SEOKJIN
Ese sábado por la mañana me desperté muy temprano sin razón alguna. No tenía más sueño y estaba un poco nervioso, con la sensación de que me había olvidado de algo. Como estuve un buen rato así, fui a revisar que todo en mi cartera estuviera en orden. Fue entonces cuando me di cuenta de que efectivamente, el día anterior me había dejado mi portátil en la agencia.
Pensé en recogerlo el lunes cuando fuera a trabajar, pero necesitaba usar mi portátil durante ese fin de semana, así que me vestí y me dirigí hacia la agencia.
Una vez allí, abrí las puertas del edificio que me había dejado Namjoon para cuando se fuera a Japón. Pensando en eso... ¿cuándo se iba Nam? La verdad era que no me acordaba, aunque me sonaba que era el fin de semana siguiente.
El problema de todo eso era que no me imaginaba volver a reencontrarnos después de lo que pasó.
Cuando llegué a mi despacho, vi mi portátil encima de mi escritorio. Suerte que seguía ahí. Cuando me acerqué para recogerlo, vi una nota en la mesa. No recordaba haber dejado una, además que me fijé más y me di cuenta de que no era mi letra. Era la de Namjoon. La hubiera reconocido a distancia, era muy característica, muy pequeña y junta, pero a la vez muy elegante.
La leí con atención. Me estaba recordando todo lo que tenía que hacer mientras él no estuviera, pero, ¿por qué me había dejado la nota? Encontré la respuesta al final, donde decía que se iba ese sábado por la mañana. ¡No me acordaba! Pensaba que era la siguiente semana.
Entré en pánico. Tenía que ir a verle. Aunque no nos habláramos, debía decirle lo que sentía antes de que se fuera, aunque él me rechazara.
Salí disparado de la agencia, metí el portátil en el coche y me dirigí directo al aeropuerto de Seúl. Estuve todo el camino nervioso, pensando en qué le diría, eso si llegaba a tiempo.
Cuando llegué al aeropuerto, estaba sudando y jadeando de la carrera que me había dado para llegar. Miré a mi alrededor. En todas direcciones. Tenía que encontrar a Namjoon, seguramente todavía no había facturado las maletas, ya que era muy temprano. Si ya lo había hecho, ya no podría verle.
Cuando ya había perdido las esperanzas, lo vi. Estaba en la fila, esperando su turno para facturar su equipaje.
Fui corriendo en su dirección, gritando su nombre. La gente de alrededor me miró, incluido Namjoon. Cuando me vio, su cara fue pura sorpresa.
—Tengo que decirte algo —le dije jadeando después de haber corrido otra vez.
—Ahora vengo, es un momento —les dijo a las personas de la fila.
Se acercó a mí.
—¿Qué haces aquí, Seokjin?
—No me habías dicho que te ibas hoy. Pensaba que era la semana que viene.
—No, no te lo había vuelto a recordar, pero bueno, para eso la nota que te había dejado en tu despacho.
—La he visto. —Parecía no creérselo—. Me había olvidado de mi portátil y con las llaves que me prestaste he ido hoy a buscarlo. Cuando he visto la nota, por poco me da algo. ¿Cómo se te ocurre irte sin decirme nada? —dije muy dolido.
—¿Por qué debería avisarte? Ya te expliqué qué debías hacer.
Estaba furioso. Aunque no fuéramos pareja y no hubiéramos vuelto a hablar desde lo que pasó, seguíamos siendo amigos.
—¡Porque somos amigos! Los amigos se cuentan las cosas, y tú querías irte sin decirme nada... ni siquiera despedirte.
—Seokjin, lo que pasó esa noche tenemos que olvidarlo. No pasó nada.
—¡¿Cómo puedes decirme eso?! Tal vez para ti no significó nada, pero para mí sí. —Estaba llorando, ya no servía de nada aguantar las lágrimas—. Te quiero, Namjoon. Desde hace mucho que estoy enamorado de ti, pero no he querido decírtelo porque tú tenías a Suni y estabais muy felices, pero entonces rompéis y tú vienes a pedirme consejo. Eso no me molestó, es más, estaba encantado de poder ayudarte, pero entonces empezaste a acudir a mí constantemente, y yo, como un tonto, pensé que podías llegar a sentir algo por mí. Y como si no hubiera suficiente, esa noche me besaste como si fuera lo que más deseabas y luego te largaste sin decirme nada, y ahora quieres volver a irte. Eres un cobarde.
No se esperaba mis palabras, porque se quedó de piedra. No sabía qué decir.
—Seokjin, no me gustan los hombres. Te quiero mucho, pero como a un amigo.
—¡¿Entonces por qué me besaste?! —grité furioso.
—Estaba borracho, el alcohol te hace hacer cosas que no quieres realmente.
Me dolió. Y mucho. "Cosas que no quieres", claro, él no estaba enamorado de mí. Qué tonto había sido.
—Seokjin, lo siento. Tengo que irme ya.
Se estaba yendo cuando volví a hablarle.
—Un día funciona demasiado bien, y al otro todo se estropea. Fue demasiado perfecto para que fuera real. Quiero que sepas que esa noche, en la que nos besamos, fue lo mejor que pudo haberme pasado. A partir de ahí, todo se estropeó, incluida nuestra amistad.
—Lo siento.
—Yo también lo siento, Namjoon. Siento que seas un cobarde y que no puedas enfrentarte a tus problemas.
Nos quedamos en silencio.
—Adiós, Seokjin.
No me despedí.
_____
Frase de la canción: "Un día funciona demasiado bien".
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Love Maze (BTS FANFIC) [✓]
Fanfiction"Siete vidas distintas, siete chicos a prueba de balas." Hay una leyenda japonesa que dice que todos aquellos que están predestinados a amarse, están atados con un hilo rojo invisible, sin importar el tiempo ni el espacio. Este hilo puede estirarse...