me vestí y desayuné todo lo rápido que pude y salí a la calle para ponerme rumbo a la agencia. Tenía muchas ganas.

Cuando llegué, todavía no había llegado Namjoon, así que estaba todo cerrado y tuve que esperar fuera.

Al cabo de unos diez minutos, aparcó un coche al lado del edificio. De él salió Nam, pero no iba solo. Junto a él iba una mujer alta y esbelta que llevaba unos tejanos con una chaqueta bien gruesa negra. Llevaba los labios pintados de rojo pasión que resaltaban con su piel blanca, al igual que su pelo oscuro como el carbón y sus ojos igual de negros.

—Buenos días, Seokjin. Te presento a mi novia, Suni. Suni, él es Seokjin, el actor y amigo que te conté.

Me dolió la palabra "amigo", ¿aunque qué me esperaba?

—Encantada de conocerte, Seokjin.

—Igualmente, Suni —dije mientras nos dábamos las manos.

—Bueno, vamos dentro —añadió Namjoon—. Tenemos mucho que hacer. He traído a Suni para que viera la agencia, que todavía no la había visto.

—Claro, no hay ningún problema —dije sonriendo.

La verdad era que no me hacía mucha gracia que estuviera ella allí. Estaba celoso, y lo peor de todo era que no sabía que Nam tenía pareja. Qué tonto había sido. Nunca me había planteado si estaba solo, ni siquiera si le gustaban las chicas o los chicos.

Entramos los tres en el gran edificio y Namjoon me mostró exactamente qué tendría que hacer todas las mañanas en las que él no estuviera: encender todas las luces del edificio y ponerlo todo en marcha, como por ejemplo la calefacción. También, más tarde, cuando todos los trabajadores hubieran llegado, debía pasar por todos los despachos para comprobar que estuvieran todos haciendo su faena, que podía ser componer nueva música para otras bandas, hacer nuevas coreografías, preparar diseños para comerciales... Por último, a la salida debía asegurarme que no quedaba nadie allí. En definitiva, tenía que vigilar que todo estuviera en orden durante la ausencia del director.

Mientras me explicaba todo eso, su novia nos acompañaba observándolo todo con atención. Supongo que debía estar impresionada, porque aunque la agencia no era de las más grandes de la industria, para nada era pequeña.

—Vamos a mi despacho, tengo que darte las copias de las llaves que hice para ti.

Ya habíamos empezado a dirigirnos hacia allí cuando Suni preguntó dónde estaba el baño.

—Este pasillo al fondo hacia la derecha —le dijo Nam.

—Gracias —dijo ella con su voz armoniosa—. Ahora mismo voy con vosotros, ¿el despacho es esa puerta de ahí?

—Sí —confirmé yo, señalando una puerta al otro lado del pasillo.

Ella asintió y se fue al baño mientras nosotros entrábamos al despacho. Nam me tendió un llavero repleto de llaves, ya que cada una era de una sala diferente de la agencia.

—Es muy importante que no las pierdas.

—Tranquilo, puedes confiar en mí.

—Muchas gracias por todo, Seokjin.

—No es nada —dije con una sonrisa en la cara—. Bueno, ahora me tengo que ir al rodaje, nos vemos. Adiós.

—¡Adiós!

Antes de salir, él me devolvió la sonrisa. Me encantaba cuando lo hacía, porque no solo me encantaba verlo contento, sino que también le aparecía un pequeño hoyuelo en cada mejilla. Me parecía una característica de él muy adorable y única.

Cuando salí fuera de la agencia me sentí muy mal por haberle mentido, pero en ese momento no podía seguir estando cerca de él. No tenía rodaje ese día, pero estaba tan triste y decepcionado que necesitaba a un amigo con quien hablar, y ese era Hoseok.

Nos conocíamos desde secundaria, y nuestra amistad había perdurado hasta ahora. Siempre habíamos estado el uno para el otro, así que en esos momentos necesitaba hablar con él. Lo llamé.

—Hola, Hoseok.

—Hola, Seokjin. ¿pasa algo malo?

—No, no es nada grave, solo me apetecía quedar contigo, ¿te va bien esta tarde?

—Está bien, nos vemos a las cinco en la cafetería de cerca del metro.

—Vale, hasta luego.

Colgué la llamada, y me quedé mirando el cielo con la mirada perdida. Esa tarde por fin iba a poder hablar con mi mejor amigo, además, necesitaba olvidarme de Namjoon. En serio, lo único que podía pensar en esos momentos era que esos hoyuelos eran ilegales, porque cada vez que los veía, me aceleraban el corazón.

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Frase de la canción: "Esos hoyuelos eran ilegales".

Love Maze (BTS FANFIC) [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora