HOSEOK
El mismo día que Suni y yo intercambiamos números, más tarde le escribí un mensaje. Ella me respondió una hora después, y a partir de ahí seguimos hablando ese día y todos los que lo siguieron. Poco a poco conocí mejor a Suni, igual que ella a mí. Me había contado cosas sobre su trabajo de su familia y también que ella era de China y no de Corea del Sur.
Entonces decidí dar el siguiente paso: preguntarle si quería que nos volviéramos a ver en persona.
Hoseok: Suni, ¿te apetecería que quedáramos mañana martes por la tarde? Así podría enseñarte la escuela de baile donde trabajo y mostrarte algunos pasos como me dijiste.
Suni: Es verdad, lo hablamos pero no hemos quedado todavía. Vale, a mí me parece perfecta la idea. ¿A qué hora es y dónde está la escuela?
Hoseok: ¿Qué te parece a las cinco? Podríamos quedar donde nos vimos por primera vez cuando se te cayeron las cosas y desde allí vamos juntos.¿Qué me dices?
Suni: Vale, genial. ¡Pues nos vemos!
Hoseok: ¡Adiós!
Al día siguiente me vestí con la mejor ropa que tenía, pero que a la vez fuera cómoda, ya que íbamos a bailar aunque fuera solo un poco.
Unos minutos antes de la hora acordada salí de casa para llegar puntual, no soportaba la impuntualidad, me parecía un defecto bastante molesto.
Una vez allí, vi que Suni ya había llegado. Parecía que ella también era una persona puntual.
Iba vestida bastante menos elegante que la otra vez, pero igualmente seguía estando igual de hermosa. Su ropa era oscura, y sus pantalones parecían elásticos y muy cómodos, igual que la camiseta amplia que llevaba debajo de la chaqueta abierta.
—Hola, Suni. Espero no haberte hecho esperar mucho.
—Tranquilo, acabo de llegar yo también —me dijo con una sonrisa—. Bueno, ¿vamos? No sabes las ganas que tengo de bailar un poco por primera vez.
—¡Claro! Yo también estoy muy emocionado. Ya verás, será muy divertido.
Nos pusimos rumbo a la escuela de baile. Mientras caminábamos estuvimos hablando sobre muchas cosas, entre ellas, le hablé de Jimin. Le expliqué que era muy buen bailarín y que deseaba que pudiera entrar en la academia de sus sueños.
Cuando por fin llegamos y le indiqué que esa era la escuela, se quedó asombrada. La verdad es que era un edificio muy grande y moderno.
—No me puedo creer que trabajes aquí. Parece una escuela de élite —dijo con los ojos como platos.
Me reí.
—No te diré que no lo es.
Ella también soltó una carcajada. ¿Cómo era posible que nos conociéramos de dos veces y fuera tan fácil estar el uno con el otro? No lo entendía ni yo.
La llevé por toda la escuela, mostrándole todas las salas y explicándole para qué servían. Ella parecía muy interesada.
Al final llegamos a la última sala que faltaba para enseñarle, que era precisamente la más amplia. Allí solía ensayar Jimin.
—Estoy asombrada, ¡es todo enorme!
—Hay muchos alumnos, así que durante los años hemos ido ampliando la escuela. La verdad es que las instalaciones están muy bien.
—Y que lo digas. ¿Podemos entrar?
—Sí, claro. Es justo aquí donde tenía planeado que nos quedáramos un rato a bailar.
—¡Pues perfecto!
Entramos los dos en la sala, y Suni no paraba de admirar la amplitud de la estancia. El espejo ocupaba toda la pared, y en el lado opuesto había todo un cristal que te permitía ver toda la ciudad. Además, estábamos en una segunda planta. El suelo era de parqué y al fondo había unos grandes altavoces para la música.
—Bueno, ¿empezamos? —pregunté acercándome a los altavoces para poner música. Elegí una muy animada y alegre para calentar.
—Sí, ¡qué emoción!
—¿Qué prefieres hacer? Hip hop o una danza más contemporánea?
—No sé la verdad... las dos me gustan. —Se quedó pensando unos segundos—. Pero bueno, creo que hip hop. Me apetece algo muy movido.
—Perfecto. ¿Sabes? El primer estilo que bailé fue éste.
—Entonces se te dará muy bien —me dijo contenta.
—Bueno, llevo bastantes años bailando, y la verdad que este estilo me encanta. Mira, podríamos calentar un poco y luego te enseño algunos pasos de baile básicos.
—Me parece genial.
Nos pusimos los dos al lado del otro y empecé a hacer ejercicios para calentar mientras ella me imitaba.
A continuación le enseñé algunos pasos básicos, como el bounce, el bart simpson o el tayson.
Estuvimos bailando durante un par de horas, y poco a poco Suni fue mejorando los pasos de baile que le había enseñado.
Pasadas las dos horas, estábamos muy cansados, así que decidimos parar ya. Ya seguiríamos otro día practicando.
—Suni, ¿quieres sentarte un rato?
—Sí, por favor, estoy muy cansada —dijo respirando profundamente.
Nos sentamos en el suelo delante del espejo, para poder apoyar la espalda. En el mismo instante, el espejo se empañó y se quedaron las siluetas de nuestros cuerpos.
—Me gusta que estemos juntos —dijo mirando al techo con la cabeza apoyada en el espejo—. Es muy entretenido.
—A mí también me gusta.
Nos volvimos a quedar en silencio. Solamente se oían nuestras respiraciones.
—Esta tarde ha sido genial, tenemos que repetirla —dijo mirándome a la cara.
Yo no contesté, estaba demasiado hipnotizado por sus preciosos ojos oscuros. Sin siquiera pensar en lo que hacía, me acerqué a ella y la besé.
Pensaba que se apartaría, pero no lo hizo, sino que me devolvió el beso. Cuando nos apartamos lentamente el uno del otro, nuestra respiración era entrecortada y los latidos de nuestros corazones podían escucharse en la estancia.
—Me gustas mucho, Suni.
Ella no me respondió, simplemente volvió a besarme.
Esa tarde fue de las más maravillosas que podía haber tenido.
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Frase de la canción: "Me gusta que estemos juntos".
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Love Maze (BTS FANFIC) [✓]
Fanfiction"Siete vidas distintas, siete chicos a prueba de balas." Hay una leyenda japonesa que dice que todos aquellos que están predestinados a amarse, están atados con un hilo rojo invisible, sin importar el tiempo ni el espacio. Este hilo puede estirarse...