34. HOUSE OF CARDS

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JIMIN

Desde la audición, los siguientes días habían sido los mejores de mi vida. Había quedado muchas veces con Yoongi y nos lo habíamos pasado muy bien. Además, estaba muy emocionado de que pronto me dirían si había llegado a entrar a la academia o no. Por lo menos tenía un buen presentimiento.

Pero ese día no era uno normal, porque tenía que ir a un lugar que cada cierto tiempo tenía que visitar.

Mis padres me llevaron en coche y los tres entramos en el hospital de la ciudad. Como siempre, nos tuvimos que esperar un rato en la sala de espera y luego nos llamaron a una, donde estaba el doctor que me habían asignado para que llevara él toda mi información al día.

—Buenos días, familia Park.

—Igualmente, señor —respondimos los tres.

Mi doctor era un señor bastante mayor. Era un poco bajo y rechoncho, tampoco tenía pelo pero sí una voluminosa barba.

—Park Jimin, ya tengo tus resultados de la prueba que te hicimos no hace mucho. Espero que los lean con atención. Ahora mejor les dejo solos.

Entregó unos cuantos papeles a mis padres y a continuación nos dejó solos. Ellos los empezaron a leer. Yo seguía sentado en la silla tranquilo, pero empecé a asustarme cuando ellos no decían nada y seguían leyendo. Los miré y pude ver terror en sus rostros.

—¿Pasa algo malo?

Ellos levantaron los ojos de los papeles y me miraron a los ojos. Parecía que fueran a derrumbarse ahí mismo.

—Hijo, lo siento mucho —dijo mi madre empezando a llorar.

—¡¿Pero qué está pasando?! —grité con desesperación, aunque una pequeña parte de mí ya se imaginaba lo que era, y sentía miedo, mucho miedo.

Fue mi padre quien me lo dijo.

—Te estás muriendo.

Esas tres palabras me dejaron sin aire. Podría decir que era la primera vez que sentía terror de verdad.

—¿Cómo? —pregunté, aunque ya sabía la respuesta.

—Tu cáncer de páncreas ha avanzado mucho y la quimioterapia ya no tendría efectividad.

—Pero no lo entiendo... no me encuentro peor que antes —dije mientras notaba las primeras lágrimas deslizándose por mis mejillas.

—Cuando te detectaron el cáncer hace poco, nos dijeron que es un cáncer bastante complicado de notar ya que no suele tener síntomas muy fuertes. Dijeron que no serviría de nada ningún tratamiento porque ya estaba muy avanzado.... pero que igualmente volverían más tarde a hacerte otra prueba. Y estos son los resultados de esa prueba, Jimin. Yo... lo siento mucho.

Mi padre no pudo aguantar más y también empezó a llorar. Se cayó al suelo de rodillas, con las manos tapándose la cara. Mi madre se colocó junto a él, y luego fui yo con ellos, y los rodeé a los dos con los brazos.

—¿Cuánto me queda? —susurré con los ojos cerrados.

—Un mes o dos como mucho.

Esa respuesta fue como una flecha en el corazón para mí. Dos meses como mucho. Eso era muy poco. En ese tiempo no me daría tiempo a nada, habría muerto de adolescente, sin ni siquiera haber cumplido ninguno de mis sueños.

Tenía miedo. Mucho miedo. Siempre le había temido a la muerte. Dejar a todos tus seres queridos e irte tú solo a otro lugar, tomar un camino completamente diferente y solo... ¿Qué sería de mí cuando muriera? Nadie lo sabía.

Esa tarde nos la pasamos los tres en casa, tumbados juntos en el sofá mirando una película. No teníamos ánimos para hacer ninguna otra cosa que no fuera actuar como si todo fuera normal.

Mis padres estaban destrozados, y yo también. Desde que me detectaron el cáncer supe que no llegaría a vivir muchos años, que sería una persona que moriría joven. Pero tampoco me esperaba morir dentro de unos dos meses, tenía pensado hacer muchas más cosas antes de morir. Había llegado a aceptar morir joven, pero no tan joven.

Otra de mis preocupaciones era cómo iba a contárselo a Yoongi y a Jungkook. Nunca les había comentado sobre el tema, y decirles así de repente que me iba a morir pronto no era muy sutil.

Estaba perdido en mis pensamientos cuando por la ventana de la sala de estar vi al cartero dejando un sobre en el buzón.

Me levanté de golpe y salí a recogerla. El sobre decía que era de la academia de baile. No me sentía preparado para abrirlo, pero tenía que hacerlo. Necesitaba saber si por lo menos había entrado, aunque lo más probable era que no la llegaría ni siquiera a ver.

Empecé a leer la carta, y al final, decía que había entrado. Lo había conseguido, tenía una plaza. Pero, ¿de qué servía ahora? Todo por lo que había luchado no había servido de nada, me sentía inútil e indefenso. Me dejé caer al suelo, y también dejé mis lágrimas caer. No servía de nada contenerlo.

—¡Jimin! ¡¿Qué haces ahí en el suelo?! —gritó mi madre saliendo de casa corriendo a levantarme.

—Mamá, lo he conseguido. He conseguido entrar en la academia de baile, aunque ya es demasiado tarde —dije con la mirada perdida.

—Está bien, hijo, no pasa nada. Al menos has cumplido uno de tus sueños.

A continuación me atrajo a ella y me volvió a abrazar. Luego llegó también mi padre, y así, nos volvimos a abrazar como lo habíamos hecho horas antes en el hospital.

—Seguir aguantando es tan difícil —sollocé—. Y todavía más cuando sabes que morirás dentro de nada.

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Frase de la canción: "Seguir aguantando es tan difícil".

Love Maze (BTS FANFIC) [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora